"El Gobierno apunta a la izquierda y pega con la derecha"
ROMA.- "¿Es el fin del régimen Kirchner?", preguntó el veterano cientista político florentino Giovanni Sartori. "Quedan dos años, pero va a cambiar el Gobierno porque anda muy mal: apunta a la izquierda y pega con la derecha", contestó el ex presidente argentino.
Fue uno de los diálogos que mantuvieron en esta capital Sartori, uno de los politólogos contemporáneos más prestigiosos del mundo, y Eduardo Duhalde, un dirigente político que no suelta la presa, que se demostró aún lleno de preguntas para dirigirle al gran maestro, según él, "el padre de la ciencia política", a quien conoce desde hace muchos años.
LA NACION asistió a ese encuentro de más de una hora, que se llevó a cabo en el elegante departamento romano del politólogo florentino, en el tercer piso de un antiguo palazzo del centro histórico. En esta ocasión, Duhalde, a través de una carta, le anunció formalmente a Sartori que la Universidad del Salvador, donde enseña el ex mandatario, le entregará un doctorado Honoris Causa.
"Chávez no me convence mucho", sentenció Sartori, que al hablar luego sobre Brasil coincidió con Duhalde en que se ha convertido en el país líder de la región. "Lula tiene un verdadero olfato político y se ha demostrado serio y responsable", subrayó el politólogo.
La parte más interesante de la conversación fue cuando el ex presidente le preguntó a Sartori qué pensaba acerca de un eventual cambio de sistema político -de presidencialista a parlamentario- en América latina.
"En mi país hay importantes políticos y académicos que estamos hablando de cambiar el sistema presidencialista, porque cuando el presidente no funciona los países tienen que soportarlo durante cuatro años", indicó Duhalde, y le pidió una opinión sobre la posibilidad de instrumentar un sistema parlamentario en Iberoamérica.
"No estoy de acuerdo. Hace unos 30 años se hizo una propuesta de este tipo para Brasil, de transformar el presidencialismo latinoamericano en un sistema parlamentario. Fui una de las no muchas voces contrarias, con el argumento de que no es que los sistemas parlamentarios funcionan si están bien hechos, sino que éstos funcionan si estamos acostumbrados a hacerlos funcionar bien. El sistema inglés funciona muy bien por las costumbres de la Constitución que son respetadas: llegan al punto de que si la mayoría de gobierno tiene dos diputados más, y éstos dos se engripan, el partido de gobierno llama por teléfono a la oposición para avisarles y la oposición hace retirar a dos de sus diputados. Con estas reglas, y si uno es tan correcto, el sistema funciona perfectamente. Pero no veo que pueda funcionar algo así en América latina. Creo que cada país tiene que saber aprender a hacer funcionar el sistema que tiene. Pasar de un sistema presidencialista a un sistema parlamentario sería desastroso para América latina, porque es una experiencia de un modo de gobernar que nunca tuvo y que es mucho más compleja que la de los sistemas de tipo presidencial", dijo Sartori.
"Si hablamos de un sistema presidencialista que en poco tiempo pierde toda legitimidad, ¿hay algún sistema que permita volver a elegir?", preguntó Duhalde. "Un sistema presidencial puede durar cuatro años...", respondió el politólogo italiano, pero Duhalde lo interrumpió: "Sí, pero como anda el mundo tan rápido ahora...".
A esa inquietud Sartori respondió: "Si uno se equivoca de presidente, se equivoca de presidente. ¡Si votan a Berlusconi, les irá mal también en la Argentina! No se puede evitar que un electorado elija a una persona equivocada. Pero recordemos que los poderes de las Cámaras en Estados Unidos son totalmente independientes, por lo que el Congreso puede perfectamente bloquear a un presidente que no está haciendo las cosas bien".
El ex presidente, que gobernó poco menos de un año y medio tras la caída de la administración de Fernando de la Rúa por la profunda crisis económica, dijo que su gran preocupación es cómo resolver la situación de un gobierno que queda con un Congreso en contra. "Tendría que haber una posibilidad de volver a elegir por algún sistema que permita que cuando queda en minoría absoluta el presidente pueda llamarse nuevamente a elecciones", dijo.
"En Estados Unidos no es necesario porque han aprendido a hacerlo funcionar. En América latina esto todavía no ha ocurrido", dijo Sartori. "Se ha dado el caso de presidentes muy débiles de entrada y debería haber un remedio", señaló Duhalde.
"Si un Parlamento se dedica puramente y simplemente al obstruccionismo y por ende paraliza el poder, entonces paraliza todo, y esto es demencia. Creo que hay medidas que pueden mejorar mucho los sistemas presidenciales, que ustedes también deben aprender a hacer funcionar", agregó el politólogo italiano.