Tacuarí Well Park propone a inversores la venta de espacios para automóviles
El abanico de alternativas inmobiliarias no se detiene. Dentro del mercado comercial surge una nueva propuesta. Con una inversión de más de 2 millones de dólares, la firma Desarrollos Well Park lanzó su segundo edificio de cocheras, en San Telmo.
Se trata de Tacuarí Well Park (en Tacuarí 640, entre Chile y México) que cuenta con 190 cocheras con la particularidad de ofrecerse en dos modalidades: para uso particular, del primero al sexto piso, y para uso comercial, en planta baja y subsuelos. Las primeras parten en los 8900 dólares mientras que las segundas, en los 18.000 dólares. Estas últimas ofrecen la posibilidad a sus propietarios de delegar su uso comercial a un fideicomiso de explotación que liquida ganancias trimestralmente.
"La idea es innovadora ya que permite a pequeños inversores ingresar en el negocio de los garajes comerciales, sector al que hasta ahora sólo accedían los grandes grupos con capitales no menores a los 2 millones de dólares", explica Alberto Súcari, titular de Seguridad Inmobiliaria SA, comercializadora del emprendimiento.
Las cocheras particulares, por su parte, contarán con un acceso independiente y con un control inteligente de tarjetas. Cada propietario administrará su cochera de modo particular, pudiendo utilizarla o alquilarla a un tercero.
"Elegimos la zona de San Telmo por su potencial de crecimiento y por la movida turística que lo visita, así como por su polo de instituciones educativas y la creciente radicación de nuevas empresas, restaurantes y residentes", explica Súcari.
En detalle
Los operadores apuntan a que las cocheras cuenten con ventajas por sobre la tradicional inversión en el mercado residencial. En primer lugar, la diversificación de la renta en varias unidades. "Con el valor de un departamento de dos ambientes en Núñez se puede acceder a cinco unidades de cocheras, asegurando la renta y minimizando el riesgo de incumplimiento", asegura Súcari.
La seguridad jurídica es también uno de los puntos fuertes. El título de propiedad pertenece a cada unidad y a diferencia de los contratos de alquiler en el mercado residencial, no cuenta con juicio de desalojo, cuyo proceso nunca es menor a los seis meses.
A estos beneficios se le suma el bajo o nulo mantenimiento y una tasa de rentabilidad que por lo menos duplica la de los tradicionales alquileres. "Este mercado no tiene techo, sus valores se han incrementado desde hace dos años cerca del 20% y la tendencia es que seguirán subiendo ya que la demanda es cada vez mayor", puntualiza Súcari.
De hecho, por el éxito del inmueble ya se anunció la ampliación del edificio que en corto plazo tendrá otros 1500 m2 de construcción.