El macrismo ya piensa en una mayor apertura hacia sus socios
Junto con la renovación de su mensaje, el líder de Pro prepara el escenario para después de las PASO; satisfacción radical
Después del cimbronazo que provocó la ajustada victoria de Pro en la ciudad de Buenos Aires, cocida al calor de fuego amigo, el frente Cambiemos se reacomoda para encarar las últimas dos semanas de campaña antes de las PASO del 9 de agosto.
El desafío central es común a Mauricio Macri, Ernesto Sanz y Elisa Carrió, rivales y socios a la vez: combinar sus campañas individuales con la necesidad de mostrar un frente unido, coherente y fuerte, capaz de enfrentar con chances reales al kirchnerismo, sólido y encolumnado desde hace semanas detrás de Daniel Scioli como candidato único e indiscutido. Atender el propio juego sin desatender la coalición y su equilibrio interno de cara a la campaña de octubre.
Claro que el reto interpela mucho más directamente a Macri, que aparece primero y lejos en las encuestas de Cambiemos, que a los jefes y candidatos de la UCR y la Coalición Cívica.
¿Habrá gestos de apertura de Macri hacia sus aliados en los próximos 15 días? ¿Alguna señal de que el "amarillo puro" podría admitir matices antes de la interna? ¿O seguirá refugiado en su estrategia individual sin mirar hacia los costados?
Cerca de Macri aseguran que el jefe de Pro "ya entendió que tiene que abrirse" y citan como primera evidencia el giro discursivo que hizo el domingo (cuya oportunidad, modo e intensidad todavía se discuten dentro de Pro). Agregan como "prenda de buena voluntad" los últimos movimientos de Macri fuera de la ciudad de Buenos Aires. El jefe de gobierno porteño estuvo ayer en Mar del Plata con la candidata a intendenta local, la radical Vilma Baragiola, y el martes último en Tucumán con el radical José Cano, que el 23 del mes próximo disputará la gobernación de la provincia al kirchnerismo.
En Mar del Plata, Macri volvió a justificar los cambios en sus definiciones sobre Aerolíneas, la AUH y el sistema jubilatorio. "Lo del domingo fue para que corramos de la cancha las cosas en las que Cristina quiere que discutamos. No es central que una empresa sea privada o del Estado. Lo importante es discutir por qué el kirchnerismo administra tan mal el Estado", dijo.
Sanz, junto a Cobos
Ayer, desde Tucumán, donde por pocas horas no se cruzó con Carrió, Sanz celebró el giro retórico de Macri y lo interpretó como un acercamiento al discurso y las prioridades de la UCR. "No creo que Macri se haya kirchnerizado, en todo caso, hay una visión suya del Estado acercada al radicalismo", evaluó (ver aparte).
La próxima escala de Macri en el interior será Mendoza, el jueves próximo. Allí se mostrará "nada más y nada menos", resaltan en Pro, que junto con Julio Cobos, candidato a senador por Cambiemos y hasta hace poco uno de los detractores más firmes del pacto entre la UCR y el macrismo.
"A nivel provincial, estamos cada vez más integrados. A nivel nacional, no tanto, pero por una cuestión de tiempos. Estamos en plena campaña para las PASO presidenciales", razonó ante LA NACION uno de los estrategas de la campaña de Macri.
Más allá de las campañas individuales, en Pro, la UCR y la CC existe consenso en torno a que Macri, Sanz y Carrió deberían mostrarse juntos antes del 9 de agosto. De hecho, hay conversaciones para generar "por lo menos una" coincidencia en las próximas dos semanas.
"Lo importante es que la suma de los tres [candidatos de Cambiemos] gane las PASO. Para eso, además de campaña por separado, tenemos que hacer muestras claras de unidad", dijo a LA NACION Maximiliano Ferraro, ladero fiel de Carrió.
Cerca de Sanz prefieren poner el acento en que los 15 días previos a las PASO "serán de plena competencia" y citan el discurso del líder radical contra "el riesgo de la estrategia monocolor" (que, igual que Macri, Sanz estrenó esta semana).
"Somos socios, pero ahora competimos", analizó ante LA NACION Walter Ceballos, candidato a diputado por San Luis y hombre de confianza de Sanz. Obediente al pedido de mayor apertura que su jefe le hizo a Macri, añadió: "El que gane las PASO de Cambiemos va a necesitar de todos para ganar en octubre". El acento en el "todos" no fue inocente.
"La diversidad alimenta la idea de cambio. El monocromatismo es propio del kirchnerismo", chicaneó otro radical de diálogo diario con Sanz.
Las cartas que el resultado porteño desparramó todavía están en el aire. Macri, Sanz y Carrió creen que están a tiempo de reacomodarlas.
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