Una rayuela para contar la corrupción

Sobre La piñata, de Hugo Alconada Mon

Después del 25 de octubre último, este libro monumental adquiere un valor aún mayor, ya que ofrece la visión de un panorama que vivirá profundos cambios en los próximos tiempos: La piñata (excelente título) explotará y se verá quién o qué se salva de la debacle…

Escrito con un estilo a veces complejo, el libro tiene destellos de frases "telegráficas" que lo hacen muy ágil: Hugo Alconada Mon sabe cómo desarrollar un texto lleno de datos e informaciones profundas sin caer nunca en la pesadez. Es un periodista avezado y eso hace de La piñata un texto tan valioso como legible. En el prólogo hay una clara advertencia: en un supuesto diálogo, un funcionario le dice al autor que es cierto lo que imagina, que mientras un conejo pasa frente a sus narices a sus espaldas hay un elefante haciendo la vertical en zunga. "Ustedes los periodistas apenas si arañan la superficie."

Alconada cita a Simone de Beauvoir: "Lo más escandaloso que tiene el escándalo es que uno se acostumbra". Esto resuena fuertemente en una Argentina viciada de escándalos que parecen no escandalizar a muchos. Cita de La piñata: "… si usted roba en la Argentina y tiene la mala fortuna de ser detenido y denunciado, lo más probable es que deba desfilar por Tribunales durante diez años, pero eso no impide que el expediente se cierre por el mero paso del tiempo y el dinero quede en su bolsillo".

El texto recorre la actividad de numerosos personajes vinculados a la corrupción, muchos de ellos desconocidos para el gran público, lo cual hace de La piñata un documento revelador de los aspectos más oscuros del kirchnerismo. Una interesante indagación que desarrolla Alconada es la que compara con la paradoja del huevo o la gallina. "¿Qué viene antes? –se pregunta– ¿La falta de resultados institucionales o el desinterés social?" Según le dijo Antonio Di Pietro, el célebre fiscal del Mani Pulite, al autor: "La Argentina necesita una reacción ciudadana para combatir la corrupción".

El libro tiene una organización ingeniosa: cada capítulo es una letra del alfabeto, de modo que, por ejemplo, la M corresponde a Madres, o la V a Venezuela. Así, de manera sistemática, el autor enfoca cada uno de los temas que configuran la amplia panoplia kirchnerista. Inclusive, uno de los capítulos está dedicado a Xi Jinping, el secretario del PC chino… Este orden alfabético permite recorrer el libro a través de la selección aleatoria de un tema u otro. El lector puede elegir de un menú colmado: Indec, o Nisman, o Ulloa, o Wilson… En cada capítulo, se presenta el desarrollo completo de un tema, obviamente "linkeado" a los demás.

Alconada se refiere, en dos ocasiones, a lo que se podría denominar, de manera amplia, modelos formales de su labor. Uno es Julio Cortázar, cuya especialísima Rayuela es el gran caso de lectura aleatoria: La piñata sigue ese ejemplo. La otra alusión es a Hans Christian Andersen, cuyo cuento "El traje nuevo del Emperador" le sirve como base para descubrir al rey K desnudo. En el prólogo también revela el origen del término "piñata", gestado en Nicaragua cuando los electoralmente derrotados sandinistas efectuaron grandes expropiaciones que terminaron en los bolsillos de los ex jerarcas.

Los agradecimientos suelen ser un aburrido listado de nombres. En esta ocasión, Alconada crea una pieza de estilo que atrapa al lector. Brevemente, el motivo, a veces escueto, a veces cordial o respetuoso, y un "gracias" al final del párrafo que, cuando se refiere a su esposa y a sus hijos, está escrito en mayúsculas. Buena parte de la bibliografía citada son libros escritos por periodistas que indagaron en profundidad, al igual que otros autores (historiadores, ensayistas), los recovecos de la historia reciente del país.