Testigos falsos: Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi revocaron el sobreseimiento de los acusados de una operación contra Sebastián Casanello

En su retorno a la Cámara Federal tras casi dos meses de licencia, los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi revocaron los sobreseimientos del abogado Santiago Viola y el fiscal Eduardo Miragaya, los acusados de haber montado una operación con testigos falsos para correr al juez Sebastián Casanello del caso por lavado de dinero contra Lázaro Báez.

Viola y Miragaya habían sido sobreseídos en agosto pasado por el juez federal Luis Rodríguez, que consideró que no había elementos para mantener abierta la causa. Este fallo de la Cámara es el segundo revés para Viola y Miragaya ante este tribunal, que ya había revocado un sobreseimiento anterior dictado por Rodríguez.

En septiembre pasado, Casanello, víctima del caso y querellante en la causa, apeló el fallo de Rodríguez e insistió a la Cámara Federal con un escrito para que los sobreseimientos no fueran confirmados.

Casanello había dicho a la Cámara que en el juicio que culminó, en el que los dos testigos falsos reconocieron su culpabilidad, ellos apuntaron a Miragaya y a Viola como los responsables de la operación montada para apartarlo. Dijo que era "evidentemente apresurado" sobreseerlos y sostuvo que se truncó una investigación con un "sobreseimiento exprés" cuando todavía había prueba trascendente por realizar.

Bruglia y Bertuzzi votaron por dictarles la falta de mérito (Rodríguez deberá tomar nuevas medidas de prueba) mientras que el otro juez de la Sala I, Mariano Llorens, votó por confirmar los sobreseimientos.

"El sobreseimiento dictado en autos resulta prematuro, en tanto restan medidas pendientes de producción para integrar adecuadamente el objeto del proceso y despejar las dudas que aún subsisten en cuanto al desarrollo de los hechos y a la participación de los aquí encausados en la maniobra que se les ha imputado"; dijeron en su voto Bruglia y Bertuzzi.

La causa de los testigos falsos

Los testigos Gabriel Corizzo y Carlos Scozzino fueron quienes declararon haber visto a Casanello en Olivos. En la investigación se corroboró -a través de testimonios y registros documentales- que los dichos de ambas personas eran falsos.

Según consta en el expediente, Viola y Miragaya se comunicaron un total de 238 veces a través de llamadas al celular de Miragaya y al teléfono del estudio que Viola comparte con su madre, Claudia Balbín. Esas comunicaciones se dieron en el contexto en el que los testigos falsos declararon contra Casanello.

El juez Rodríguez procesó a los testigos truchos, aunque no ahondó sobre quiénes los habían instigado a ejecutar la operación, a quienes les dictó la falta de mérito. En ese entonces Casanello solo apeló la falta de mérito de Viola.