Euforia y alivio en la comitiva oficial por el resultado de la visita

WASHINGTON.- Dentro de la comitiva oficial que acompañó al presidente Mauricio Macri se podía respirar un clima de contenida euforia y alivio por el éxito de la primera visita a su par norteamericano, Donald Trump , en la cual el anfitrión se preocupó por halagar y hacer sentir el calor de la hospitalidad a su visitante.

En la intimidad de la Blair House, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, comentó entre sus allegados, según pudo saber LA NACION: "No creo que haya habido un vínculo tan cercano y tan afectivo como entre Macri y Trump. No hay presidente en todo el mundo que tengan ese vínculo".

Los miembros del equipo del Presidente se quedaron muy impresionados por el interés que Venezuela despertó, no sólo en Trump, sino en los representantes y los senadores del Capitolio, que visitaron por la tarde. "Todos estaban muy preocupados por Venezuela. El tema lo sacaron una y otra vez en todas las reuniones", comentaron en la Blair House. "Además salió muy fuerte el tema de los atentados a la AMIA y a la embajada de Israel, el estado de las investigaciones, y el avance de la denuncia de Nisman, así como la de su sospechosa muerte", señalaron.

La muerte del fiscal especial de la AMIA, Alberto Nisman, sigue preocupando en Washington y en la comunidad judía norteamericana. "Están muy preocupados por la falta de avances sobre esas investigaciones", dijo una fuente de la comitiva.

Quizás ésa haya sido la única referencia, en forma muy indirecta, a la ex presidenta Cristina Kirchner. Nisman, de hecho, había denunciado que la ex presidenta y su gobierno habían encubierto a Irán por el atentado a la AMIA. "De la situación de Cristina Kirchner no se habló ni una palabra en ninguna reunión", dijo una alta fuente del Gobierno. Sin embargo, Macri les dijo a Trump, a los diputados y a los senadores que no se había avanzado en la investigación de los atentados "por la intromisión del gobierno anterior".

Si bien no se promocionó tanto como los avances económicos, Macri estaba también muy conforme con el avance del armado de un grupo de países para la cooperación en materia de ciberseguridad y de lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado.

"La ministra de Seguriad, Patricia Bullrich, y la AFI están trabajando estrechamente con organismos de seguridad para cooperar en la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado", dijo el Presidente en la Blair House. "Les hemos pedido ayuda, créditos, tecnología, capacitación para que nos apoyen en esos temas", dijo otro alto miembro de la comitiva presidencial.

Ante una pregunta de LA NACION, el Presidente aseguró que "lo más importante es que en el mundo todos nos están felicitando por lo que pasa en la Argentina, por lo que hemos hecho, y porque quieren que nos vaya bien: queremos que les vaya bien, nos dicen".

El mandatario agregó que "Trump fue muy vehemente en favor de ayudar a ese proceso y fue muy elogioso". Tambien Macri aseguró que no sintió que Trump sea el líder proteccionista que sólo trabajará por los intereses de los Estados Unidos. "No sentí jamás el America first (Primero los Estados Unidos, el lema de campaña de Trump), porque el deseo de todo el sistema político internacional dice que «queremos que les vaya bien»".

Peña incluso comentaba a un costado de la mesa en la que se reunió con periodistas que "no hay un cambio en el vínculo, sino un cambio de personas, y es tan buena esta relación como la que había con el ex presidente Barack Obama".

Señaló en ese sentido que "meternos en los primeros cien días de su gestión (se cumplieron ayer) y darle este simbolismo fue un mensaje: éste es nuestro socio en América latina, sin dudas".

También destacaba que la Argentina será el noveno país en ingresar en el programa Global Entry -de facilidades para inmigrantes argentinos- y que eso es otra fuerte señal de apoyo."La clave es encontrar una relación madura, ni el enamoramiento de los 90 ni el berrinche de los 2000", decía una importante figura del gabinete.

Sobre Venezuela, cerca de Macri explicaron que la política del Gobierno, acordada con Trump y con otros países de la OEA, es acorralar al régimen de Nicolás Maduro tanto en la Organización de Estados Americanos, como en la Celac, como en la ONU, porque "lo que más le duele a Maduro es la presión internacional, porque le desarma el frente interno".