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El Palacio de Berlín abre una polémica política y financiera
BERLÍN.- El edificio surgirá en la Schlossplatz, a lo largo de la calle Unter den Linden. Tendrá una imponente fachada barroca, con un arco central y una enorme cúpula, y deberá responder a las exigencias de un moderno centro cultural. Se trata del nuevo Castillo de Berlín, cuya primera piedra fue puesta la semana pasada. Detrás de su imponente fachada, se esconde un sinfín de polémicas.El proyecto es una fiel reconstrucción del palacio de los reyes de Prusia. Desde que se anunció, hace unos seis años, hubo quejas: su construcción suponía la destrucción del Palast der Republik, la sede del gobierno de la difunta RDA.
Muchos se expresaron a favor de mantener un edificio que consideraban de importancia simbólica. "Berlín necesita de todo menos de un edificio barroco", dijo el diputado de la izquierda Stefan Liebich, mientras Renate Künast, líder local de los Verdes, denunció la intención del gobierno de borrar la historia de Alemania del Este.Además, se discuten sus costos: fueron necesarios tres años para que el Parlamento alemán votara a favor de un proyecto de 478 millones de euros, que ya ascendieron a 590 millones. Actualmente, otras tres obras públicas alemanas se convirtieron en tumbas de dinero de los contribuyentes: el aeropuerto Willy Brandt, de Berlín; la estación Stuttgart 21, y la Filarmónica del Elba ,en Hamburgo.
- Laura Lucchini
Para LA NACION
El temor a las protestas dejó este año a Artigas sin homenaje
MONTEVIDEO.- Por primera vez, el tradicional homenaje al prócer oriental José Artigas debió suspenderse a mitad de semana por la preocupación del gobierno por las manifestaciones que habían anunciado sindicalistas y otras organizaciones de izquierda, su mismo signo político.Cada 19 de junio, en la ciudad de Sauce, donde vivió Artigas, el gobierno nacional celebra el natalicio del prócer con desfile de estudiantes, militares y un mensaje gubernamental.Pero este miércoles, feriado a mitad de semana, cuando estaba todo pronto para el desfile y el acto, el gobierno local -también del Frente Amplio- decidió dejar sin efecto el festejo por temor a lo que podía ocurrir en manifestaciones en reclamo de aumentos de sueldos, de más presupuesto para la enseñanza estatal y de ambientalistas contra la minería a cielo abierto.
"Las manifestaciones populares en Uruguay son más viejas que el agujero del mate, ni en épocas duras, de crisis, se suspendió este acto", dijo el precandidato presidencial por el Partido Nacional, Luis Lacalle Pou.Los sindicatos dijeron que sus manifestaciones eran pacíficas y no había motivos para suspender el homenaje. Por su parte, la oposición golpeó al gobierno de Mujica con el argumento de que si no puede dar garantías para un acto patrio, no podrán mejorar la seguridad pública.
- Nelson Fernández
Corresponsal en Uruguay
