Las abstinencia de la fama
Vuelvo a las pistas después de una semana en cama con la garganta hecha hilachas. Ya está, enough! Recuperada y retomando con todo. Estar en cama y en reposo, al margen de sentirme enferma (que ya te tira abajo), me hizo pensar bastante en cuando decae una carrera que vive mucho del reconocimiento de otro, de la popularidad o de la fama si se quiere, de la exposición física y de la vidriera, del ojo del otro y de su aprobación, de la alimentación del ego constante. Y no sólo me refiero al público masivo si no a quienes te contratan, a las marcas y diseñadores.
Toda esta expectativa que ese otro (y tantos) ponen en tu trabajo se vuelve inevitablemente parte de los resultados y pesa cuando desaparece. En algunos mucho, en otros menos, pero quien diga que no pesa me parece que está mirando para otro lado. Algo así como cuando los actores ya no tienen mucho trabajo y no los llama nadie para trabajar como actores y desaparecen de escena y la gente se olvida de ellos. Veo bastante seguido esas notas que titulan sobre la vida de quienes supieron ser las estrellas de x programa y ahora se dedican a otra cosa totalmente alejada porque no tienen más cabida como los actores que son y se los ve hasta desmejorados. Siento pena cuando algunas figuras, por esta falta de trabajo que supieron tener, caen en las adicciones, por ejemplo, o pierden el rumbo de su felicidad. Porque creo que la vida no debería de ninguna manera acabarse cuando este ego del espectáculo está herido o lo han matado, pero al parecer pasa y mucho, y pensar que a esas personas les pasa porque son livianas o tienen un sentido efímero de la profesión, me parece un crimen y una injusticia tremenda.
La carrera de una modelo tiene esto de alimentarse de un éxito constante. Que si te llama o no tal marca, que si tu cara es o no la que se busca, que si tu estilo va o no con la tendencia… Creo que confiar en que todo vuelve, mucho más en moda, es de gran ayuda para resistir cuando las puertas se cierran y reinventarse, ampliar los horizontes y buscar nuevas oportunidades. Soportar esa presión y ese deshecho constante de lo anterior que caracteriza a la moda es muy complejo. Hace unos meses me encontré por pura casualidad con una colega que supo ser una gran figura de las pasarelas hace unos siete años. No llegó a tener un nombre famoso para el público masivo, pero sí era una grosa en el ambiente. Cuando yo empecé, a los 16, era la más chica de la camada de tops de Europa, todas me llevaban entre cuatro y seis años. Y esta chica la rompía, no paraba de trabajar. Por esas cosas vertiginosas de la carrera de modelo, la perdí de vista y mi carrera enfiló mucho más hacia la alta costura. Después me enteré que esta chica había salido del circuito, pero no mucho más. Y la vida sigue y una sigue y de repente pasaron seis años. Cuando la vi hace unos meses en un café de Londres me costó reconocerla, era otra físicamente y su actitud era otra. Alejada absolutamente de la moda, me habló amargada de un final abrupto, de no ser más la cara de, de tener una belleza que no supo ni nadie quiso sostener, de agobiarse entre los castings y los horarios chinos, de vivir de un lado a otro sin saber qué te depara mañana, de que el teléfono dejó de sonar… Y así una sucesión de situaciones tristes según todo lo que me contó. Una caída que no fue tropezón, una chica espléndida olvidada hasta por ella misma, un final que todavía pesa y que parece no terminar más, aunque sea para ella.
En estos días pensé en todo esto quizás por tener que hacer reposo, quieta, porque si algo me desvela de mi carrera es el amor que le tengo y las ganas de seguir creciendo y esto significa, también, seguir estando, aunque sea, con un pie en la alta moda y el resto del cuerpo en varios otras actividades. Soy de la idea que uno elige sus ambiciones y hacia donde quiere ir, hasta dónde quiere llegar y hasta cuándo. Y que quizás esta carrera no es sólo para una cara bonita si no también para quienes tienen ganas y fuerzas de pelearla todos los días y de apostar a que es posible levantarse y salir adelante.
Más leídas
Alejada de la función pública. Camaño habló de una potencial crisis que amenaza a Milei: “Después va a llorar”
Medida cautelar. La Justicia ordenó que las prepagas limiten sus aumentos a la inflación y devuelvan lo cobrado de más
Hay 37 muertos. Trágicas inundaciones en el sur de Brasil: el agua avanza y cubre el centro histórico de Porto Alegre