Perú, en defensa de la democracia

La historia de nuestra región, marcada por golpes de Estado y dictaduras, nos llevó a comprometernos con la defensa y promoción de la democracia y el Estado de Derecho. Hemos reconocido en diversos instrumentos como la Carta Democrática Interamericana y la Cláusula Democrática del Mercosur que la democracia es un derecho de los pueblos del continente que no admite retrocesos, por lo que nos hemos comprometido a defenderla conjuntamente.

La democracia consiste no solo en celebrar elecciones libres y justas en las que diversos partidos políticos se alternan el poder. Es necesario respetar las instituciones, los equilibrios entre los poderes del Estado, los mecanismos de control establecidos y el respeto al Estado de Derecho. No caben aquí visiones parciales. Como lo señaló claramente la canciller de Perú, Ana Cecilia Gervasi, en la cumbre de la Celac celebrada hace poco en Buenos Aires, el fallido golpe de Estado realizado en diciembre por Pedro Castillo, en el que pretendió instaurar una dictadura y gobernar por decreto, puso a prueba los mecanismos de control constitucional y la voluntad democrática de las instituciones de mi país. El Congreso, actuando en estricta observancia de la Constitución peruana y en defensa de ella, dispuso con una amplia mayoría la vacancia de la presidencia de la república, asumiendo dicho cargo la hasta entonces vicepresidenta, Dina Boluarte.

Estos hechos han originado protestas y movilizaciones que incluyen tanto a grupos con demandas legítimas que reflejan una deuda histórica con sectores de la población marginados por décadas, así como a otros que buscan generar violencia y destrucción, como la toma de aeropuertos, cierre de carreteras y otros activos críticos, incendio de edificios públicos, ataques a dependencias policiales y fiscalías, entre otros.

El gobierno de Perú ha lamentado la irreparable pérdida de vidas humanas ocurrida en el marco de esta escalada de violencia, la cual es objeto de investigación por las autoridades competentes que cuentan con la libertad y autonomía necesarias para encontrar la verdad y para que los responsables sean juzgados y sancionados conforme a ley. En la misma línea, y por invitación del gobierno peruano, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Oficina del Alto Comisionado de DD.HH. de la ONU realizaron una visita a Perú, sobre la cual presentarán próximamente el resultado de sus investigaciones.

La presidenta Boluarte ha señalado como principal objetivo de su gobierno la celebración de elecciones generales anticipadas a la brevedad posible y ha insistido en la urgencia de que el Congreso apruebe el adelanto de las mismas para este año. Asimismo, no ha cesado en sus llamados al diálogo nacional de cara a alcanzar la paz social en el país, habiendo enviado misiones de alto nivel a las provincias en las que actualmente se registran estas manifestaciones para poder canalizar los reclamos de estos sectores postergados, de una manera institucional y acorde con el Estado de Derecho.

En el marco de la cumbre de la Celac, Perú hizo un llamado a los gobiernos democráticos de la región para unirnos en rechazar categóricamente todo intento de quiebre de la democracia en los países del hemisferio, así como todo uso de la violencia como mecanismo de acción política y medio de coacción. Nuestras democracias distan de ser perfectas y se encuentran bajo constante amenaza de grupos de diversas afiliaciones políticas que pretenden imponer su visión sin seguir los caminos de la institucionalidad democrática, tal como pudimos apreciar recientemente en Brasilia. En dicho sentido, resulta fundamental que los países del continente, independientemente de cualquier consideración ideológica, actuemos unidos en defensa de la democracia en la región.

Embajador de Perú