La denuncia de Alberto Nisman contra Cristina Kirchner por la AMIA la investigará el juez Daniel Rafecas

El juez federal Daniel Rafecas quedó a cargo de la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman por presunto encubrimiento del atentado contra la AMIA que involucra a la presidenta Cristina Kirchner y al canciller Héctor Timerman .

La denuncia había sido presentada por Nisman durante la feria judicial de enero ante el juez Ariel Lijo, quien investiga supuestas irregularidades en la investigación del atentado a la AMIA.

Pero esta mañana, apenas retomada la actividad judicial tras la feria, Lijo mandó la presentación "a sorteo" y quedó designado el Juzgado Federal 3, a cargo de Rafecas.

Lijo se declaró incompetente al considerar que no debía acumular la denuncia contra la Presidenta y el ministro a la causa por presuntas irregularidades en el sumario por el ataque a la mutual judía, perpetrado el 18 de julio de 1994, que provocó 85 muertos, centenares de heridos y multimillonarios daños materiales.

Ahora Rafecas deberá decidir si rechaza la decisión de Lijo (y entonces deberá definir la Cámara Federal) o comparte el criterio de su par y prosigue con el trámite de la denuncia Nisman, quien el 18 de enero apareció muerto en el baño de su departamento, en la zona de Puerto Madero, de esta capital.

La denuncia de Nisman

La denuncia que fue hoy sometida a sorteo había sido presentada por Nisman el 14 de enero por presunto "encubrimiento" del atentado a la AMIA. El fiscal, que fue encontrado muerto cuatro días después, había imputado a la presidenta; al canciller Héctor Timerman; al líder de Quebarcho, Fernando Esteche; al dirigente oficialista Luis D' Elía; al ex juez Héctor Yrimia; al referente de "La Cámpora", Andrés Larroque; al supuesto agente de inteligencia Ramón Bogado y al dirigente de la comunidad islámica Jorge Khalil.

Nisman había reclamado que la Presidenta y su canciller sean indagados por la Justicia bajo la acusación de querer encubrir a Irán por el atentado a la AMIA y "fabricar la inocencia" de los ex funcionarios iraníes involucrados en el ataque.

La prueba central de Alberto Nisman para sostener su durísima denuncia fueron escuchas telefónicas de terceras personas. Esos audios, donde supuestos cómplices de las maniobras de encubrimiento del caso AMIA usaron frases tales como "la jefa" o "el más alto nivel", cobraron, según el fiscal, un rol determinante cuando los cruzó con hechos de política internacional que fueron públicos.

En una denuncia de 289 páginas, Nisman fue enfático al afirmar que la Presidenta emitió "una expresa directiva" para diseñar y ejecutar "un plan de encubrimiento" que desvinculara a los acusados iraníes del atentado y les garantizara su impunidad definitiva.