Arribas juró en la AFI y recibió un fuerte apoyo del Presidente
Fue un mensaje para quienes lo cuestionan; en su asunción formal en el cargo, Macri resaltó que es de su "extrema confianza"
"No, no estoy en desacuerdo", dijo, divertida, Elba, la madre de Gustavo Arribas. Mauricio Macri sonrió; su amigo, el director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) , a segundos de cumplir la formalidad de jurar para ejercer el cargo que ocupa desde hace casi un año, tampoco podía ocultar su felicidad. Es que el jefe del Estado transformó un acto formal en un mensaje de apoyo para el hombre que eligió para liderar el mundo de los espías.
Antes de comenzar con la lectura, Macri quería dejar en claro lo que representa "el Negro" Arribas para él. "Si hay alguien que se oponga a esto, por favor que lo diga en este momento", comenzó, directo, el Presidente. Y, dirigiéndose a Elba, agregó: "Si la mamá no está en desacuerdo, voy a convocar al señor".
Tras la polémica que despertó su designación -fue cuestionado por su falta de experiencia-, Macri ensayó ayer un respaldo absoluto para este escribano de su máxima confianza que durante los últimos años ganó notoriedad como representante de futbolistas.
"La verdad es que al señor lo convoqué engañado. Le dije que lo necesitaba en un cargo que tenía que ver con el fútbol, pero después estudiando con mis otros colaboradores, y dadas las características de la persona que se necesitaba para la AFI, en el que el presidente creyese en su capacidad y honestidad de muchos años, es que me decidí a convocarlo", dijo Macri.
Desde que se hizo cargo de la ex SIDE, el "Señor Cinco", como se lo llama en la jerga de los espías, se puso como objetivo "profesionalizar" el organismo. No se trata de una tarea sencilla. El descontrol que se encontró apenas asumió fue una muestra de la "batalla" que tendría por delante. Desde su llegada, las operaciones de inteligencia se sucedieron sin control.
Por la falta de confianza en la "vieja estructura", Arribas tomó dos decisiones clave en las últimas semanas: creó la Dirección de Asuntos Internos y definió que todos deberán pasar al menos una vez por año por el detector de mentiras. La negativa será causal de sumario y el principio del final de la carrera en el submundo de los espías. Una de las metas que Arribas confió a sus íntimos es que quiere "jubilar" a los agentes que tengan más de 20 años de servicio y reemplazarlos con "espías profesionales".
Pero Arribas también tomó medidas que causaron rechazo en un grupo de ONG que reclaman mayor transparencia. Por ejemplo, el decreto 656/16, que dispuso que todos los fondos de la AFI vuelvan a ser secretos. "Es así en todo el mundo, es necesario para funcionar", justificaron fuentes oficiales.
Ayer, nada de esto sobrevoló la jura. "Fue un respaldo grande", dijeron fuentes cercanas a Arribas, que se paseó por el Salón Blanco saludando a todos los presentes, entre los que se destacaron María Eugenia Vidal, Marcos Peña, Rogelio Frigerio, Carolina Stanley y Julio Martínez, entre otros.
La designación de Arribas resultó una de las mayores sorpresas del gabinete. "Aprendió mucho", justificó uno de sus hombres de confianza. Lo cierto es que ayer Macri lo respaldó y no dejó dudas de por qué lo eligió para un lugar tan sensible: es de su "extrema confianza".