Nomofobia, un nuevo fenómeno de la era digital
La rutina diaria y el humor social se afectan radicalmente cuando WhatsApp, Instagram y Facebook están caídos, ¡no andan! Solo en 2021 ocurrió 7 veces, algunas desapercibidas y otras con verdadero impacto. Desesperación, en algunos casos, y síndrome de abstinencia en muchos otros, son las consecuencias.
Para emprendedores y personalidades implica una pérdida de oportunidades de negocios y quizás de dinero, pero para la mayoría significa ser abducido por un universo paralelo en donde nuestro registro digital “no existe”, como McFly desapareciendo en la foto familiar por haber generado un vórtice en el tiempo, en Back To The Future.
La sensación que construimos es la misma, si amanecemos y no tenemos WhatsApp o nuestro celular no enciende la vida se detiene, y nuestros sondeos así lo confirman. El 24% de los encuestados nos dijo que lo primero que ven cuando se despiertan es su dispositivo; lo mismo al momento de ir a dormir.
Nuestros dispositivos se han convertido en herramientas poderosas que nos conectan con el trabajo, la familia, pareja, la escuela, las relaciones y el entretenimiento; básicamente con todo. En países y continentes pobres o en desarrollo son una muleta para cuestiones de seguridad familiar y logística.
No podemos dejar de recorrer repetidamente las notificaciones o saltar de pantalla en pantalla, peinando las redes sociales y los servicios de mensajería y el FOMO (“fear of missing out”, o de perderse algo por las siglas en inglés) solo aumenta la dependencia de nuestro dispositivo. La adicción a los smartphones, es una realidad y se identifica con el término “Nomofobia”, el miedo a quedarse sin teléfono.
Esto no tiene que ver con las condiciones económicas, sociales o geopolíticas. Hace días, Corea del Norte experimentó una interrupción masiva de servicios de Internet que podría estar originada en un ataque cibernético. El país entero perdió acceso a Internet durante aproximadamente siete horas, siendo el segundo apagón que afectó a Corea del Norte en lo que va de 2022. Todo indica que la última interrupción podría deberse a un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS, por sus siglas en inglés) que implica un ataque a infraestructura tecnológica que causa que un servicio o recurso sea inaccesible a los usuarios legítimos.
¿Cómo opera este ataque? En pocas palabras, podemos decir que, se satura de manera deliberada de conexiones una red para que se desborde su capacidad y salga de servicio. Durante la caída mencionada, conectarse a cualquier dirección IP en Corea del Norte fue imposible desde cualquier lugar del mundo, es decir, no solo se cayó el servicio para sus habitantes, sino que el país completo quedó aislado, afectando en cascada a otros servicios, dependencias oficiales del gobierno, empresas privadas, etc.
En general, esto es producto de algún tipo de tensión en la red o un corte de energía eléctrica, pero no es común ni frecuente ver que todo en Internet se desconecte durante tanto tiempo. Hoy los ciberataques y las caídas masivas tienen nuevas y desconocidas aristas, como ocurrió con el Torneo del juego Squid Minecraft Tourney, que produjo la caída masiva de los servicios de Internet en Andorra. La sobrecarga de tráfico alcanzó hasta 10 Gbps, saturando al único proveedor de Internet del país y paralizando a los jugadores andorranos de Squidcraft junto con el resto de la población. Todo indica que nuevamente se trató de un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS) al igual que en el caso de Corea del Norte.
Los SquidCraft Games comenzaron el 19 de enero con jugadores de habla hispana en Europa y en América Latina. Más de 150 streamers compitieron por el premio de €$ 100.000- durante el evento de seis días, que atrajo a más de 2 millones de espectadores a Twitch Rivals, la audiencia más grande en la plataforma. La incógnita inicial fue porqué razón desplegar un ataque contra Andorra, un microestado soberano en la península ibérica.
La agresión se prolongó durante cuatro días, y la realidad es que estas situaciones son cada vez más frecuentes en las plataformas de juegos; una industria que ya mueve más dinero que Hollywood. Que termine afectando a todo un país, es una nueva paradoja.
CEO de BTR Consulting, especialista en ciberseguridad, riesgo tecnológico y negocios.