El regreso de quien quiere ser el líder
Carlos Menem regresó a la Casa Rosada y defendió su plan económico para salir de la crisis, que incluye la dolarización. Lo hizo en privado, delante del Presidente y de Domingo Cavallo, y después en público.
El jefe del peronismo apoyó, además, y con énfasis, la concertación a la que convocó el Gobierno y que aún no logra conseguir el apoyo de los gobernadores. Y hasta utilizó para marcar que está del lado del diálogo una frase de Juan Domingo Perón: "A la Argentina la arreglamos entre todos o no la arregla nadie".
El Presidente y sus hombres mostraron públicamente su satisfacción por ese encuentro, que no se tradujo en acuerdo porque el propio De la Rúa sólo prometió al ex presidente una respuesta rápida a su propuesta de dolarizar la economía. Si esto ocurre, se avanzaría en el pacto.
Los catorce gobernadores del PJ no rompieron la relación con el Gobierno, pero las negociaciones están por ahora suspendidas y supeditadas al envío de fondos y a no recortar más fondos a las provincias. Además, comenzaron a armar su propio plan económico, tal como anticipó ayer LA NACION, y, el lunes próximo, intentarán conciliar las distintas visiones sobre la salida económica para evitar la devaluación.
Tres fuentes que integran el frente de gobernadores anticiparon a LA NACION que rechazarán la idea de Menem (que es el jefe del PJ) de dolarizar la economía y hasta el ex presidente admitió ayer que no coincidía, por ejemplo, con una de las propuestas del gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, de "pataconizar" la economía (una moneda no convertible, y que sean los bonos que circulan en Buenos Aires).
Menem no discutirá con los gobernadores un plan económico porque él, como jefe del partido, se reunió la semana última con economistas y presentó sus propuestas, gran parte de ellas habían sido difundas por él, cuando estaba preso en la quinta de Don Torcuato y envió a uno de sus colaboradores a repartir un fascículo con sus ideas. Después lanzó el acuerdo patriótico, que ayer ratificó con su visita a la Casa Rosada como presidente del PJ.
Está decidido a mantenerse al frente de la concertación, como interlocutor del justicialismo. Algunos gobernadores se quejaron anteayer de su cumbre con De la Rúa y ésa fue una de las razones por las que ayer en la Casa Rosada estuvo también el gobernador de La Pampa, Rubén Marín. En las próximas horas, los principales dirigentes intentarán conciliar un proyecto único para entregar a De la Rúa.
Decidido
Mientras eso ocurre, el ex presidente gana terreno político con sus apariciones públicas: fue el primero en convocar a firmar un acuerdo patriótico entre todos los sectores y el primero en definir medidas concretas (sobre lo que informa por separado). Además, cuando los principales dirigentes del PJ (gobernadores y titulares de las cámaras legislativas) analizaban salidas institucionales ante una virtual renuncia del Presidente, Menem salió a respaldar la continuidad presidencial hasta 2003.
Rechazó todas las hipótesis posibles de adelantar las elecciones presidenciales y se mostró dispuesto a dialogar con los funcionarios delarruistas. Desde que recuperó la libertad, el 20 de noviembre último, el ex presidente recuperó también su presencia política, retomó las riendas del partido y ahora se puso al frente de un acuerdo político, que todavía no cosechó apoyos.
El ex presidente se muestras eufórico cada vez que aparece en escena. Volvió a rodearse de sus colaboradores, como su secretario privado Ramón Hernández; su ex edecán, Alberto Kohan, y Víctor Alderete, entre otros. A todos los lugares va con sus hombres y parece haber recuperado parte de su fortaleza política, aunque no tiene un aval cerrado detrás de sí en su partido.
A Menem le preocupa presentar sus iniciativas económicas, apoyar la gobernabilidad y ser reconocido por el cargo que tiene: la presidencia del PJ. Ayer consiguió las tres cosas cuando visitó al Presidente.
Lo que no está definido es cómo se acordará ahora en el PJ un proyecto conjunto.
Eduardo Duhalde, rival interno de Menem, estaba en los planes del Gobierno para ser el segundo dirigente del PJ para continuar el diálogo político. El senador no quiere saber nada con esa idea: pero no porque no esté en favor de llegar a algún acuerdo con el Gobierno, sino porque considera un error que De la Rúa comience la concertación con Menem.
El ex presidente no modificará sus planes de ratificar la dolarización (al menos como salida inmediata de la crisis) y de mantenerse como uno de los protagonistas del posible acuerdo. Mientras tanto, los gobernadores del PJ intentarán que se sume a un plan económico que hasta ahora es sólo una seria intención política que tiene visiones diferentes.