Murió Lambruschini, miembro de la segunda junta militar

A los 80 años, víctima de un problema cardíaco, falleció anteayer el ex almirante Armando Lambruschini, jefe de la Armada e integrante de la junta militar entre 1978 y 1981. Había nacido el 15 de junio de 1924. Sus restos fueron sepultados en el cementerio de Chacarita, en una discreta ceremonia presenciada sólo por familiares y amigos cercanos.

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Destituido en 1985 por el fallo que sentenció a los ex comandantes militares, la última aparición pública de Lambruschini fue el año último, cuando se ordenaron las capturas de oficiales a pedido del juez español Baltasar Garzón. Al quedar sin efecto las extradiciones solicitadas por la justicia española, el ex almirante había quedado nuevamente en libertad.

En marzo de 1990 había cumplido las dos terceras partes de la condena a ocho años de prisión impuesta por la Cámara Federal. Durante el juicio, Lambruschini realizó un alegato de sólo seis minutos en los que reflejó su pensamiento con una frase: "Mi honra quedó a salvo antes de este proceso, y a salvo quedará también en caso de condena".

Durante el juicio a los comandantes militares, Lambruschini prohibió a sus abogados que utilizaran como argumento de su defensa el asesinato de su hija Paula, muerta en un atentado de Montoneros.

Esa circunstancia marcó a quien fue uno de los hombres fuertes de la Armada desde comienzos de los años 70. Ese 1° de agosto de 1978 estaba a poco más de un mes de suceder al almirante Emilio Eduardo Massera en la jefatura naval cuando una bomba destruyó su vivienda, en la calle Pacheco de Melo al 1900. Entre las víctimas de la explosión estuvo su hija Paula, de 15 años.

El comando de Montoneros instaló la bomba en el edificio contiguo al de Lambruschini, en la pared que daba a la habitación de la adolescente, y el artefacto detonó cerca de las 2 de la madrugada.

Pese a esa pérdida, Lambruschini asumió el mando de la Armada el 15 de septiembre de 1978. Ese día juró en el Congreso como integrante de la junta militar, compuesta por el teniente general Roberto Viola y el brigadier general Orlando Ramón Agosti.

La llegada de Lambruschini a la comandancia en jefe de la Armada fue parte de la política del gobierno militar de renovar a los miembros de la junta. Poco tiempo antes, Viola había reemplazado a Jorge Rafael Videla en la jefatura del Ejército, que, en su condición de retirado, asumió la presidencia del país. Antes de fines de 1978, la Fuerza Aérea completó la rotación de jefes al designarse comandante al brigadier general Omar Graffigna.

Lambruschini había iniciado su carrera militar al ingresar en la Armada en 1942. Egresó como guardiamarina de la promoción 73» y su primer destino fue en el acorazado Moreno. Como capitán de fragata obtuvo el comando del destructor Espora y luego fue jefe de operaciones de la Flota de Mar; como capitán de navío fue designado comandante del crucero General Belgrano, que en 1982 fue hundido durante un ataque submarino en la Guerra de las Malvinas.

Llegó a los puestos de conducción naval en 1973, cuando ascendió a contraalmirante, y dos años después fue nombrado vicealmirante y jefe del Estado Mayor de la Armada.

Era el segundo de Massera cuando lo reemplazó en la jefatura naval y participó del proceso de reequipamiento de la Armada. El atentado en el que murió su hija fue una de las últimas acciones importantes de las organizaciones terroristas. En diciembre de 1978, Lambruschini fue uno de los personajes clave en el conflicto por el Beagle, cuando las fuerzas militares de la Argentina y Chile estuvieron a pocas horas de enfrentarse.

Mediante diversos viajes al exterior, Lambruschini buscó forjar alianzas en favor del gobierno militar y también fue uno de los integrantes de la junta que más se pronunciaron en procura de una salida política a la situación nacional de entonces. Pasó a retiro en septiembre de 1981.