Gerardo Morales gana en Jujuy y Cambiemos corta la racha de 12 derrotas seguidas

SAN SALVADOR DE JUJUY.- El radical Gerardo Morales se posiciona esta noche como el gran ganador de las elecciones en esta provincia: los primeros cómputos señalan que el actual gobernador obtiene el 43% de los votos, lo cual no sólo lo consagra gobernador por otros cuatro años sino que también lo catapulta como un protagonista clave en el escenario nacional y en la coalición oficialista Cambiemos.

Con este resultado, Morales corta la racha de 12 derrotas consecutivas de Cambiemos y le ofrende al Gobierno el primer triunfo en una elección a gobernador. Instalado desde temprano en el primer piso de su búnker, el hotel Palace, en la capital jujeña, el mandatario jujeño siguió al detalle los datos de las distintas mesas testigo: su desafío es superar el umbral de los 50 puntos –en 2015 se impuso por el 58% de los votos-, lo que le permitiría consolidar su dominio en la provincia pese al malhumor que predomina entre los jujeños por la gestión del gobierno nacional y los malos resultados de la economía. Si bien nunca dudó de su triunfo, Morales alguna vez temió que ese fantasma empañara su desempeño electoral.

También revalidó su dominio la capital jujeña, de la mano de Raúl "Chuli" Jorge. Ahora bien, ¿cómo pudo Morales ganar con tanta claridad pese a un contexto nacional desfavorable? Paradójicamente, porque instrumentó dos estrategias que el círculo áulico de Macri se resistió a aplicar a nivel nacional.

Primero, el gobernador desdobló la fecha electoral de la provincia de las elecciones generales de octubre, una decisión inédita en la historia de Jujuy. Consciente de que la difícil situación económica es un lastre en toda campaña, se cansó de insistirle a Macri y a Marcos Peña, jefe de Gabinete, de que la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal debía hacer lo propio en Buenos Aires. Ahora Cambiemos corre el riesgo de perder su principal distrito electoral.

Segundo: Morales supo aglutinar en su frente "Cambia Jujuy" a una treintena de fuerzas políticas -entre ellas el sector del PJ que lidera su vicegobernador Carlos Haquim-, e impuso decenas de listas colectoras en toda la provincia. De esta manera, desmembró a su principal rival, el peronismo, que ayer compitió dividido en al menos cuatro listas distintas. La que más votos cosechó fue la que encabeza Julio Ferreyra (PJ) quien se ubica segundo con poco más del 30% de los votos.

Frentismo

"Yo soy genéticamente frentista, hemos conformado un frente muy amplio que incluye muchas fuerzas políticas", enfatizó Morales, tras emitir hoy su voto. No se privó de propinarle un reproche a sus aliados nacionales: "Hay que conformar un espacio lo más amplio posible. Nos está faltando más peronismo", agregó el mandatario provincial.

Ese será uno de los reclamos que el gobernador jujeño llevará a la Casa Rosada el martes, cuando los socios de Cambiemos retomen las negociaciones sobre las cuestiones aún pendientes: la alternativa de ampliar la coalición oficialista –una posibilidad difícil de concretar antes de las primarias, admiten cerca de Morales-; el nombre del candidato a vicepresidente –el radicalismo insistirá que provenga de ese partido- y el armado de las listas de los legisladores nacionales de Cambiemos.

Morales promete jugar a fondo. Una de sus primeras reuniones será con el exministro de Economía y candidato a presidente de Consenso 19, Roberto Lavagna, para intentar sumarlo a la coalición oficialista. Aunque no lo admita públicamente, su suerte está atada a la del Presidente. Si el kirchnerismo triunfa en las elecciones presidenciales de octubre con la fórmula encabezada por Alberto Fernández, su provincia se convertirá en un polvorín, admiten en su entorno: la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, reclamará venganza y sus rivales del peronismo, hoy divididos, se unirán para hacerle imposible la gestión, especulan.