Algunos de los jefes policiales removidos estarían ligados al fracaso de la búsqueda

Finalmente la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, se ocupó de su policía de manera personal y efectiva. Por ello, el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, dispuso ayer el desplazamiento de siete miembros de la cúpula quienes, según trascendió, estarían directamente o indirectamente ligados con la frustrada cacería en la provincia de Buenos Aires de los tres prófugos del penal de General Alvear.

Anoche, Ritondo dijo en el canal TN que investigan el llamado de un jefe policial con uno de los prófugos. Fuentes oficiales de la Gobernación también confiaron a LA NACION que los relevos de oficiales superiores podrían continuar en las próximas horas y alcanzarían a una veintena de comisarios mayores e inspectores.

"Aquellos que no trabajan, los que no quieran un cambio, se van a tener que ir. A los que están a favor de una fuerza más profesional les vamos a dar lugar", había sentenciado Ritondo anteanoche. Para ese entonces la decisión del comienzo de una nueva purga en la policía bonaerense ya estaba tomada.

La afirmación del ministro, según dijeron a este diario fuentes cercanas a la Gobernación, se vinculan directamente con varios de los desplazamientos en la plana mayor de la policía provincial que fueron dispuestos ayer.

En un comunicado de la cartera de Seguridad, se dieron a conocer los detalles de los cambios ordenados por Ritondo.

Se dispuso el reemplazo del comisario general Miguel Ángel Maccario, a cargo de la Superintendencia de Seguridad de San Martín-Tres de Febrero. Ésas son dos zonas muy "calientes" del delito en el conurbano, donde en los últimos tiempos se hicieron "fuertes" las bandas dedicadas al robo de autos y a la venta de drogas al menudeo. Desde el 1° de octubre pasado, pocas semanas antes de las elecciones presidenciales, el entonces secretario de Seguridad, Sergio Berni, dispuso el desplazamiento de casi mil policías federales a esos dos distritos manejados por el justicialismo. Tal medida era para descomprimir el malestar de los vecinos acechados por el delito. Aún hoy sigue la Policía Federal dando seguridad a esas zonas.

La purga también alcanzó al comisario general Oscar Eduardo Terminiello, superintendente de Seguridad Interior Centro; el comisario general Gabriel Alejandro Lamónico, superintendente de Seguridad Interior Sur, y el comisario general Miguel Ángel Alanís, superintendente de Seguridad Oeste.

La lista de retiros se completó con el responsable de la seguridad en toda la provincia, el superintendente de esa área, comisario general Claudio Blanco, quien tuvo una participación directa en la búsqueda del trío de prófugos en la provincia.

También se agregó al director provincial de Suministro, comisario general Claudio Alejandro López, y al jefe de la Superintendencia de Seguridad Vial, comisario general Rubén Alberto Lobos. La actuación de este último jefe policial, según agregaron las mismas fuentes, no habría conformado a Ritondo durante la búsqueda.

"Ésta es la oportunidad para purgar a la policía", había anticipado hace pocos días el flamante ministro de Gobierno de Buenos Aires, Federico Salvai, luego de enterarse de una serie de sospechas de complicidades de sectores infieles de la policía o ligados con el narcotráfico que habrían dejado libre el camino para que los hermanos Martín y Cristian Lanatta, junto con Víctor Schillaci, escaparan hacia la provincia de Santa Fe.

Una vez conocida la captura del trío más buscado, en los despachos del Ministerio de Justicia en la ciudad de La Plata comenzaron a realizarse análisis críticos de la actuación de los policías bonaerenses que intervinieron durante los once días estériles de búsqueda. Es más, hasta dos policías, un hombre y una mujer, sufrieron serias heridas al ser acribillados por los prófugos durante un control vehicular en la localidad de Ranchos.

Por todo ello, en las últimas horas, el gobierno bonaerense había evaluado que estaba pagando un costo político alto, por lo que decidió los siete desplazamientos, a los que se les debe sumar el jefe de la Delegación Departamental de Investigaciones de Quilmes, Marcelo Di Rosa, y al N° 1 de Investigaciones de la Policía, comisario general Néstor Larrauri.

Pero, según se agregó, no todo termina allí. En las próximas horas se daría a conocer la lista del paso a retiro de 21 comisarios mayores e inspectores. Es decir que una nueva purga en la bonaerense está en marcha.

Los cambios en la bonaerense

La crisis desatada por la resonante fuga del penal de Alvear aceleró los pasos a retiro de jefes policiales

Relevos

Claudio blanco

Comisario Gral.

Hasta ayer era el responsable de la seguridad en toda la provincia

Rubén Lobos

Comisario Gral.

Era el jefe de la Superintendencia de Seguridad Vial de la policía

Claudio López

Comisario Gral.

Se desempeñaba como director de Suministros de la fuerza

Miguel Maccario

Comisario Gral.

Era el superintendente de Seguridad en San Martín y Tres de Febrero

Oscar Terminiello

Comisario Gral.

Cumplía funciones como superintedente de Seguridad Interior zona centro

Gabriel Lamónico

Comisario Gral.

Estaba a cargo de la superintendencia de Seguridad Interior zona sur

Miguel Alaníz

Comisario Gral.

Era el jefe de la superintendencia de Seguridad en la zona oeste

Maria Eugenia Vidal

Gobernadora

Cuando asumió sólo cambió al jefe y subjefe de la fuerza. Había pensado realizar más cambios en los meses siguientes, pero la crisis generada por la fuga en el penal de General Alvear aceleró los tiempos políticos

Cristian Ritondo

Ministro de Seguridad

Denunció que los prófugos tuvieron, directa o indirectamente, la colaboración de un grupo de policías bonaerenses para dejar el camino libre para la fuga dentro del territorio de la provincia de Buenos Aires

Juan Pablo Bressi

Jefe de la policía bonaerense

Se desempeñaba como jefe al frente del área de Investigaciones de Tráfico de Drogas Ilícitas de la fuerza de seguridad hasta que fue designado por la gobernadora como jefe de la policía bonaerense

Hugo Matzkin

Ex jefe de la policía bonaerense

Durante cuatro años fue el máximo responsable de la fuerza de seguiridad provincial. Renunció cuando Vidal asumió como gobernadora. Su labor fue cuestionada durante la investigación del crimen de Candela Rodríguez