Vacuna: el Gobierno hace un nuevo intento por acordar con Pfizer pero persisten las trabas legales

El Gobierno hizo en las últimas horas un nuevo intento por acercarse a Pfizer, la proveedora de la vacuna que está a la vanguardia en muchos países del mundo occidental y cuyo acuerdo con la Argentina se vio trabado por cuestiones jurídicas.

La secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, junto a un funcionario del área jurídica del Ministerio de Salud mantuvieron ayer en la Casa Rosada una reunión con ejecutivos de la filial argentina de Pfizer para estudiar los alcances que debería tener un contrato para que sea aceptable para ambas partes.

La Argentina había dado varios pasos para ocupar un lugar destacado en la distribución de Pfizer: participó de los ensayos clínicos y luego hizo una ley "a medida" de las exigencias de ese laboratorio. Tal como publicó LA NACION, el acuerdo se empantanó por un renglón que el Congreso le agregó a ese proyecto.

Los legisladores incluyeron un párrafo para que los laboratorios puedan tener indemnidad "excepto en casos de negligencia" de las empresas. "Facúltase al Poder Ejecutivo a incluir en los contratos que celebre para la adquisición de vacunas cláusulas que establezcan condiciones de indemnidad patrimonial (...) con excepción de aquellas originadas en maniobras fraudulentas, conductas maliciosas o negligencia por parte de los sujetos aludidos", dice la ley promulgada el 6 de noviembre.

Pfizer pretendió que se quitara esa excepción, pero el Gobierno no estuvo dispuesto a ir en contra de la letra de la ley, por las consecuencias penales que esto podría implicar para los funcionarios. "Si algo sale mal es Comodoro Py", sintetizó un colaborador de Alberto Fernández.

En la reunión de ayer, las partes intentaron acercar posiciones ¿Cómo? "Lo que se podría hacer es estipular qué se entiende por negligencia de la empresa y qué responsabilidad tiene el Estado en la provisión de la vacuna. No es lo mismo que la vacuna venga con una falla de la casa matriz que un problema en su conservación una vez llegada a la Argentina", explicó un colaborador al tanto de la negociación con el laboratorio norteamericano.

El acuerdo aún está lejos de ser cerrado: los ejecutivos de Pfizer Argentina se comprometieron a elevar la consulta a los Estados Unidos. Solo si la empresa aceptara la ley vigente y un contrato que especifique por escrito qué se entiende por negligencia, el acuerdo podría avanzar.

En la Casa Rosada creen que Pfizer tiene un problema operativo, porque no tiene el nivel de producción que esperaba para abastecer a todos los países con los que había asumido compromisos. Sin embargo, desde la empresa hicieron saber que el único obstáculo real es la cláusula legal que habla de "negligencia".

El acuerdo con Pfizer apuntaba a la provisión de 1,5 millones de vacunas. El interés de la Argentina estaba en que ese laboratorio, como se verificó en otras partes del mundo, era el primero en condiciones de vacunar a la población. De avanzar el acuerdo, Pfizer podría entregar sus lotes entre febrero y marzo, a un valor de 20 dólares por vacuna.

La oposición sembró dudas sobre la negociación con Pfizer, al punto que el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo dijo que "hay muchas sospechas acerca de si se le ha pedido coimas y cosas de ese tipo". La presidenta de Pro, Patricia Bullrich, presentó un pedido de información pública en el mismo sentido. Los referentes opositores recibieron información que indica que Pfizer en los Estados Unidos le habría pedido un informe a su filial en la Argentina para iniciar acciones preventivas en la SEC por posibles acciones fraudulentas.

"Obviamente juega la geopolítica", dijo un estrecho colaborador del Presidente, que reconoció que el alineamiento con Rusia también pudo incidir en la negociación con Pfizer. Por lo pronto, la única alternativa que la Argentina tiene en sus manos para inocular a la población de riesgo en el verano es la vacuna Sputnik V. El Airbus 330 de Aerolíneas Argentinas partiría esta tarde, después de las 19, a Moscú para cargar 300.000 dosis y comenzar a inocular a los trabajadores de la salud.