Solo en Off: por olvidarse de “Pepín”, Cristina Kirchner puso la mira sobre dos vicepresidentes de una importante empresa

Dos altos directivos de la petrolera YPF quedaron en la línea de fuego del kirchnerismo. Los funcionarios podrían perder el cargo en los próximos días por un tembladeral político y está en juego el cobro de un bono descomunal por 30 millones de pesos en marzo, que es parte de los sueldos millonarios que paga la compañía a sus máximas autoridades. Todo por un escrito. O mejor dicho, por un nombre no escrito.

La historia es la siguiente: la jueza federal María Servini tiene a cargo la causa Oil Combustibles, en la que el empresario kirchnerista Cristóbal López argumenta que durante el gobierno de Mauricio Macri pretendieron quitarle la compañía petrolera.

En esa causa, la empresa presentó en diciembre pasado un escrito sobre las actuaciones de los vicepresidentes de YPF Germán Vito Fernández Lahore, de Asuntos Jurídicos de la compañía, y Santiago Martínez Tanoira, de Gas y Energía.

En el escrito se sostiene que la decisión de revisar los números de Oil Combustibles fue una directiva del CEO anterior de la compañía, Miguel Ángel Gutiérrez. El problema para Tanoira y Lahore fue que el kirchnerismo descubrió que, en el escrito, cuando se refieren al Comité de Compliance de la compañía, el grupo que debía velar por el cumplimiento de las normas, se evitó nombrar a quien entonces lo presidía: Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, el asesor judicial de Macri.

Esa omisión enfureció al oficialismo, que quiere ver a Rodríguez Simón complicado judicialmente. El revuelo, según aseguran, llegó a los oídos de la vicepresidenta Cristina Kirchner.

Actualmente, Pepín Rodríguez Simón permanece en Uruguay, pese a los requerimientos judiciales, con el argumento de que el kirchnerismo le armó causas para detenerlo. La vicepresidenta lo apunta por las denuncias que proliferaron en su contra durante el gobierno anterior.

Ahora, la convicción en el kirchnerismo es que Tanoire y Lahore lo protegieron a través del escrito. Y que la omisión del nombre de Rodríguez Simón en el documento presentado ante la jueza Servini estuvo lejos de ser casualidad. En los próximos días podría haber un desenlace. Y el futuro de los vicepresidentes de la compañía está en revisión.

La camioneta del canciller revivió gracias a un “puente”

La noche del jueves fue gélida, en sintonía con la frialdad que reina en las relaciones entre algunas tribus del Frente de Todos, enfrentadas por el rumbo del Gobierno y la estrategia electoral, que se reunieron en la sede nacional del Partido Justicialista, en la calle Matheu 130 de la Capital Federal. El clima fue adverso desde temprano, pero, avanzada la noche, el frío golpeaba no solo a quienes osaban esperar la salida de los funcionarios de la reunión, sino que amenazaba también con complicar el arranque de algunos vehículos que, según se vio en el lugar, estaban flojos de batería.

La camioneta Toyota que trasladó hasta la sede partidaria al canciller Santiago Cafiero necesitó asistencia para ponerse en marcha. En medio de la noche, y cuando todavía faltaban algunas horas para que el encuentro de la mesa política oficialista terminara (finalizó cerca de la 1.30 del viernes), una Ford Ranger que integraba la flota de vehículos de custodia se puso a la par para concretar las “maniobras de reanimación”.

Personal que acompañó a los funcionarios conectó unos cables rojos de una batería a la otra para hacer el conocido “puente” y el vehículo en el que había llegado Cafiero arrancó. El arribo del canciller había sido junto al resto de la tropa de dirigentes cercanos al presidente Alberto Fernández que fueron parte de la reunión (Victoria Tolosa Paz, Agustín Rossi, Julio Vitobello y Juan Manuel Olmos).

Después de recibir el auxilio vital para recuperarse, la camioneta esperó a Cafiero encendida un buen rato. A su salida, en plena madrugada, el canciller no encontró inconvenientes para abordar el vehículo oficial y retirarse sin problemas. Con la ayuda del “puente”, su vehículo había quedado en las mismas condiciones que el resto de los autos oficiales que completaron el estacionamiento de la sede del PJ y parte de la calle Matheu. Muchos de ellos cargaron rápido a sus tripulantes y partieron sin demoras, tras una reunión que dejó tela para cortar, un documento consensuado que puso en primer término la situación de Cristina Kirchner y una “foto de familia” que tardó casi doce horas en difundirse a los medios de prensa.

La boda patagónica del abogado y la funcionaria

Marcos Aldazábal, uno de los abogados de Cristina Kirchner, aprovechó el fin de semana XL y se casó en Bariloche.

En una ceremonia al aire libre, a orillas del Nahuel Huapi, le dio el “sí, quiero” a Julieta Bonilla, funcionaria del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, la cartera que estuvo dirigida por la exsocia de Aldazábal, Elizabeth Gómez Alcorta. Durante los años del macrismo Aldazábal y Gómez Alcorta fundaron junto al hoy secretario de Justicia, Juan Martín Mena, un estudio en la avenida Rivadavia, del que luego quedó a cargo solo el joven y altísimo abogado que hoy se encarga de los intereses de la vicepresidenta en la causa por el atentado en su contra.

Mena fue precisamente uno de los que dijo presente en la ceremonia por civil que Aldazábal y Bonilla hicieron la semana pasada, al aire libre, en uno de los sitios emblemáticos de la ciudad en los que permite casarse el gobierno porteño. La ceremonia de este fin de semana fue la segunda oportunidad en la que la pareja celebró su amor, en la tarde-noche de este sábado.

Tras ganar en La Pampa, la UCR huele a traición

Pocas horas habían pasado de la victoria de Martín Berhongaray (UCR) sobre Martín Maquieyra (Pro) en la interna de Juntos por el Cambio en La Pampa, cuando una noticia áspera se coló en el festejo. Causó enojo un mensaje del exsenador nacional y exintendente de la localidad de Miguel Riglos Juan Carlos Marino, una figura de peso en la UCR pampeana, llamando a votar a Pro.

“Hola, chicos, ¿Cómo les va? Buenas tardes. El domingo hay elecciones internas de Juntos por el Cambio y van Maquieyra y Berhongaray para gobernador. Y la verdad que, si pueden ir a votar por Maquieyra, me harían un favor porque estoy tratando de darle una mano. Disculpen la molestia y, si lo pueden hacer, sería bárbaro”, señaló Marino en un audio, presumiblemente dirigido a un grupo de militantes.

El exsenador reconoció como propio el audio, pero dijo que votó a Berhongaray, y que con el mensaje solo buscaba mayor participación (votó el 13% del padrón). En la UCR pampaeana dicen que la jugada de Marino volvió “mucho más épico” el triunfo de Berhongaray.

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