La pelea por el control del Senado se resolverá mañana en una tensa sesión con el kirchnerismo

La vicepresidenta Victoria Villarruel convocó a una sesión para mañana, a las 15, con la intención de elegir las autoridades vacantes del Senado, entre las que se destacan la presidencia provisional, segundo escalón en la línea sucesoria presidencial, y las secretarías Administrativa y Parlamentaria, cargos clave en el control de la Cámara alta.

Sin acuerdo del kirchnerismo, que considera que el Senado no puede reunirse por encontrarse en receso, ya que todavía no fueron convocadas las sesiones extraordinarias, la sesión será “a cara de perro”, como la definió un legislador radical al término del encuentro de presidentes de bloque, que encabezó la vicepresidenta y en la que se produjo el choque de posturas con el Frente de Todos.

En otras palabras, Villarruel y los siete senadores libertarios deberán contar con el apoyo de un conglomerado de bloques políticos para reunir el quórum, habilitar la sesión e imponer su criterio. Necesitarán un mínimo de 37 senadores sentados y votando. En despachos oficialistas confiaban en tener dos más de los necesarios. En este escenario, la reunión se anticipa como un duro debate reglamentario y un inicio áspero de la gestión de Milei en un Senado que necesitará para sancionar las reformas que prometió impulsar en los primeras días de su administración.

La interna libertaria

En la sesión se elegirá al presidente provisional, cargo que es motivo de una dura pulseada interna en la Libertad Avanza. El nombre del formoseño Francisco Paoltroni, elegido inicialmente por Javier Milei, fue perdiendo peso y ahora suena con fuerza el puntano Bartolomé Abdala para ocupar ese sitial.

También se designarán a los secretarios administrativo y parlamentario. Para el primer casillero, Villarruel ya eligió a María Laura Izzo, quien reviste como planta permanente en el Ministerio de Seguridad, donde llegó a ocupar una dirección nacional de Gestión de Bienestar del Personal de las Fuerzas Policiales y de Seguridad. El otro cargo, en tanto, será para Agustín Giustinian, funcionario de bajo perfil que se desempeñó hasta hace poco como secretario parlamentario del bloque Pro y persona de confianza del expresidente de la bancada amarilla, Humberto Schiavoni.

Producto de un trabajoso y amplio acuerdo político, los libertarios del Senado, encabezados por el jefe de la bancada de la Libertad Avanza, Ezequiel Atauche (Jujuy), se encaminan a consolidar una mayoría que les permitiría alzarse con los cargos en juego.

De concretarse, la jugada frustraría la intención del bloque del Frente de Todos, que viene amenazando desde hace varios días con exigir la presidencia provisional del Senado para un hombre del kirchnerismo. Así lo manifestó a LA NACION ayer el jefe del oficialismo saliente, José Mayans (Formosa). “Todavía no discutimos el nombre pero estamos abiertos a un acuerdo de respeto de la proporcionalidad que representamos. Nos corresponde la provisional”, afirmó el líder de la bancada que, con 33 senadores, es la primer minoría de la Cámara.

Según fuentes legislativas, en realidad las palabras de Mayans esconden la verdadera intención del peronismo, que sería quedarse con la Secretaría Administrativa y retener las presidencias de comisiones estratégicas. En otras palabras, quieren mantener el control de la caja de la Cámara alta y controlar de cerca el manejo financiero de Villarruel. Si no logran ese cometido ahora, la estrategia sería patear para febrero la elección de las autoridades.

Sin embargo, en la reunión de esta tarde el kirchnerismo apeló a la baza constitucional para tratar de bloquear la sesión, argumentando que al no estar convocado el Congreso a sesiones extraordinarias, el Senado no puede reunirse.

La tenida no estuvo exenta de momentos de tensión. Así, la kirchnerista Juliana Di Tullio intentó deslegitimar el encuentro y lo calificó como “una reunión de amigos”. “Si esto es una reunión de amigos entonces sincerémonos y dejen de dar vueltas y digan la verdad de por qué no quieren que haya sesión”, le replicó Luis Juez (Córdoba), flamante presidente del bloque Pro.

En la reunión también participaron el jefe del bloque radical, Eduardo Vischi (Corrientes), Mariana Juri (UCR-Mendoza), Juan Carlos Romero (Cambia Federal-Salta), Sonia Rojas Decut (Frente Renovador de Misiones) y Natalia Gadano (Por Santa Cruz). Además de Mayans y Di Tullio, la delegación kirchnerista la integraron los camporistas Anabel Fernández Sagasti y Eduardo de Pedro.

Las negociaciones para reunir una mayoría de 39 votos están avanzadas. “Delicado equilibrio”, le dijo a este diario un senador del bloque Pro, con prudencia ante la complejidad de consolidar un conglomerado que sumaría a las bancadas de la UCR, el Pro, Cambia Federal; los peronistas díscolos de Unidad Federal y el mosaico de partidos provinciales conformado por Juntos Somos Río Negro, Por Santa Cruz y el Frente Renovador de Misiones. “Todo hace suponer que tenemos 39 senadores para rescatar a Ryan”, agregó, con un toque de humor, el legislador.

Moneda de cambio

Hasta el momento, nadie ha especificado cuál sería la moneda de cambio que deberá entregar La Libertad Avanza como reconocimiento por el respaldo para permitirle al nuevo oficialismo quedarse con los principales cargos de conducción de la Cámara alta cuando tiene apenas un bloque de 7 senadores.

Todo indica que la contraprestación podría reflejarse en una integración más equitativa de la comisiones, en las que el kirchnerismo ostentaba mayoría absoluta en todas, y de las presidencias de esos cuerpos de trabajo legislativo. La idea es votar en la sesión una resolución que especifique la proporcionalidad que deberá respetar cada comisión.

Sobre las presidencias de comisiones, hay un grupo que cobra vital importancia para el oficialismo y que, seguro, serán centro de arduas negociaciones. Son las llamadas “comisiones de Gobierno”, entre las que se incluyen las de Asuntos Constitucionales, de Presupuesto y Hacienda y de Relaciones Exteriores.

Tal vez la más deseada es la de Acuerdos. es lógico, allí se discuten los pliegos de jueces, embajadores, ascensos militares y diplomáticos, entre otros cargos siempre deseados. Hasta noviembre de ese año esa comisión la presidió con mano de hierro y cumpliendo a rajatablas las órdenes de Cristina Kirchner la camporista Fernández Sagasti (Mendoza), que promete resistir y mantenerse en el cargo.

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