El oficialismo presentó una lista loteada con fuerte presencia del kirchnerismo
Victoria Tolosa Paz es la primera aspirante a diputada por la provincia y Daniel Gollán, el segundo; les siguen la massista Marcela Passo, el gremialista Sergio Palazzo y la senadora bonaerense Agustina Propato, esposa de Sergio Berni; décimo segundo irá el ministro Daniel Arroyo
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La lista de candidatos a diputados que presentó el Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires, lejos de promover nombres taquilleros, priorizó el reparto entre los sectores políticos que abrevan en el oficialismo. Por debajo de la cabeza de lista -donde recaló la postulante “preferida” de Alberto Fernández, Victoria Tolosa Paz- en el loteo primó el poder de lapicera del kirchnerismo, que impuso a la mayoría de los nombres. Además de la cuotaparte que le correspondió a Sergio Massa, la cúpula de la coalición de gobierno “pagó” con casilleros a los distintos factores de poder del peronismo bonaerense, como el sindicalismo y el PJ territorial.
Tolosa Paz, titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, quedó bendecida como primera candidata a diputada por la provincia de Buenos Aires en una charla mano a mano entre Fernández y Cristina, al promediar la semana. Así sepultaron la moción de una parte del camporismo para candidatear al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, un plan que el Presidente resistió con fiereza, para no resignar a su mano derecha en la gestión.
La principal candidata del oficialismo y la cara que trajinará los medios durante la campaña será así una dirigente del riñón del Presidente. Ella y su pareja, el histórico publicista del kirchnerismo Enrique “Pepe” Albistur, mantienen un vínculo de amistad con el jefe de Estado. Pero Tolosa Paz logró el visto bueno de la vicepresidenta gracias a la defensa mediática que hizo del Gobierno en los últimos meses.
El ministro de salud bonaerense, Daniel Gollán, quedó confirmado en segundo lugar. Esa, en cambio, fue una decisión de Cristina y Máximo Kirchner. Distintos referentes del oficialismo apuntaron que la candidatura trascendió mediáticamente -lo contó el periodista Roberto Navarro- antes de que la definición madurara en La Plata: Axel Kicillof no quería desprenderse de sus ministros, aunque sí esperaba voces en la lista que defendieran la gestión bonaerense. En los días previos se había instalado el nombre del viceministro de Salud, el camporista Nicolás Kreplak, que ascenderá a ministro. La Cámpora prefirió preservarle a su cuadro un rol ejecutivo para estar al frente de la gestión en la pandemia. “Se lo anotaron a la cuenta de Axel, pero él se enteró una vez consumado el hecho”, consideró sobre Gollán un importante armador del oficialismo.
Debajo de los nombres grandes de la boleta, La Cámpora se reservó dos lugares para dirigentes que podrían entrar al Congreso: la concejal de Chivilcoy Constanza Alonso y el concejal de Tandil Rogelio Iparraguirre. Los kirchneristas fieles Leopoldo Moreau y Vanesa Siley también se ubicaron en puestos distinguidos para renovar sus bancas.
La otra novedad de la boleta es el lugar privilegiado que consiguió el sindicalismo. El líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, consiguió ubicarse en el cuarto lugar, con letras grandes en la boleta. Se trata de un aliado histórico de Cristina. El mandamás de la CTA, Hugo Yasky, también podrá renovar su escaño.
Un trago amargo para Alberto
Fernández no solo no pudo colar más candidaturas sino que, además, debió digerir algunos nombres con antiácidos. Una de las sorpresas de la lista fue la candidatura de la senadora bonaerense Agustina Propato en el quinto lugar. Es esposa del ministro de seguridad bonaerense, Sergio Berni, quien hizo una campaña de posicionamiento personal con críticas muy crudas hacia el Presidente.
El otro “hombre del presidente”, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, quedó relegado al puesto 12º de la nómina, a pesar de que se lo esperaba en el lote superior de la boleta. El oficialismo tiene, de todos modos, entre 13 y 15 puestos con expectativas de entrar al Congreso. Con su postulación, Arroyo suelta el control de una de las cajas más abultadas del Estado que -se descuenta- será objeto de puja interna.
Sergio Massa, por su parte, ubicó a dos mujeres: Marcela Passo (en el tercer lugar), funcionaria del ministerio de Transporte, y Mónica Litza, actual funcionaria del Correo Argentino.
El encastre de las piezas no fue sencillo. El rompecabezas de candidatos seguía en borrador ayer cuando caía la noche y se acercaba el vencimiento del plazo en la justicia electoral. Muchos candidatos firmaron su adhesión a la lista sin tener confirmado el puesto. Máximo Kirchner le dio la puntada final en su despacho de Diputados, en comunicación telefónica con Eduardo de Pedro y Santiago Cafiero, que operaron desde Casa Rosada.
La lista dejó también heridos. Los intendentes en ejercicio no obtuvieron ningún lugar en la nómina nacional, si bien Julio Pereyra, un histórico cacique comunal, consiguió el décimo lugar. Algunos jefes comunales recalaron en cambio en las listas para la Legislatura bonaerense, como el intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares y el de Monte Hermoso, Alejandro Dichiara. En Hurlingham fue todo más tenso. La Cámpora confirmó que irá a las PASO con el dirigente Martín Rodríguez. El propio intendente, Juan Zabaleta, lo enfrentará como primer candidato a concejal, en un intento de plebiscitar su gestión.
Los movimientos sociales también quedaron relegados, a pesar de que en la previa habían hecho esfuerzos por aglutinarse. El coordinador de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, consiguió apenas el puesto 16º.
Jornada intensa
Los principales caciques de la coalición de Gobierno volvieron a mostrarse juntos, después de cuatro meses, en una fábrica de Escobar para presentar en sociedad a los candidatos por la provincia de Buenos Aires y de Capital Federal, con los que el Frente de Todos disputará las elecciones de medio término. Alberto Fernández, Cristina Kirchner, Sergio Massa y Axel Kicillof protagonizaron un acto sobrio, sin militancia, una decisión que, a pedido de la vicepresidenta, será una característica de la campaña por el contexto de pandemia.
Antes, los candidatos habían desfilado por la Casa Rosada para firmar su adhesión a la lista. Allí, Victoria Tolosa Paz quedó bendecida como primera candidata la lista bonaerense. Primero se dirigió a las oficinas de Cafiero, donde fue recibida con aplausos por Kicillof, De Pedro y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, además de un puñado de funcionarios y dirigentes. Luego bajó al Salón de los Escudos, en el ala del Ministerio del Interior, y estampó su firma en la lista. También se encontraban allí Gollán, quien llegó acompañado por Kicillof.
Entrada la tarde, se confirmaron los primeros cinco lugares de la lista, con la confirmación de Passo, Palazzo, y Propato. Entre quienes recibían a los candidatos en la Casa Rosada estaban Katopodis y el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque.
Sexto quedó Leopoldo Moreau, que irá por la reelección; séptima se ubicó Vanesa Siley (sindicalista judicial y actual diputada nacional); octavo firmó Hugo Yasky (diputado y referente de la CTA); novena, Constancia Alonso (concejal de Chivilcoy, de La Cámpora); y décimo, Julio Pereyra (diputado provincial y exintendente de Florencio Varela).
También se confirmó la inclusión como candidato de Pereyra, actual diputado provincial y uno de los históricos “barones” del conurbano. Y se inscribieron los nombres de Monica Litza (Frente Renovador), del titular de la CTA y diputado Hugo Yasky y del diputado cristinista Leopoldo Moreau.
El acto de esta tarde en la fábrica de cloro Queruclor, fue acordado por Fernández, Cristina Kirchner y Massa a última hora del viernes, como una forma de darle el puntapié inicial a la campaña del oficialismo. El sábado por la mañana, los colaboradores del Presidente telefonearon al intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, y coordinaron la puesta en escena a toda velocidad.
“El martes vi coaching (en la oposición). Se nota cada vez más. Las peronistas somos rudas. Con saltitos y risita no vamos a ninguna parte. Discutamos racionalmente. No con euforia y alegría porque son momentos difíciles”, dijo Cristina en alusión al tono de la campaña. Con la imagen de unidad, el oficialismo buscó dejar atrás las fricciones de los últimos días por el cierre de las listas. Y demostrar, además, que serán los accionistas de la coalición de gobierno los que pondrán el cuerpo en la campaña electoral.
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