De paso por San Isidro, Macri criticó la gestión bonaerense
El líder de Pro estuvo con Vidal y su primo Jorge en una caminata por la villa La Cava y un centro comercial; hubo aplausos y reproches
De chicos con pies descalzos a una reluciente zapatería. Del olor nauseabundo de la hacinación en casas precarias a las exquisitas fragancias de las perfumerías de la peatonal céntrica. En poco menos de una hora, Mauricio Macri conoció las dos caras de San Isidro, el distrito que maneja desde hace 14 años su ex aliado el hoy massista Gustavo Posse.
La recorrida formó parte de la instalación provincial de María Eugenia Vidal, vicejefa de gobierno porteño y precandidata de Pro para disputar el distrito más poblado del país. Una instalación en la que parece haber consenso: además de Macri, se sumarán en los próximos días otras figuras de Pro, como Gabriela Michetti, Horacio Rodríguez Larreta y Sergio Bergman, que podría postularse en Tigre.
En la recorrida, de la que participaron el intendente de Vicente López y referente bonaerense, Jorge Macri, y el ministro Guillermo Montenegro (virtual candidato a intendente para el año próximo). Macri palpó sin intermediarios la realidad del distrito. Criticó al gobernador Daniel Scioli y a Posse, se llevó una gran mayoría de elogios, abrazos y felicitaciones y un puñado de críticas, sobre todo vinculadas con los problemas educativos de la ciudad.
"Es tremendo. Les prometieron casas dignas en seis meses y ya pasaron ocho años", dijo Macri a LA NACION al salir de una casilla superpoblada y sin resquicios para que corriera el aire. ¿Quién tiene la culpa? "Mitad la gobernación, mitad la intendencia", contestó el jefe de gobierno. Vidal, por su parte, preguntaba a los vecinos, que le hablaron de faltantes en los hospitales. "Vengo a aprender", repitió a LA NACION antes de fustigar la inversión del gobierno bonaerense en salud. El ministro sciolista del área, Alejandro Collia, la cruzó a los pocos minutos en un comunicado donde le pidió que se "ocupe de los graves problemas de gestión que tienen la salud pública y la educación de la ciudad".
Posse, ex aliado hasta hace meses, fue también blanco de las críticas. "Estuvo trabajando para hacer un armado, pero no era un militante nuestro, andando se conoce a la gente, pero no tengo ningún reclamo para hacer", afirmó Macri a este diario. Entusiasmado con el desafío, Montenegro sostuvo que el radical "nunca tuvo un adversario serio" y que "no puede ser que Tigre esté mejor que San Isidro".
Con quien Macri parece haber llegado a la distensión es con su primo Jorge. Para aventar los rumores de desavenencias, los primos llegaron juntos y hasta se desafiaron a un partido de paddle. Todo fueron sonrisas y compromiso de trabajo conjunto, lejos de las posiciones divergentes que el intendente de Vicente López manifestó con relación a Sergio Massa y a la candidatura de Vidal.
Después de La Cava, Macri caminó por la peatonal céntrica. La mayoría femenina lo abrazó y le pidió fotos, pero también hubo enojados. "Macri, ¿y las vacantes? ¿Y las escuelas container ?", le reprochó una señora rubia que se coló entre simpatizantes y periodistas. "¿Es cierto que van a cerrar todas las escuelas públicas?", le preguntó una voluptuosa morocha en un local de ropa interior. "¿Y vos sabías que desde que estamos nosotros aumentó la cantidad de inscriptos en la ciudad?", le retrucó el jefe de gobierno, que volvió hablar de "trasladar al país el modelo de gestión en la ciudad" y dejar críticas al gobernador.
"La gente espera soluciones, la General Paz no puede ser una división", afirmó Macri en tren de diferenciarse de su amigo personal y adversario político de cara a 2015.
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