La salida de Caputo estaba "prevista y consensuada", aseguran en el Gobierno

El jefe de gabinete, Marcos Peña , fue de los primeros en llegar a la Casa Rosada, mientras el cuarto paro nacional contra el gobierno de Mauricio Macri dejaba las calles del microcentro porteño desiertas y casi sin movimiento.

El jefe de gabinete, al igual que un reducido número de funcionarios –el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, el vicejefe de gabinete Andrés Ibarra, entre ellos– ya sabían que Luis "Toto" Caputo había consensuado su salida del Banco Central con Macri antes del viaje presidencial a los Estados Unidos.

"Estaba previsto y consensuado, se iba a dar junto con el nuevo acuerdo con el FMI", dijeron a LA NACION dos altas fuentes de la Casa Rosada. Un rato más tarde, cerca del ya extitular del Central confirmaban que la renuncia había sido largamente conversada con el Presidente.

"Sabía que su postura de defender la cotización del dólar generaba roces con el FMI. Y que en cuanto se firmara un nuevo acuerdo se iba a tener que ir", comentaron desde el despacho de Caputo sin ocultar algo de malestar por la forma en la que se produjo la salida.

La idea de Peña de no filtrar la renuncia y anunciarla recién hoy llevó a que muchos funcionarios desconocieran la novedad hasta el mismo momento en el que se produjo. "Vos sabés más que yo", comentó un alto funcionario a LA NACION un par de horas después de producido el comunicado oficial del Banco Central. Tampoco la gobernadora María Eugenia Vidal ni el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta se enteraron de ese movimiento, según fuentes oficiales que responden a ambos dirigentes.

"Se guardó la información hasta que el acuerdo con el FMI estuviera confirmado. Y salió bien", comentó otra alta fuente de la Casa Rosada, a quien la noticia no lo agarró mal parado.

"Se sabía que Toto (Caputo) iba a pilotear la emergencia y después se iba a ir. Pero el que estuvo manejando toda la relación con el FMI en este último tiempo es Guido (Sandleris)", afirmaron cerca del jefe de gabinete. La intención de la comunicación oficial era la desmentir que se hubiera tratado de una renuncia intempestiva que generaría más inestabilidad en los mercados. "Fijate que el dólar baja, y el Merval está subiendo", se envalentonaba otro funcionario que miraba con atención las pantallas de televisión desde su despacho.

Desde otro despacho importante enfatizaban la importancia de una "conducción unificada" para negociar con el FMI. "Me parece importante darle el control al tipo que negocia, en este caso (el ministro de Hacienda, Nicolás) Dujovne. Y ellos quieren la seguridad de poder cobrar, si no no te prestan la guita y no te dan la ayuda que nos dieron y nos van a dar", razonaban desde esa oficina.

La idea de un "triunfo" de Dujovne por sobre Caputo en la interna del Gobierno tampoco preocupó al ya ex titular del Central. "Asumió hace tres meses y su idea no era quedarse en el cargo", afirmó un incondicional del jefe de gabinete. "Siempre le pareció mejor que fuera otro el que negociara el nuevo acuerdo. No le importaba "perder" en esa pelea. Y estaba de acuerdo con ser el fusible, porque con el Fondo puso la cara y se peleó mil veces en los últimos meses", explicaron cerca del ex titular del Central.

Mientras en la Casa Rosada se debatía "minuto a minuto" los tiempos de la asunción de Sandleris, en coincidencia con el inminente anuncio de nuevo acuerdo con el FMI, la visión de los funcionarios era optimista de cara al futuro de la economía.

"Hay continuidad de políticas y de equipo para lo que viene, de hecho en el Central siguen Sandleris y (Gustavo) Cañonero, que viene con Toto. Se continúa lo que acordamos con el FMI, el presupuesto, y la política monetaria y fiscal", afirmó otro altísimo funcionario sin atisbo de nerviosismo en su tono de voz.