Macri se alista para una recesión más larga de lo previsto y apura medidas

Tras las tormentas externas y la comprobación de la vulnerabilidad interna, el gobierno de Mauricio Macri se a prepara para una recesión más larga de lo previsto y comenzó a pulir una batería de medidas políticas y económicas para atenuar la crisis y llegar con oxígeno a la campaña por la reelección presidencial de 2019.

La semana última, Macri comenzó a suturar las heridas internas en Cambiemos. En la quinta de Olivos, exhortó a sus funcionarios y a sus legisladores a dejar atrás las divisiones internas por el ajuste y por el debate por la ley de legalización del aborto.

El propósito del Presidente es que todos se enfoquen solucionar los problemas económicos. Impulsa la creación de un fideicomiso para garantizar el financiamiento para las obras púbicas que peligra por el caso de los cuadernos de las coimas. Y dio luz verde para un decreto que institucionalice las buenas prácticas en las licitaciones.

Además, pidió cerrar cuanto antes un acuerdo de ajuste fiscal con los gobernadores para que los diputados y senadores de Cambiemos apuren en el Congreso la ley de presupuesto de 2019 con una meta de déficit fiscal de 1,3% del PBI, según el acuerdo con el FMI .

Según pudo saber LA NACION, Macri le comunicó a la comisión redactora de la reforma del Código Penal, que preside Mariano Borinsky, que enviará ese proyecto de ley a fin de año. Pero sin eliminar el artículo 88 que penaliza el aborto. Mantendrá el tipo delictivo ratificado por el Congreso y dará vuelta la página de ese debate. Quiere privilegiar las urgencias económicas.

Según confiaron a LA NACION fuentes oficiales, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, estima que en diciembre próximo la recesión "comenzará a dar la vuelta". Pero en la Casa Rosada temen que la caída solo se revierta en marzo o abril próximos, comenzada la campaña electoral.

¿Habrá medidas para contener la recesión y reactivar la economía? "Cualquier medida de esas implicaría gasto fiscal y estamos en proceso de ajuste. No hay nada de eso", dijeron en Hacienda.

"Por mucho tiempo no podremos dar buenas noticias", se desconsoló ante LA NACION un funcionario con despacho en Balcarce 50. "De ese modo será difícil hacer campaña y el único consuelo es que el peronismo está peor, por falta de candidatos y por los cuadernos", agregó.

Pero los cuadernos de las coimas del kirchnerismo son un arma de doble filo. A las turbulencias externas y los errores internos, Macri le sumó a la recesión otro factor: la causa que instruye el juez federal Claudio Bonadio.

La actividad económica se derrumbó 6,7% en junio según el Indec y 0,6% en lo que va de 2018. Dujovne dice que en el año la caída será de 0,5% del PBI, pero otras fuentes la estiran a 1 punto porcentual.

En este contexto, Macri le pidió a sus diputados y senadores que eviten las críticas por la prensa y que hagan sus planteos puertas adentro de la Casa Rosada, que serán escuchados. No quiere más sorpresas con la UCR y con la diputada y jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.

La pulseada con los gobernadores

Dujovne y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, tienen casi cerrado el acuerdo con los gobernadores. Solo falta que las provincias ajusten $25.000 millones, porque ya acordaron un recorte de 75.000 millones de los 100.000 millones que les exigía la Nacion.

Se cayó la idea de reducir la coparticipación del IVA en 26.000 millones. Ahora discuten en otra cosa: los gobernadores quieren aumentar los ingresos vía suba de impuestos o postergación de la rebaja tributaria. Pero Macri quiere trabajar sobre los gastos.

"Estamos cerca, la semana próxima puede ser clave. Hay algunas propuestas sobre la mesa pero no queremos adelantarlas", dicen.

Por el escándalo de los cuadernos, peligra el financiamiento de los bancos a las empresas adjudicatarias de los seis corredores viales licitados por el programa de Participación Público Privada (PPP). Por normas internas los bancos no pueden prestarle dinero a compañías investigadas judicialmente.

Dos de las adjudicatarias están en la causa de Bonadío: Cartellone y Vial Agro. Otras sólo están tangencialmente.

Por eso el ministro de Transportes, Guillermo Dietrich, diseña un nuevo mecanismo: crear un fideicomiso que administrará el BICE con capitalización del Banco Nacion. Los bancos nacionales y extranjeros le prestarían al fideicomiso y éste a las contratistas viales.

Todavía no hay fecha para el lanzamiento del instrumento. Pero está avanzado. Los contratos firmados el 1° de agosto se pondrían en marcha y el Estado los repagará en 15 años. El corredor vial A lo tiene el consorcio Paolini, Vial Agro, INC; el B, China Construction America, Green SA; el C, Cartellone; el E y el F los tienen Helport, Panedile, Eleprint, Copasa, y el corredor SUR lo explotarán Rovella Carranza, JCR SA, Mota - Engil.

En forma paralela, Dietrich diseña con su par de Justicia, Germán Garavano, un decreto o resolución para institucionalizar las buenas prácticas en licitaciones que se pusieron en marcha en 2016: pliegos gratis, descargables por la web y abiertos a todos; que nadie sepa quien accede a ellos; evitar la cartelización, información asentada en la web (ofertas, apertura de sobres, actas de evaluación de ofertas, etc) y repechaje entre las dos ofertas más bajas para una obra para bajar más aún los precios.