Larreta vs. Bullrich: apuestas, planes y urgencias para el tramo definitorio de la campaña
A tres semanas de las PASO, el jefe porteño se focaliza en la región centro del país y la exministra, en el conurbano bonaerense; sus cálculos para la compulsa del 13 de agosto
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Cuando faltan apenas tres semanas para las PASO, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich se alistan para ingresar al tramo definitorio de la campaña. Los protagonistas de una batalla electoral decisiva para el futuro de Juntos por el Cambio y el tablero político del país mantienen un ritmo frenético de actividades para sumar adhesiones a sus proyectos antes las primarias del 13 de agosto que determinarán a los candidatos que competirán por la sucesión de Alberto Fernández en las elecciones generales de octubre. Focalizan sus recorridas en distritos estratégicos para fortalecer sus posibilidades o achicar la distancia sobre su rival; ajustan sus discursos para fidelizar votos o capturar indecisos; y trajinan los medios e inundan las redes con mensajes y spots para desglosar sus propuestas de gobierno o subrayar las diferencias con su adversario.
Larreta y Bullrich avanzan en una disputa sin tregua por el liderazgo opositor. Son dos modelos en pugna. Como todo candidato que atraviesa un momento crucial de la campaña, buscan minimizar los errores no forzados para no pagar costos altos y reducir sus déficits. Pero los dos llegan a esta instancia crucial con distintas preocupaciones y prioridades.
El contundente triunfo de Maximiliano Pullaro sobre Carolina Losada en Santa Fe tuvo el efecto de una maniobra de reanimación en el andamiaje del larretismo. En el círculo de confianza del jefe porteño se sintieron durante las últimas semanas bajo asedio de importantes empresarios, aliados estrechos en JxC o armadores en el territorio por la competitividad de Bullrich en los sondeos. Le advertían al jefe porteño que debía dar un volantazo a su campaña para tratar de revertir la diferencia sobre Bullrich. Sin embargo, Larreta y su principal estratega, Federico Di Benedetto, sostuvieron su hipótesis de que la elección se gana en el centro, con un mensaje moderado y una apuesta a la ampliación. En el larretismo admiten que Pullaro pidió no nacionalizar la elección de Santa Fe e hizo equilibrio con Bullrich -aunque aportaron recursos y estructura para la campaña- , el método y el perfil de candidato que se impusieron en las preferencias del tercer distrito electoral del país representaron un bálsamo para la autoestima del alcalde. Lo interpretan como una derrota del discurso “halcón” o con apelaciones a una retórica más dura y un triunfo de la apuesta por la ampliación y al peso de la estructura y construcción territorial. “Fue una confirmación de nuestro modelo”, sintetiza en interlocutor habitual de Larreta.
Esta semana entre los arquitectos del plan presidencial de Larreta notaron un cambio de clima interno. “¡Ahora son todos larretistas!”, celebró, con tono irónico, un colaborador del jefe porteño en las sombras. Incluso en el pelotón que empuja la candidatura de Larreta en Buenos Aires, el distrito que concentra casi el 40% del padrón, recuperaron el optimismo. Intendentes de Pro y aspirantes a jefes municipales les hicieron llegar a los armadores del alcalde que la boleta combinada de Larreta y Diego Santilli comenzaba a traccionar votos en sus territorios, pese a que Bullrich luce cada vez más competitiva en los distritos más influyentes de Buenos Aires. “Al final, la estrategia de retener a Santilli era buena”, se jactó uno de los consejeros de Larreta.
El jefe porteño confía en que su estrategia le permitirá cosechar mayor cantidad de adhesiones. En el tramo final mantendrá su “campaña propositiva” -presentará promesas para la clase media o adultos mayores- y reforzará sus viajes al interior. Este viernes hizo un raid por siete ciudades de Córdoba, que es uno de los territorios más adversos para el larretismo, sobre todo, después del affaire Schiaretti. Allí, como en Rosario, en Santa Fe, o Mendoza, Bullrich pisa fuerte. No obstante, los laderos del alcalde tejieron para sanar heridas y se jactan de haber cerrado mejores acuerdos que su rival en Córdoba. Es más: Larreta visitó cuatro veces la provincia en los últimos treinta días. En Mendoza creen que la elección de Luis Petri como vice de Bullrich los ayudó a tender puentes con Alfredo Cornejo. El domingo ambos presidenciables de Pro se reunirán en el búnker de Rodrigo de Loredo, en lo que será un banco de pruebas para la puesta en escena que negocian para la noche del domingo 13 de agosto.
La próxima semana Larreta focalizará su atención en distritos clave de la provincia, como La Plata o La Matanza, y planea pisar Entre Ríos, Misiones y Corrientes. Su principal foco de preocupación es la Capital, donde continúa la guerra fría con Jorge Macri, rival de Martín Lousteau en una interna feroz por el bastión de Pro. Pese a que el vínculo quedó resquebrajado, Larreta y el primo del expresidente se cuidan de no forzar una ruptura que comprometa sus chances: se necesitan mutuamente para la elección.
Uno de los déficits que Larreta busca corregir es la “nitidez” de su mensaje y posicionamiento. Está claro que su tendencia a la ambivalencia le trajo dolores de cabeza. En su equipo trabajan para que exhiba un tono más asertivo a la hora de presentar sus propuestas. Y notan que la ciudadanía se encuentra ahora más proclive a escuchar para definir su voto. Confían en dos datos que saltaron en sus encuestas: aún hay un alto número de indecisos –un 18%- y detectan una caída de siete puntos en la intención de voto de Sergio Massa. Lo asocian al proceso de kirchnerización del ministro. Por lo que se esperanzan de que Larreta atraiga a votantes peronistas desencantados que transitan el centro. “Sergio perdió su esencia”, analizan.
Las apuestas de Bullrich
En el campamento de Bullrich las urgencias son otras. Los asesores de la exministra relativizan el impacto de la derrota de Losada en su pelea nacional con Larreta. Valoran, sobre todo, los éxitos de dos aliados: Pablo Javkin, intendente de Rosario, y Juan Pablo Poletti, sorpresivo vencedor de la interna de JxC en la capital provincial.
Enfocados en la pecera de votos del antikirchnerismo, no ven peligro de que el jefe porteño recorte la diferencia. Al contrario, las últimas mediciones que encargaron les muestran una baja de tres puntos de Larreta en la Capital. Minimizan el ataque de Javier Milei –que la acusó de operar para perjudicarlo- y ponen énfasis en reforzar la presencia de la exministra en el conurbano, el lugar donde se define la elección. En las últimas 48 horas, Bullrich transitó varias localidades de la Costa, como Villa Gesell y Pinamar, y desembarcó en Florencio Varela y Berazategui, dos bastiones del PJ. “Este modelo de campaña es golpista. Desde ahora están diciendo ‘Sube JxC y no los vamos a dejar gobernar’. Minga que no nos van a dejar, nosotros no necesitamos pedirle permiso ni a ellos ni a nadie”, bramó. Mañana, se trasladará a otras comunas del PJ: Merlo y San Martín. En esa vasta geografía del Gran Buenos Aires procura transferirle sus votos a Néstor Grindetti, su aspirante a gobernador y contrincante de Santilli. Un dato que surge de sus incursiones: de las 21 visitas a la provincia que Bullrich realizó desde finales del mes pasado -post cierre de listas-, más de doce tuvieron como destino a distritos del conurbano.
La exministra no piensa ajustar su discurso después del revuelo que generó su provocativo spot con el lema “si no es todo, es nada”. En el larretismo creen que ese mensaje de Bullrich los fortaleció. Están convencidos de que les permite remarcar el contraste con la propuesta moderada de Larreta y les acercará a los indecisos a su oferta. Los asesores de la exministra encargaron estudios de focus group para detectar si el mensaje había sido interpretado como violento. “Fue un éxito. A la gente le gustó el carácter”, aseguran. En las próximas horas estrenarán dos nuevos avisos en los que reforzarán esa línea argumentativa.
La semana próxima Bullrich visitará Chaco, Formosa y Corrientes. También tiene previsto viajar a Mendoza, terruño de su aliado Cornejo. Por estas horas, los armadores de la exministra en Buenos Aires redoblaban los esfuerzos para repartir las boletas, que aprobó recién ayer la Justicia Electoral. El próximo desafío es terminar de alistar al ejército de fiscales que requieren para las PASO. La mayor inquietud de Bullrich es que una baja concurrencia a las urnas el 13 de agosto termine favoreciendo a Larreta, que cuenta con más aparato y recursos.
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