Pobreza: Alberto Fernández anunció la ampliación de la Tarjeta Alimentar y destinan 250 mil millones de pesos

En medio de la crisis que profundiza el contexto sanitario, el presidente Alberto Fernández relanzó hoy el programa de la Tarjeta Alimentar y anunció que extenderá el beneficio para las madres y padres con hijos de hasta 14 años.

“Vamos a ampliar la Tarjeta Alimentar para que la perciban las madres que tengan hijos de hasta 14 años. Los montos se mantendrán igual. La madre con un hijo cobrará $6000 y $9000 las que tienen dos hijos. El monto se incrementa hasta $12000 por mes para los hogares con tres o más niños a su cargo”, anunció Fernández, en el marco de la segunda reunión de la Mesa contra el Hambre.

Desde el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, acompañado del ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, con quien tuvo gestos de respaldos, Fernández afirmó: “Vamos a pasar a atender a cuatro millones de niños y niñas, lo que implica una inversión de 250 mil millones de pesos durante 2021″.

“En 2021, el gobierno nacional va a invertir un 0.7% del PBI en este programa”, afirmó el Presidente. Y continuó: “La Tarjeta Alimentar que estamos ampliando se suma a un paquete de otros proyectos y planes que el Estado nacional ha creado y sostienen a la Argentina, como el Potenciar Trabajo, los préstamos, el Plan de los 1000 días, y podría seguir”. “La lógica es ir hacia una Argentina que distribuya mejor sus recursos y sus ingresos”, agregó.

Según indicó Fernández, la Tarjeta Alimentar pasará de llegar a 1,9 millones de niños y niñas a contemplar 3,7 millones de menores de 14 años. La ampliación implicará triplicar la inversión mensual en el programa, que, hasta el momento era de diez mil millones de pesos. A partir de este mes, será de 30 mil millones de pesos.

Los montos del plástico ya se habían duplicado en febrero de 2021, pero el refuerzo no alcanzó. “Ampliamos la Tarjeta Alimentar en febrero en un 50% y así buscamos aliviar la penuria de los que reciben este ingreso para alimentar a sus hijos, pero se enfrentan a un aumento de los alimentos que es imposible de explicar”, indicó el Presidente.

Fernández fue crítico con el sector privado que maneja el rubro alimentario, y pidió a los empresarios que hicieran un “esfuerzo” por los que menos tienen. “Los que menos esfuerzo deben hacer son los que menos tienen, que ven que los precios de los alimentos no paran de subir”, sostuvo, tras indicar, con vehemencia: “Celebro que los precios internacionales de los commodities crezcan, pero no celebro que los argentinos paguemos los alimentos como los pagan los que demandan nuestro alimentos en cualquier latitud del mundo. Ahí es donde digo que la puja sectorial tiene que encontrar un límite, un punto en donde solidariamente digamos basta y pensemos en los que necesitan.”

En esta línea, sobre el final de su discurso, Fernández disparó: “Quiero ponerle fin a la puja distributiva que nos lleva a discutir quién se lleva la mayor tajada y quiero que cada uno se lleve lo que corresponde, sabiendo que hay 40% de los argentinos que padecen”.

Alineado con el primer mandatario, Arroyo se mostró preocupado tanto por el nivel de pobreza infantil como por el precio de los alimentos. “El dato más alarmante que tenemos en el país es el 57% de pobreza en los niños”, afirmó el ministro. Y agregó: “El objetivo del encuentro es encarar mejores políticas públicas”. Entre orador y orador, el funcionario insistió en que el precio de la canasta alimentaria representa “un problema central” para su gestión.

“En la Argentina, hay diez millones de personas que reciben asistencia alimentaria. Se extendió la Tarjeta Alimentar, pero tenemos problemas de calidad nutricional”, reconoció Arroyo. Seguido, detalló: “El 50% de las compras que se hicieron en abril con la tarjeta fueron destinadas a carne, leche, frutas y verduras, pero en abril del año pasado fueron del 62%”.

Por su parte, Guzmán –quien mantuvo la semana pasada momentos de tensión con el Ejecutivo por un cortocircuito con el subsecretario de Energía, Federico Basualdo– remarcó su apoyo al Presidente. “Nuestro Presidente siempre marca una línea, que seguimos, que es la que parte de los consensos y los acuerdos y apunta a tranquilizar a la Argentina. Nuestro compromiso es el de seguir trabajando para tener una sociedad con más oportunidades”, indicó el titular de la cartera de Economía.

Además, el funcionario que negocia la deuda con el FMI expresó: “Enfrentamos una situación en la cual es injusto pedirle a un segmento de nuestra población que puedan tener las mismas condiciones de acceso al mercado de trabajo que en una situación sin pandemia. Es importante focalizar los recursos en lo que más hace falta, poder proveer asistencia alimentaria a los niños y niñas de nuestro país o proteger a quien no tiene condiciones de acceso al mercado de trabajo”.

Además de los ministros Arroyo y Guzmán, el Presidente estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. También participaron la presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (Cncps), Victoria Tolosa Paz; la directora Ejecutiva de la ANSeS, Fernanda Raverta, y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco.

En el acto de esta tarde también expusieron integrantes del Cnsps: la representante de UNICEF Argentina, Luisa Brumana; Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo; Daniel Funes de Rioja, Presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL); Carmelo Gallardo, representante de FAO en la Argentina; monseñor Carlos Tissera, presidente de Cáritas; Osvaldo Carnival, representante de ACIERA (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina), y Esteban “Gringo” Castro, secretario General de la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular).

Además de la tarjeta dirigida a las personas que perciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Asignación Universal por Embarazo, el Ministerio de Desarrollo Social mantiene activo el plan Potenciar Trabajo, a través del cual 870.000 personas reciben la mitad de un salario mínimo. Lo obtienen como contraprestación, por cumplir con una jornada laboral de cuatro horas en proyectos productivos, comunitarios o sociolaborales.