Los deudores no bancarios, a la espera
Quienes tomaron créditos hipotecarios hasta US$ 100.000 y para la refacción de viviendas hasta US$ 30.000 pagarán 1 a 1
Tanto reclamo y tanto esfuerzo dieron sus frutos. Ayer, los deudores no bancarios que solicitaron préstamos hipotecarios inferiores a los 100.000 dólares y a los 30.000 para la construcción, ampliación o refacción de viviendas recibieron al menos una buena noticia. Ya con media sanción del Senado, los Diputados del radicalismo y del justicialismo se pusieron de acuerdo anoche en aprobar el miércoles próximo, en una sesión especial, la ley de quiebras, en donde el artículo seis incluye tres modificaciones que atienden algunas de las exigencias de los deudores no bancarios.
Así, los préstamos hipotecarios tomados entre particulares inferiores a los 100.000 dólares se cancelarán con la paridad US$ 1 a $ 1, como también los destinados a la refacción, ampliación y construcción de viviendas que no superen los 30.000 dólares.
Los mismos topes regirán para los préstamos otorgados por mutuales y cooperativas, según resalta el proyecto de ley girado a Diputados.
La idea de los senadores del justicialismo era que todas las deudas no bancarias tendrían que recibir el mismo tratamiento que las bancarias, pero el Ejecutivo les hizo saber que eso no era posible y que el beneficio sería limitado.
Ganadores y perdedores
Por eso, no tuvieron la misma suerte los deudores no bancarios que tomaron créditos personales por hasta 10.000 dólares y prendarios para la compra de automóviles de hasta 15.000 dólares. En estos casos, deberán seguir pagando al cambio oficial de 1,40 peso por cada dólar.
Ayer, el vicepresidente del bloque de diputados del PJ, Jorge Obeid, confirmó que la ley de quiebras "tendrá sanción definitiva" el próximo miércoles, con lo cual se podrá aplicar previamente a que se reanude la actividad judicial, el 1° de febrero.
Ahora, los diputados deberán aprobar o modificar los cambios que le hicieron a la ley los senadores, aunque se descarta que no habrá mayores modificaciones.
Pero la pregunta fundamental es saber si ese monto se mantendrá cuando se disponga la flotación de la moneda con relación al dólar, decisión que anunció el propio presidente, Eduardo Duhalde, días atrás.
De todos modos, la pesificación sigue dejando muchos puntos oscuros abiertos y en Economía ayer ningún funcionario se animó a responder las llamadas de LA NACION para despejar todas las dudas y decir on the record cuáles son los pasos futuros.
Dudas sin responder
"No quieren hablar, quieren tener mucha precaución. Mañana (por hoy) habrá un cacerolazo nacional que descuentan será muy importante y no quieren salir a decir cosas que revuelvan más la situación", dijo un colaborador de un alto funcionario del equipo económico.
En la cuenta del "debe" Hacienda tiene que definir aún varios aspectos que están en el aire, como por ejemplo cómo se compensará a los deudores que tienen créditos en dólares a tasas variables y cuya cuota se disparó en el último mes.
También resta conocer cómo será la refinanciación de los préstamos tomados en dólares, cuál será el nivel de las tasas de los créditos y qué mecanismo de indexación se utilizará para los depósitos pesificados y los nuevos créditos que se tomen.
Se sabe que se utilizarán metas de inflación al estilo de la unidad de fomento que se utiliza en Chile, pero Economía no quiere adelantar los detalles hasta tener bien en claro si la compensación que tienen en mente alcanza para garantizar la capacidad de compra con el peso.
De todos modos, en Economía tienen puestos los ojos más que nada en el presupuesto (quieren enviarlo la próxima semana al Congreso y para eso trabajan a toda máquina bajo la supervisión del FMI) porque necesitan inexorablemente estar en Washington a comienzos de febrero, con la ley aprobada.
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