Apertura de sesiones 2022: el frío recibimiento de Cristina Kirchner, los gestos y la escasez de aplausos

La vicepresidenta Cristina Kirchner recibió al presidente Alberto Fernández junto al titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Lo saludó estrechándole ambas manos, mientras el jefe del Estado y Massa se saludaron con un beso. A pesar de la recepción, cerca del mandatario hoy evaluaban que el intercambio entre ambos fue interpretado como “mejor de lo esperado”. Tras lo que agregaban que ambos se habían tomado “varias fotos” en las que, aseguraban, se veía esa “sintonía”.

“Ella es siempre afectuosa”, evaluó una fuente de Casa Rosada tras lo que agregó que a Kirchner “le incomoda no ser protagonista, pero porque no sabe cómo actuar”, justificó. Luego de lo cual resaltó que “hace todo lo formal que hay que hacer y le gusta mostrarse institucional”, completaron.

La última vez que ambos dirigentes se habían mostrado en público fue el 10 de diciembre pasado, en el acto por los 38 años del retorno a la democracia. Entonces, Fernández “jugaba de local” en Balcarce 50 y la exmandataria volvió ese día por primera vez en seis años al despacho que ocupó entre 2007 y 2015. Nunca había vuelto a entrar en los dos años que Fernández lleva ocupándolo. Hasta entonces, cada vez que había visitado Rosada había ido al despacho del ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, en la planta baja del edificio.

Ese día, en el escenario, primero ella y después él habían cruzado posiciones sobre el posible acuerdo con el FMI, tema que volvió a mencionarse hoy, pero en el que sólo el mandatario tuvo la palabra.

Tras un rápido paso ante los legisladores de la comitiva elegida para recibir al Presidente, se dirigió a firmar el libro de actas, que el primer mandatario rubricó con un “Sinceramente”, como se titula la autobiografía de Cristina Kirchner. En cambio, la vicepresidenta firmó rápidamente y se dirigió al recinto junto al Presidente.

Antes del comienzo del discurso, Cristina Kirchner le acercó los micrófonos al Presidente y le habló brevemente. Cuando Fernández arrancó, el Presidente solicitó un minuto de silencio por las víctimas del Covid y de la guerra entre Rusia y Ucrania. Fernández saludó a legisladores en el recinto y Cristina Kirchner aprovechó para acomodarse el pelo en el arranque del homenaje.

El minuto de silencio generó el primer momento tenso para la vicepresidenta. Antes del ingreso del Alberto Fernández al recinto, Cristina Kirchner había ignorado al diputado Mario Negri (UCR), que levantaba la mano para pedir la palabra. Sin responder a la solicitud del jefe del bloque radical, la vicepresidenta hizo votar el cuarto intermedio para habilitar el ingreso del Presidente al recinto. Negri quería pedir un minuto de silencio por las víctimas de la guerra en Ucrania, lo que finalmente se concretó a pedido de Fernández.

La vicepresidenta siguió en seriedad la primera parte del discurso, en la que el Presidente repasó la crisis de la pandemia. Asintió levemente cuando Fernández dijo que no era infalible. No acompañó los primeros aplausos que cosechó el jefe del Estado. El primero de ellos, cuando destacó que ningún argentino se quedó sin atención médica ente el coronavirus.

En el pasaje que Fernández le dedicó a la economía popular, Cristina Kirchner espió el discurso del Presidente. También cuando habló sobre la deuda externa.

El primer momento momento tenso del discurso, cuando el Presidente le reprochó a la oposición no haber aprobado el presupuesto, tampoco inmutó a Cristina Kirchner. Fernández dijo que solo a él y a su vice (en 2010) no les habían aprobado la ley de leyes en el Congreso, lo que levantó nuevos aplausos desde las bancas.

Cristina Kirchner sonrió tras el párrafo en el que el jefe del Estado subrayó que la deuda que tomó el expresidente Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es “impagable”.

Cristina Kirchner levantó las cejas cuando se retiró parte de la oposición tras el anuncio de una investigación sobre la deuda tomada por el gobierno de Juntos por el Cambio.

Otro de los pasajes del discurso en los que Cristina asintió fue cuando el Presidente recordó a los excombatientes de la Guerra de Malvinas, de la que se cumplen 40 años. En ese momento, ante comentarios en el recinto, se llegó a escuchar a Cristina dirigirse a algún legislador para decirle, como pidiéndole piedad: “Es la primera”.

Cuando finalizó el discurso, la vicepresidenta le dedicó un “muy bien” al Presidente, le retiró los micrófonos y dio por finalizada la sesión. Lo acompañó hasta las escalinatas del Congreso y lo saludó con un beso tras cruzar unas breves palabras. Mucho más efusivo fue el beso y el abrazo de despedida del jefe del Estado con Massa.

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