Movilidad jubilatoria | El DNU del Gobierno no desactiva a la oposición, que insiste en compensar las pérdidas de enero

Si el Gobierno imaginó que con un decreto de necesidad y urgencia desactivaría el debate que la oposición inauguró el jueves pasado en la Cámara de Diputados para avanzar en una nueva fórmula de movilidad jubilatoria, se equivocó.

El Poder Ejecutivo apuró en las últimas horas el dictado del DNU 274/2024 con un doble propósito: trazar un camino de transición entre la fórmula hoy en vigencia –que combina variación salarial y la recaudación de la ANSES- con la nueva modalidad de actualización por IPC (índice de precios al consumidor) que evite, justamente, que ese empalme resulte demasiado oneroso para las arcas fiscales que con tanto celo cuida el ministro de Economía, Luis Caputo.

El segundo propósito es neutralizar la ofensiva opositora en la Cámara de Diputados, que el jueves pasado había fijado para la tercera semana de abril como plazo máximo para redactar un dictamen con una nueva fórmula de movilidad de los haberes jubilatorios que permita atarlos mensualmente al índice de inflación. Todos los proyectos presentados contemplan que el empalme entre la fórmula hoy vigente y la nueva no perjudique a los jubilados; dicho en otros términos: los opositores pretenden que el Gobierno contemple el poder adquisitivo perdido durante enero, un mes de alta inflación (20,6%).

En esa discusión estaban los legisladores cuando ese mismo día el Gobierno anunció que emitiría un DNU para finiquitar la discusión. Anticipó que los haberes jubilatorios se actualizarían por inflación a partir de abril con una “compensación extraordinaria” entre el 12 y el 14%. La oposición, si bien consideró un avance que la fórmula se actualice mensualmente por IPC, insistió en que la compensación por enero debe ser completa. Finalmente, el Poder Ejecutivo fijó la compensación en 12,5% en el DNU 274/2024.

La oposición no solo cuestionó por insuficiente esta compensación. Además, criticó que el Poder Ejecutivo hubiera avanzado por decreto cuando el Congreso está activo y discutiendo esta cuestión en la Comisión de Previsión y Seguridad Social.

“Resta completar entre 8 y 10 puntos en la compensación, por esa razón seguiremos dando la pelea en la comisión de Previsión –sostuvo el radical Alejandro Cacace-. En ningún caso el haber jubilatorio debería quedar por debajo de la canasta básica del Indec.”

Cacace, secretario del bloque de diputados radicales, acordó con la presidenta de la Comisión de Previsión Social, la también radical Gabriela Brouwer de Koning, mantener en firme el cronograma de trabajo en la comisión. En la primera semana de abril se citará a los funcionarios del área correspondiente para abrir el debate. El objetivo es emitir dictamen durante la tercera semana del mes próximo, aunque un obstáculo amenaza con obstruir el camino al recinto: el presidente de la Comisión de Presupuesto, José Luis Espert, un fiel ladero del presidente Javier Milei. Sin la venia de esta comisión, el proyecto necesitará una mayoría agravada de dos tercios de los votos para ser aprobado.

La confección del DNU 274/2024 que finalmente dictó el Poder Ejecutivo resultó más complejo que el esperado. Por de pronto, la fórmula prometida por actualización mensual por IPC no comenzaría formalmente el mes próximo, sino recién en julio.

Para los tres meses de transición hacia esa fecha el Gobierno diseñó un mecanismo especial de empalme que combina la fórmula hoy vigente –de aplicación trimestral- y la nueva por indexación mensual por IPC. Lo justificó en la necesidad de evitar litigiosidad futura, según reza el decreto.

Así las cosas, los aumentos que se otorgarán en abril, mayo y junio se aplicarán en función de la variación del IPC de febrero, marzo y abril, respectivamente, aunque serán a cuenta del porcentaje de la movilidad a pagar en junio de 2024 según la fórmula hoy vigente.

En caso de que estos superen el aumento calculado según la fórmula hoy vigente, no se descontará la diferencia, la que se considerará incorporada al haber. Si fueran menores a dicho aumento, se abonará la diferencia resultante.

Así las cosas, en abril los ingresos recibirán “un incremento extraordinario equivalente al 12,5%” calculado sobre los haberes de marzo y que serviría como compensación por la inflación del 20,6% de enero. Además, percibirían un 13,2% equivalente a la inflación de febrero (que sería un adelanto de la movilidad que corresponde al mes de junio). Así, el aumento total arroja un 25,7% para el mes próximo.

Para los ingresos de mayo, el DNU establece que se otorgará otro anticipo de la movilidad que corresponda según la ley actual para junio, de un porcentaje equivalente a la inflación de marzo. Y en ese sexto mes del año se aplicará el IPC de abril.

El reclamo de una ley

Desde Hacemos Coalición Federal, Margarita Stolbizer cuestionó el cambio por decreto y enfatizó que debe hacerse por ley.

“Los jubilados siguen perdiendo y son víctimas de nuevas mentiras. El DNU 274 de hoy establece que la actualización por inflación será recién en los haberes de julio”, sostuvo la diputada bonaerense. “La compensación porcentual que fija para abril los sigue dejando afuera de los índices de precios de los meses anteriores. Y los aumentos adelantados serán descontados en junio. Pura trampa -alertó-. El Congreso debe establecer por ley la fórmula de actualización de jubilaciones y pensiones.”

Por su parte, la cordobesa Soledad Carrizo (UCR) opinó que “la reforma de la fórmula jubilatoria resulta insuficiente frente al impacto de la inflación, que erosiona mes a mes el poder adquisitivo de los jubilados”.

“Además, las bonificaciones solo benefician a quienes perciben las jubilaciones mínimas, dejando a muchos jubilados con recursos escasos”, aclaró y aseguró: “Continuaremos reclamando para que los jubilados no sean el único sector afectado por una economía que necesita mejorar su funcionamiento y adoptar medidas efectivas para resolver los problemas reales”.

El diputado Nicolás Del Caño (FIT) también cuestionó la medida del Gobierno. “Por decreto, Milei y Caputo vuelven a congelar en abril las jubilaciones mínimas que perciben 5 millones de adultos mayores. Volverán a cobrar 204.000 pesos. Ratifican el brutal ajuste a los que trabajaron toda su vida. El déficit cero es con el hambre de los jubilados”.