Castells quiso tomar el Indec y el Cabildo
"¿Qué quieren, un muerto en la Plaza de Mayo? ¡Pues lo va a haber! ¡Es un desastre el gobierno del Chaco...! ¡No nos iremos hasta que nos escuchen!" A los gritos, Raúl Castells anunciaba ayer que se quedará en la Plaza de Mayo en huelga de hambre, junto con otras nueve personas, hasta que el gobernador chaqueño Jorge Capitanich les entregue la ayuda social que reclaman.
Fue el final de una mañana de tensión, en la que miembros del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), junto con otras doce organizaciones, intentaron tomar varios edificios públicos, entre ellos el Indec.
En este último lugar, un grupo de militantes de Castells entró y chocó contra integrantes del sindicato del instituto de estadísticas. Hubo una fuerte escaramuza. Los piqueteros fueron repelidos a golpes de puño y salieron, cuando llegaba la Policía Federal a custodiar la entrada.
Antes, habían tomado la confitería del Cabildo. "Le comentamos que somos del Chaco y venimos a reclamar que Capitanich [Jorge] nos ha cortado el programa de becas, subsidio y alimentación", les decían, con micrófono en mano, a los peatones del centro porteño.
Lo mismo se repitió en una sucursal del banco Santander Río, situada en Hipólito Yrigoyen al 400, y en la Casa de la provincia del Chaco en Buenos Aires.
Las doce organizaciones piqueteras confirmaron, tras una asamblea, que continuarán con la huelga de hambre en la Plaza de Mayo "hasta ser atendidos por un funcionario del gobierno nacional" mientras esperan que el kirchnerista Capitanich cumpla con los reclamos que le vienen haciendo.
Además, decidieron que los huelguistas tomaran líquidos durante el fin de semana, por el débil estado de salud que presentan.
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