Tokio: las olimpíadas de las esvásticas
En julio llegan los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y los que vayan allí van a encontrarse con muchas cruces esvásticas en su camino. No se turben vuestros corazones, que no es una cuestión de nazismo sino de budismo: en Japón esta cruz es símbolo de paz y prosperidad desde hace siglos y se usa en los mapas para ubicar los templos budistas, la religión de 46 millones de japoneses.
El gobierno japonés tuvo miedo de ofender la sensibilidad de los occidentales y la Autoridad de Información Geoespacial de Japón (GSI) en 2016 lanzó una consulta pública para saber si era posible reemplazar las cruces en los mapas de los visitantes a los Juegos Olímpicos. Pero la mayoría votó por su permanencia. Serán los extranjeros los que tendrán que acostumbrarse. "La esvástica de Hitler tiene solo 100 años frente a una historia milenaria", recuerda el monje budista Rev. Dr. T. K. Nakagaki. Se trata de un símbolo mundial que el nazismo secuestró para sus propios fines. Occidente tardará mucho tiempo en rescatarlo, si es que lo rescata.