15 maneras simples de mejorar la circulación en las calles
Cuando se habla del tráfico, todos tenemos opiniones formadas. Dependerá de qué rol ocupe uno en ese hormiguero apedreado que a veces parece Buenos Aires para que los culpables sean unos u otros. Yo -que algunas veces soy peatón, otras un eterno usuario del transporte público y (las menos) un automovilista- opino que somos todos (ni unos ni otros, todos) los que contribuimos al desastre. Y muchas de las conductas que entorpecen el tránsito son perfectamente evitables. No hablo de ir a 100 km/h en una avenida donde la máxima es 60 (algo que algunos descerebrados hacen y que también es evitable, claro), sino de los hábitos que hacen al buen manejarse, tanto en vehículo como de a pie. Cosas que no cuestan nada, que no son difíciles de poner en práctica, y que harían que todos circuláramos mejor y viviéramos menos estresados. Con Jota Leonetti, amigo y periodista especializado en tránsito, pensamos cosas como estas.
Luces bajas. ¿Qué clase de miserable hay que ser para, en un día en el que la lluvia intenta imitar al diluvio universal, ir con las luces apagadas por la autopista? Las luces bajas (no las de posición) son obligatorias en rutas, autopistas y semiautopistas, y más que recomendables en cualquier avenida, aún de día. Así que si tenés batería para encender el aire acondicionado en verano, también tenés para prender las luces cuando corresponde. No seas rata: prendés el auto, prendés las bajas.
Hablar y/o mensajear por celular. Todos alguna vez lo hicimos mientras manejábamos, y todos sabemos que está mal. ¿Entonces? Soy de los ingenuos que cada vez que ve a alguien hablando mientras conduce, le hago una seña, con la intención de que entienda que está mal. No sólo lo hago por su seguridad, sino por la mía propia, porque en general uno ve al que viene atrás o al que tiene al costado, los que lo rodean a uno mientras circula. Sé que cuesta mucho quitar ese pensamiento de "no pasa nada, si yo manejo bien", pero dejame decirte algo: si hablás mientras manejás, no estás manejando bien. Además nada es tan urgente como para devolver un llamado más tarde. Y para los peatones, un consejo: mandar mensajes mientras cruzás la calle te convierte en un gil importante. Y peligroso.
Las luces de giro. ¿Viste esa palanquita que está a la izquierda del volante, que si la bajás prende el guiño izquierdo y si la subís prende el derecho? Bueno, usala, porque nadie está dentro de tu cabeza como para adivinar qué vas a hacer. Gracias.
Ciclista, mirá el semáforo. El peatón y el ciclista son los dos protagonistas más débiles en el tránsito, pero aún así tienen reglas que cumplir. Es sorprendente la cantidad de personas que circulan en bicicleta sin darle bola a al semáforo, como si ser los rodados más frágiles les diera derecho a que todos se adapten a su andar. El casco y las luces los dejamos para otro día, porque la premisa es hablar de actitudes fáciles de cambiar. Frená, porque un día te van a meter un fierrito en la rueda y vas a salir volando.
Motociclista, aflojá con el zig-zag. Envidio la rapidez de las motos y su capacidad de circular por los espacios más pequeños, que hacen que casi ningún embotellamiento los perjudique. Ahora bien, podemos coincidir en que ir a los chapazos en zig-zag y buscar los huecos por entre los autos cuando todo está detenido está mal, ¿no?
Anticipar la maniobra. Si, por ejemplo, vas por la General Paz por el carril rápido y tenés que tomar una determinada salida, ¿no es mejor ir moviéndose hacia la derecha de a poco y no hacerlo de golpe? Lo mismo sucede cuando, yendo por un carril central de cualquier avenida, intentás girar de repente. Cada vez que obligamos a los demás a detenerse o frenar cuando no corresponde, estamos entorpeciendo la circulación. A prestar más atención, que por la calle no vamos solos.
Taxista, no te detengas en la senda peatonal. Sé que muchos de los pasajeros levantan la mano en la esquina, pero no es difícil frenar tan sólo tres metros antes o después. Ningún pasajero se va a ofender ni va a dejar de tomar el viaje por hacer cuatro pasos más. La senda peatonal es -por si no sabían- para los peatones, no para usar como parada de taxis.
Peatón, usá la senda peatonal. Podés cruzar por donde quieras, pero lo correcto es hacerlo por las sendas o, en su defecto, por las esquinas. No te quejes si ningún auto te cede el paso cuando cruzás por la mitad de la cuadra.
No estaciones en paradas de colectivos. Varias veces tuve la fantasía de bajarme de un colectivo caminando por el capó del auto que ocupaba el lugar de la parada. Pero como no todas las fantasías se cumplen, sólo me queda pedir que ningún conductor se cague en los que utilizan el transporte público. Dale, no seas uno de esos y no estaciones diez metros hacia ambos lados de la parada.
Las escaleras mecánicas. En la Argentina existe esa regla insólita de "Prohibido caminar por las escaleras mecánicas", que al mismo tiempo es bastante inútil. ¿Qué mejor que dejar un lugar para que los que quieran ir más rápido? En muchos países es regla que los que quieren permanecer quietos se corran hacia la derecha, para así dejar libre el costado izquierdo. Cuenten conmigo.
Respetar carriles. El tema de los carriles tiene muchas aristas. En principio, los de la derecha van más lento que los de la izquierda, así que conviene tener eso en cuenta por si estás apurado o por si querés sobrepasar a alguien. Los carriles también tienen flechas pintadas, que indican qué carril es para seguir recto y cuál es para girar. Si lo que querés es doblar, tratá de ir por el carril correcto.
Las banquinas. Si sos de los que circulan por la banquina para adelantarse en las rutas y autopistas, te deseo lo peor. Nada justifica eso que hacés.
La doble fila. ¿Estás apurado/a? Yo también, y sin embargo tengo que bancarme que los autos no avancen porque sólo quedó un carril para circular porque vos dejaste el tuyo en doble fila. La zona liberada para este tipo de práctica detestable es la puerta de los colegios, en la que los papás y mamás apurados se cagan en todo y en todos con el argumento de ir a buscar al nene y que no ande mucho en el frío/calor/lluvia/sol (siempre hay una excusa). "Es un toque" no vale como motivo. No lo hagas más.
Las 4x4. No todos los problemas de tránsito están relacionados con las altas velocidades. Puedo ponerme en el lugar del taxista que circula a 20 km/h en una avenida para levantar pasajeros (que para mí está mal, pero bueno); pero lo que no puedo entender es que aquellos que manejan una 4x4 crucen las cunetas de algunas calles (y los lomos de burro, y los baches) como si manejaran una Ferrari a 5 cm del piso. Si tenés una todoterreno, usala, y ayudá a la circulación.
Prioridades. La mitad de los muertos viales en Capital son peatones, y el siniestro suele ser en un giro de una avenida a una calle. ¿La solución? Los peatones deberían esperar su turno sobre la vereda; y los conductores deberían frenar y, si hay gente cruzando, darles prioridad. Siempre.
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