El Gobierno no volverá a convocar al triunvirato

El Gobierno ratificó la estrategia: no convocará al triunvirato que comanda la CGT , tampoco dará marcha atrás con las recomendaciones que le hizo a la central obrera y que provocaron una airada reacción y, sobre todo, continuará con las negociaciones sector por sector.

A la misma hora en que el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, estaba reunido con Mauricio Macri, la CGT mantuvo la reunión del consejo directivo, la primera después del paro general del 6 de abril.

"La vocación del Gobierno es ir resolviendo los temas de forma sectorial, como lo hemos hecho hasta ahora. Estamos dispuestos al diálogo y eso en ningún momento se cortó", dijo a LA NACIÓN Triaca, a la salida del encuentro con el jefe del Estado en el Salón Norte de la Casa Rosada.

Si bien la táctica se mantiene, incluso ayer Macri firmó un acuerdo federal de energía -estuvieron presentes 15 gobernadores y vicegobernadores-, el Gobierno reconoció que la iniciativa para transparentar las elecciones internas en los gremios y forzar, así, una eventual renovación de las cúpulas sindicales no cayeron bien en la central obrera.

"Una parte de la CGT está muy enojada, pero es porque les ajusta el zapato. Quedó demostrado que están con problemas internos que deben resolver", dijo uno de los principales asesores de Macri.

Después de la primera medida de fuerza contra la administración de Cambiemos nada cambió. Tampoco los gremialistas forzaron al gobierno nacional. Una tensa calma se adueñó de la relación. Aunque en el Gobierno se resisten a hablar de tregua, admiten que la tensión bajó sensiblemente. Entre las razones que explican esto se destaca la marcha en apoyo al Gobierno del 1 de abril, así lo aseguraron fuentes de la Casa Rosada.

Además de repasar la relación con los gremios, Triaca y Macri realizaron una evaluación sobre las negociaciones salariales. El ministro resaltó la paritaria que firmó Comercio, del 20% en dos cuotas. Y adelantó que en breve podrían cerrarse algunas negociaciones importantes, como la del sindicato de la construcción y los metalúrgicos. La reunión entre el responsable de la cartera laboral y el Presidente duró más de una hora.

"Vienen bien, algunas con más tensión que otras, pero bajo el nivel habitual de dureza", sostuvieron fuentes oficiales.

En el Gobierno también se quejaron de "algunos gremios radicalizados" que buscan generar conflictividad, como sucedió en marzo. En ese sentido, cerca de Macri volvieron a relativizar el éxito del paro de la CGT y reclamaron a la conducción gremial seriedad para negociar. Sobre todo con los datos con los que se sientan a discutir.

"Macri está preocupado por la gente que se resiste al cambio de época. Y nos pide todo el tiempo que no nos dobleguemos ante esa situación", contó a LA NACIÓN un testigo de los encuentros que mantiene el Presidente con su gabinete.

Más temprano, Triaca aseguró que el Gobierno no se opone a las negociaciones salariales por seis meses y con cláusula gatillo.

"Las paritarias deben ser libres, pero siempre, por supuesto, contemplando la realidad económica de la Argentina. No es un problema para nosotros en la medida que haya acuerdos. Lo que pretendemos es dar previsibilidad y tratar de generar acuerdos extensos porque ayuda a dar más horizonte y más certezas", dijo el ministro.

Triaca, además, mandó un claro mensaje: la única forma de generar acuerdos es en una mesa de negociación. "Siempre en los meses que comienzan las negociaciones paritarias hay niveles de tensión más importantes, nosotros lo entendemos porque es parte del proceso de negociación. Pero también entendemos que se ha hecho mucho en la Argentina dialogando juntos".

En ese sentido, Triaca recordó que "el diálogo" con los gremios y la oposición permitió resolver temas como "las asignaciones familiares, Ganancias, la reparación histórica para los jubilados", entre otros logros que enumeró Triaca.