El fallo de la Corte allana un camino peligroso para Cristina Kirchner

Tres años y un mes se tomó la Corte Suprema para analizar y rechazar los recursos de Cristina Kirchner contra el avance de la causa Vialidad. En mayo de 2019, el máximo tribunal -con las firmas de todos sus ministros menos la de Carlos Rosenkrantz- le pidió a los jueces que estaban a punto de iniciar el juicio oral que le mandaran “urgente” los 29 cuerpos del expediente porque iba a “examinarlo” para resolver los planteos. El juicio casi no empieza. Los resolvió finalmente hoy, en un momento crucial para la causa.

Ya se reunieron todas las pruebas, desfilaron todos los testigos y el juicio entra en la etapa de la “discusión final”. Lo próximo serán los alegatos. Empiezan la Unidad de Información Financiera (UIF) y el fiscal Diego Luciani. No está claro si la UIF, que depende del Poder Ejecutivo, acusará a la expresidenta, pero en los tribunales de Comodoro Py nadie duda que Luciani va a pedir una pena de prisión para ella.

La Corte confirma todas las semanas rechazos de planteos de acusados, pero esta decisión es toda una señal y allana un camino poco auspicioso para Cristina Kirchner. No solo por la oportunidad, también porque el fallo fue unánime. A la nueva mayoría de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda -de la que el Gobierno no espera nada desde hace tiempo- se sumó Ricardo Lorenzetti. Según relató a LA NACION una fuente del tribunal, él primero había propuesto responder a los planteos de la vicepresidenta remitiendo a “la plancha” del artículo 280, que le da a la Corte la posibilidad de rechazar un recurso extraordinario “según su sana discreción” y sin necesidad de fundar lo decidido. Finalmente, votaron todos juntos los tres fallos, con fuertes cuestionamientos a los argumentos de la defensa de Cristina Kirchner.

Pero además, la Corte confirmó que la sala de la Cámara de Casación que debe resolver los planteos contra las decisiones del tribunal oral es la IV, hoy conformada por Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Javier Carbajo. Hornos y Borinsky son los jueces a los que Cristina Kirchner denunció por sus visitas a la Quinta de Olivos y la Casa Rosada durante el gobierno de Mauricio Macri. En principio serán ellos los que revisen la sentencia que en algún momento dicte el tribunal oral.

“Con lo que dijo la Corte, Beraldi [Alberto, abogado de Cristina Kirchner] va a tener que esmerarse. Los jueces del tribunal tienen el 50 por ciento de la sentencia escrita”, dijo a LA NACION un abogado que defendió a funcionarios kirchneristas y conoce como pocos cómo funciona Comodoro Py.

Mientras tanto, Luciani prepara desde hace semanas su alegato en una oficina solitaria en lo más alto del edificio de Comodoro Py 2002, una suerte de torre en el noveno piso, en el ala que da a Retiro, donde no tiene vecinos. Es el escenario ideal para trabajar en un borrador que no quiere que se filtre. Colaboran con él el fiscal Sergio Mola y algunos empleados y funcionarios de la fiscalía.

El celo es tal que cuando escriben para este alegato se desconectan de la red de internet y no se mandan nada por mail. Todo circula en pendrives, relataron a LA NACION fuentes de la Procuración. El fiscal pidió asesoramiento sobre seguridad informática a los expertos del Ministerio Público.

La fecha fijada para el inicio de los alegatos es el 11 de julio. En teoría, empieza la UIF. “Por ahora sí...”, dijo una fuente del tribunal. A diferencia de la Oficina Anticorrupción, hasta el momento el organismo antilavado no se retiró de la causa. No se sabe si acusará a la expresidenta.

Después será el turno de la fiscalía, que tiene nueve audiencias para exponer su acusación. Luego, alegarán las defensas. Son 13 y podrán extenderse durante tres audiencias como máximo cada una. En la segunda mitad del año el juicio se realizará los lunes, martes y viernes. A tres audiencias por semana, el tribunal espera terminarlo a fin de año.

A la decisión de la Corte se sumó hoy otra mala noticia judicial para Cristina Kirchner. El Tribunal Oral Federal 7 hizo el primer movimiento concreto en el tramo central del caso de los cuadernos de las coimas: citó a las partes para que dentro de los diez días se presenten, ofrezcan sus pruebas y hagan las recusaciones que estimen pertinentes. Esta medida es el primer paso para empezar todo juicio oral. Fue otra resolución que demoró en madurar. La causa lleva en el tribunal más de dos años y medio.

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