El Gobierno le dio explicaciones a China por el supuesto acercamiento a Taiwán, pero la tensión bilateral continúa

Cuando aún no se acallan los rumores sobre el enojo de China por la supuesta reunión de la canciller Diana Mondino con representantes del gobierno de Taiwán, el gobierno chino reiteró hoy su deseo de preservar sus vínculos diplomáticos con el gobierno de Javier Milei, aunque no negó las disidencias, que ya tuvieron como consecuencia directa el congelamiento del segundo tramo del swap de monedas con ese país, acordado con el gobierno de Alberto Fernández por unos US$6500 millones.

“He tomado nota de los informes relevantes, la parte argentina ha tomado la iniciativa de aclarar a la parte china que se trata de una falsa exageración [de la prensa]”, afirmó hoy la vocera de la cancillería del gigante asiático, Mao Ning, en un reconocimiento de gestiones desde el gobierno argentino para bajar el nivel de tensión con ese país. “[El Gobierno] reiteró que concede gran importancia a las relaciones entre Argentina y China y continuará adhiriéndose firmemente al principio de una sola China. La Cancillería argentina también hizo aclaraciones a medios locales”, agregó la vocera del gobierno chino, en una declaración redistribuida hoy por la cancillería china.

Mao Ning enfatizó, además, que “Taiwán es parte de China, y defender el principio de una sola China es el consenso universal de la comunidad internacional”. Y dijo: “En los últimos 50 años, desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y la Argentina, los sucesivos gobiernos argentinos se han adherido al principio de una sola China. China está dispuesta a trabajar con Argentina para profundizar la confianza política mutua entre los dos países y promover el desarrollo constante de la asociación estratégica integral China-Argentina”, agregó la portavoz.

En coincidencia con estos desencuentros, la canciller Mondino tiene agendada para mañana viernes una reunión con el embajador chino en el país, Wang Wei, quien esta semana ya se reunió con el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, a quien le reiteró su preocupación por el futuro de las obras de las represas chinas en esa provincia, y con el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri. Desde la Cancillería asignan importancia al cónclave, afirman que estaba pautado desde hacía semanas, y sugieren que tendrá una temática mayoritariamente económica. Una y otra vez, reiteran que la reunión de Mondino con representantes de la oficina comercial de Taiwán en el país no se llevó a cabo.

China, de todos modos, dejó clara su postura en un tuit conocido este miércoles. “Taiwán es una parte inalienable del territorio de China, y la cuestión de Taiwán es completamente un asunto interno de China. La clave para mantener la paz y la estabilidad en el estrecho es defender el principio de una sola China”, reza ese tuit de la embajada china en Buenos Aires, que cita una declaración de la cancillería de Xi Jinping, en la que refuta una declaración conjunta del denominado Diálogo Trilateral del Indo-Pacífico entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur. Sin alusiones concretas al eventual acercamiento del gobierno de Milei a Taiwán, la sede diplomática china en el país dejó bien clara su postura histórica.

Los vínculos entre Milei y China comenzaron de modo áspero, cuando en la campaña electoral el entonces candidato de La Libertad Avanza afirmó que no tendría vínculos “con países comunistas”, entre los que destacó a China y Brasil, dos de los principales socios comerciales del país. Dijo que privilegiaría su alianza con Estados Unidos, Israel y “las democracias occidentales”. Funcionarios del gobierno con vínculos con China intentaron relativizar sus dichos, pero desde Beijing tomaron nota.

El vínculo pareció mejorar cuando Milei pidió, por carta, la reactivación del swap de monedas, y días después confirmó como nuevo embajador en ese país al diplomático Marcelo Suárez Salvia, cuyo plácet fue aceptado de inmediato por Beijing.

Pero la negativa de Argentina a ingresar a los Brics, de los que China es miembro fundador, y el rumor sobre reuniones con representantes de Taiwán -que también incluirían a legisladores y algún funcionario hoy en La Libertad Avanza- habría motivado el renovado enojo del gobierno de Xi Jinping, que tiene a Taiwán y su pertenencia a China como una de sus líneas rojas en política exterior.

“Esto se soluciona con un viaje de alguien de peso en el Gobierno a Beijing, o Milei o alguien muy cercano”, reflexionan desde el oficialismo, confiados en revertir la desconfianza que hoy parece primar en el vínculo bilateral.