Elecciones bonaerenses Derrumbe del consumo, narcotráfico y naturaleza isleña, los contrastes de la sección más poblada

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En los pasillos de la villa Cárcova, de José León Suárez, San Martín, circulan el paco, la pasta base, la cocaína y también las pastillas. Lo sabe bien el padre Andrés Benítez, que tiene 40 años y llegó al barrio desde Entre Ríos. Su parroquia trabaja en otras cuatro barriadas de José León Suárez: Barrio Nuevo, Independencia, 13 de Julio y la villa Curita. En esta última tenía su base una organización narco que fue desmantelada la semana pasada, comandada por una mujer apodada “La Gorda Laura”, que fue apresada en José Ingenieros, partido de Tres de Febrero. El trabajo social del padre Andrés es una continuidad de la obra del padre Pepe. “Cuando llegué acá, venía de Entre Ríos con otra historia, y Pepe me dijo que no estamos en contra de nadie, sino que estamos para ayudar. Sabemos lo difícil que es el barrio, pero tratamos de acompañar y buscar esa vida que quiere recuperarse, quiere estar bien, pero no estamos ‘en contra de’. No confrontamos con nada. Sabemos la realidad del narcotráfico y lo que implica, sabemos del consumo y que cada vez son más chicos, del narcomenudeo, la portación de armas, es todo propio de la vida de nuestros barrios. Pero las capillas nuestras siguen abiertas de par en par para el que quiera venir”, afirma el padre Andrés a LA NACION en su pequeña oficina, heredada del padre Pepe, pero pintada y decorada a su gusto, con los colores de Racing.

Dentro de un predio que fue propiedad de Fabricaciones Militares y en el que conviven más de 30 empresas, Trivialtech cuenta con laboratorio de luminotécnica, laboratorio de electrónica, un área de robótica y un laboratorio de medidores de caudal de agua. Pero está casi en silencio. “La capacidad está alrededor del 25%, llevamos más de un año y medio en esta situación. Hemos perdido un 30% de la plantilla en relación de dependencia, se han bajado servicios que se subcontrataban. Creció el producto importado en detrimento de la fabricación, eso hace que necesites menos gente, la ecuación cambia. No es a lo que estábamos acostumbrados. Nacimos fabricando, con innovación y desarrollo”, indica Tamborenea a LA NACION. La dotación actual de empleados, 15, es la más baja desde que abrió la empresa, en 2012, señala el empresario.

Consumo en baja

Merlo es el distrito con más cantidad de votantes en la primera sección, tiene 464.736 electores. Está gobernado por el intendente Gustavo Menéndez (Fuerza Patria), que no se postula, pero su nombre aparece en los afiches. En el centro merlense, los comerciantes marcan la caída del consumo y la falta seguridad. “Mal, horrible”, dice sobre la situación Sandra, que atiende una colchonería sobre la calle Juncal. Dice que perdió “más del 50%” de las ventas. “La gente pregunta y se va. Y eso que tenemos los mejores precios de Merlo”, subraya. Y se queja por la inseguridad. Recuerda que “todas las noches entraban a robar a un bar de Juncal” desde una escuela abandonada (sobre la avenida Del Libertador, calle principal del centro). “Ahora se tranquilizaron porque vino la televisión”, aclara. A Jorge, que vende correas, burletes, alfombras y otros productos de goma en un local sobre la avenida Balbín con 30 años de trayectoria, las ventas le bajaron “un 30 o 40% con respecto al año pasado”. Sobre la seguridad, añade: “Estoy al lado de la policía, pero se pueden estar agarrando a trompadas y no pasa nada”. Distrito vecino de Merlo, Moreno está separado de la estación Once, donde termina el recorrido el tren Sarmiento, por 15 estaciones, un viaje de aproximadamente una hora y cuarto. En las dos plazas que están a ambos lados de las vías (plaza San Martín y plaza Mariano Moreno) la campaña está activa. El peronismo reparte volantes con la imagen de la intendenta Mariel Fernández y la candidata a concejala Marcela Díaz. Tienen la leyenda “Vamos con nuestras mujeres”. La Libertad Avanza entrega los suyos, con la imagen de Milei y la candidata local Rocío Maita. “Rocío es Milei. Rocío es Moreno”, rezan. En Moreno pueden votar 419.320 personas. Es el tercer padrón más abultado de la primera sección, solo lo superan San Martín (435.909) y Merlo. En el centro de Moreno, la problemática es similar a la de los comerciantes en Merlo. Noelia atiende un negocio de venta de combos de comidas rápidas para fiestas, sobre la calle Asconapé, a metros de la municipalidad, y subraya: “Ya no llevan para festejar el cumpleaños; llevan el combo, de seis panchos, por ejemplo, para la comida del día. O se llevan la comida sin el pan”. Al frente de una mercería con 70 años de trayectoria, en la calle Belgrano, del otro lado de las vías, Cecilia Antraygues coincide. “Las ventas están ‘tranqui’. No levantan”, dice. La preocupación por la inseguridad también abunda. “Es un desastre, Moreno no es lo que era antes”, asegura Antraygues.

El esfuerzo y la paz en el delta

En Tigre gobierna Julio Zamora, candidato a primer senador provincial en la boleta de Somos Buenos Aires en la primera sección. Enfrentado con Sergio Massa y Malena Galmarini, es referente del armado que intentará terciar entre La Libertad Avanza y Fuerza Patria. Sus afiches rosados se ven por la avenida Cazón y otros puntos de Tigre, el distrito que tiene en el delta y sus islas uno de sus rasgos de identidad más característicos. “A la isla te tenés que ir adaptando, te gusta o no te gusta. Te adaptás a la naturaleza. Si sabés que mañana viene viento sudeste, calculás la velocidad del viento, que puede haber marea, que a veces hay que trabajar o salir de la casa con agua a la rodilla, al tobillo o a la cintura. Entonces, tu vida se maneja alrededor de la naturaleza. Vos te adaptás a ella, no hay otra vuelta”, define Ezequiel Vázquez. Tiene su casa y una producción de miel en una quinta que fue de sus abuelos, sobre el canal Arias, donde Tigre y Escobar se tocan.

Desde Dique Luján, una pequeña embarcación conducida por un conocido traslada a Vázquez, de 48 años, hasta la isla. Al llegar, dos perros lo reciben en el muelle y lo acompañan hasta tierra firme. Inicia un recorrido por un camino de vegetación autóctona exuberante y superficie barrosa, que lo lleva hasta un sector donde tiene 300 colmenas elevadas aproximadamente un metro y medio. Esa actividad es su apuesta fuerte, que complementa su trabajo con un barco (el “Yacaré III”) con el que arregla las costas de los isleños, y una producción frutal. “Trabajamos hace 35 años con un barco con el que hacemos arreglos de costas en la isla y el segundo emprendimiento que tenemos en la quinta es el de las colmenas y, un poco, la fruta. Acá, en la primera sección de islas, lo más importante es buscar las floraciones. En la isla tenemos floración de septiembre a diciembre y después, por lo general, se tienen que trasladar las colmenas o mantenerlas con alimentación. Aparte de la quinta, tenemos un islote cerca de la isla Martín García donde tenemos floración todo el año. Después de la floración de diciembre, que es la típica de la isla, el sauce, el ligustro, empezamos a trabajar con la floración de flores de laguna, que son el camalote, el lirio, el catay, hasta abril”, relata Vázquez, enfundado en el traje protector para acercarse a las abejas.