Alberto Fernández y un asado con la CGT en Olivos tras la carta con reclamos

Después de una fugaz tensión, Alberto Fernández y la CGT retomaron su alianza y dejaron de lado los cortocircuitos. El Presidente recibió hoy a varios referentes de la central obrera en Olivos para compartir un almuerzo y pasar en limpio los temas que inquietan a los líderes gremiales, que hace tres semanas emitieron un duro comunicado y expresaron su preocupación por los recortes en las ayuda social y en los planes de empleo y por la nueva actualización de las jubilaciones.

Según fuentes cercanas al Presidente, fue una audiencia solicitada por Héctor Daer, uno de los jefes cegetistas, y la expectativa es sostener los encuentros con regularidad. "La idea es reunirnos cada 20 días", precisó uno de los siete sindicalistas que participó del asado en la quinta presidencial.

"Lo que buscamos es incrementar el diálogo con el Gobierno en el camino hacia la pospandemia, que la transición nos sirva para sentar las bases de una recuperación económica", dijo a LA NACION uno de los líderes gremiales al salir de la quinta presidencial. Entre los tópicos que tocaron Fernández y los referentes sindicales estuvieron la conformación del Consejo Económico y Social, los reclamos de fondos para las obras sociales y el operativo de vacunación nacional. También se profundizó en la necesidad de generar empleo formal y en seguir "semana a semana" la posibilidad de extender las medidas para evitar bajas laborales. Es decir, la posibilidad de extender la doble indemnización más allá de enero de 2021. Lo mismo para el decreto que prohíbe despidos sin causa.

"Les preocupa la reactivación económica y que se sostenga la ayuda social. Pero se fueron más optimistas de lo que llegaron", confió uno de los colaboradores directos del Presidente.

A la quinta presidencial se acercaron este mediodía, además de Daer, Carlos Acuña (Estaciones de Servicio), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingieri (Obras Sanitarias), Jorge Solá (Seguros), Antonio Caló (UOM), Armando Cavalieri (Comercio) y Gerardo Martínez (Uocra). No asistió ninguno de los Moyano, enfrentados con la cúpula de la CGT en el concierto sindical. Por el lado del Gobierno, estuvieron Fernández, Gustavo Béliz, Cecilia Todesca y Claudio Moroni, a quien le cantaron el feliz cumpleaños con una torta. Almorzaron asado con ensalada.

La reunión del Presidente con la CGT llega a tres semanas de que la central obrera emitiera un comunicado en el que dejó saber su preocupación por el recorte de fondos a los programas sociales y laborales, en medio del giro ortodoxo del ministro de Economía, Martín Guzmán. Además, los gremios habían manifestado su malestar por la actualización de las jubilaciones, con un mecanismo que no contempla la inflación.

"El comunicado solo expresó nuestras preocupaciones. Lo importante ahora es encarar la recuperación económica", dijo uno de los referentes sindicales, que evitó sumarle dramatismo a los reclamos que semanas atrás dejaron por escrito.

Lo que sí alertaron los líderes cegetistas durante el encuentro con el Presidente fue sobre la situación de las obras sociales. A un hombre cercano a Fernández le quedó en claro tras la visita a Olivos que "es el tema que más le preocupa" al sector sindical.

Un líder gremial argumentó: "La inquietud es porque los medicamentos de alta complejidad y la tecnología médica aumentaron sus valores exponencialmente. Los costos de la salud crecen fuertemente y eso no es acompañado por el salario. Necesitamos una solución estructural". Los sindicalistas esperan tener más reuniones con el Presidente y con el Ministerio de Salud para abordar el tema.

Entre corte y corte, en tanto, Fernández, le manifestó a los líderes gremiales su intención de convocar en los próximos días al Consejo Económico y Social. Podría hacer la convocatoria el jueves, cuando el Presidente cierre la 26º Conferencia Industrial de la UIA. "Alberto quiere reunirlo ahora, pero también generar pautas de funcionamiento para que quede institucionalizado por ley", confió un jefe sindical.

El clima del encuentro, coincidieron de ambas partes, fue bueno. Entre ambas partes hay, más allá de las inquietudes por las medidas economicas, un pacto político que sigue vigente. Quedó demostrado el Día de la Militancia cuando, a pesar de haber emitido la misiva -que no estuvo acompañada por ninguna medida de fuerza- la CGT le dio una demostración de apoyo al Presidente en la calle. Y quedó demostrado hoy, en la foto conjunta. Esta vez no se olvidaron de posar con barbijos.