Miniaturas: De la Rúa o Superman, el manual de los excesos
Si hubiera que elegir un símbolo para la política argentina, el péndulo merece llevarse todos los votos. Cada gobierno inicia una epopeya. Cada presidente estrena una era. Cada administración crea una cultura. Eso creen los gobernantes y les hacen creer a los votantes, hasta que aquéllos fracasan o éstos simplemente se hartan.
No importa que el mandato arranque en el límite de la anorexia de legitimidad. Si las elecciones de medio término son favorables, la teletransportación permite pasar de canillita a campeón en un instante. Y eso se agrava para los presidentes no peronistas. Hasta la apertura de las urnas, para ellos todo pájaro en el cielo se parece a un helicóptero. Pero si los votos les sonríen, el péndulo se dispara y hasta un resultado favorable de las PASO permite fantasear con el comienzo de 20 años de felicidad, como dijo Macri. Por eso, algunos en la Rosada dicen en estos días que el virtual empate bonaerense fue una gran noticia. Del temor al fantasma de De la Rúa a la preocupación por el síndrome de Superman. Todo es posible en el manual de los excesos.