Los camps de entrenamiento: la opción de vacaciones para los fanáticos del deporte y la naturaleza
Cinco propuestas para combinar deporte, turismo y naturaleza en diferentes puntos del país.
PARA LA NACION
Algo que antes era exclusivo para deportistas de alto rendimiento en pretemporada hoy se ha vuelto inclusivo y abundan alternativas para todos los niveles. Ya no hace falta ser un atleta de elite para participar de un camp de entrenamiento o disfrutar los senderos del mismísimo Aconcagua. De hecho, se suman muchas personas que recién empiezan con el running, el trekking y el montañismo, o el ciclismo.
Para quienes forman parte de un equipo de entrenamiento son el plan fit ideal para integrar y divertirse con los compañeros. Y para el que entrena solo y se anima a sumarse a algún paquete abierto, la mejor opción para conocer gente y métodos de entrenamiento.
En diciembre y enero se corren el Cruce de los Andes y el Cruce Tandilia, y la idea de un finde de entrenamiento específico aporta un plus importante.
Ahora arranca una época clave: algunos eligen invertir sus vacaciones enteras en estos planes con estadías que van desde una semana hasta un mes. Otros, en preparación para alguna carrera próxima, optan por la modalidad del fin de semana intensivo. La apertura oficial de la temporada de Trail Running y sus pruebas más clásicas pueden ser la excusa perfecta que amerita unos días de entrenamiento específico. La idea es incluir todas las salidas posibles (con dobles turnos si el cuerpo aguanta) para sumar experiencia corriendo en distintos tipos y extensiones de pendientes y superficies, practicar el modo trekking, familiarizarse con los terrenos inestables, la utilización de bastones, etcétera.
En diciembre y enero se corren el Cruce de los Andes y el Cruce Tandilia, y la idea de un finde de entrenamiento específico entre dos y cuatro semanas previas a la fecha de la carrera es fija para muchos: aporta un plus importante de confianza y fortaleza.
Los ciclistas y los montañistas también palpitan un verano de superacción, ya sin restricciones.
¿Te dan ganas de vivir una experiencia de estas? Van cinco propuestas nacionales para distintos deportes y posibilidades (físicas y económicas).
Tandil
Para los porteños ávidos de cerros resulta la escapada más accesible en tiempo y plata, por la cercanía y por las alternativas que ofrece.
En pocas horas se llega a un lugar que ofrece de todo: circuitos divinos para pedalear, para correr, para hacer rapel, escalada y trekking.
Hay tipos de alojamiento para todos los bolsillos y muchas opciones de camps de entrenamiento con todo organizado: hospedaje, actividades deportivas a cargo de coordinadores y entrenadores locales, comidas, charlas. Claudia Cabrera, directora de Sierra Activa, la empresa pionera de la zona en estos servicios, explica que arman los paquetes a medida según las necesidades de sus clientes. Y que reciben grupos con sus propios entrenadores que coordinan los entrenamientos, pero también a muchos que optan por dejarse sorprender por los miembros de su staff. Entre sus paquetes existen opciones muy accesibles parando en cabañas o en una casona tipo hostel, y también otras premium en hotel o apart cinco estrellas con spa y vistas de ensueño.
Balcarce
La geografía de Balcarce ofrece una diversidad de dificultad de terrenos perfecta para quienes buscan mejorar su rendimiento en trail running, ciclismo de MTB y trekking, además de paisajes bellísimos. Sus sierras son la vedette del lugar, pero el autódromo Juan Manuel Fangio tiene lo suyo y ofrece un espacio para entrenar también en llano a quien lo desee. Gustavo Muñoz y Alejandra Torres lideran las propuestas de Entrenamientos en Balcarce y reciben corredores y ciclistas de todo el país, todo el año. Ofrecen un servicio muy cuidado y completo donde no hay detalle que se les escape: comida casera elaborada por ellos mismos, clínicas de trail con correcciones técnicas personalizadas, videos con análisis de las posturas en carrera, charlas, y varios juegos físicos que permiten volver a sentirse un niño a la vez que se trabajan habilidades claves para mejorar la performance deportiva.
Cerro Tres Picos, Sierra de la Ventana
En Villa Ventana, partido de Tornquist, se encuentra el cerro más alto de la provincia de Buenos Aires: el Tres Picos, con sus 1239 metros.
El área es propiedad privada de la Fundación Rodolfo Funke y brinda hospedaje y otros servicios. Se puede llegar a la cumbre del cerro a través de un sendero de ocho kilómetros, aproximadamente, que parte de la propiedad privada de esta fundación sumando cerca de 800 metros de desnivel. Para personas de condición física aceptable puede significar una salida del día en varias horas, pero existe también la opción de hacer noche acampando en algún punto, como puede ser la famosa cueva ubicada en el tramo final del trayecto. También se puede sentar campamento abajo, cerca de las áreas de servicios, y pasar varios días aprovechando los distintos trekkings que ofrece la zona con sus hermosas cuestas, tan preciadas para entrenar para quienes tienen alguna carrera de aventura o ascenso próximos. Los experimentados pueden armarse el plan completo por las suyas y, en este caso, la recomendación obligada es llevar siempre mucha agua para las travesías, ya que no hay puntos para recargar. Los menos osados pueden contratar algún guía local y quedarse más tranquilos.
Cachi, Salta
Esta opción no es apta para una escapada exprés. Hacen falta entre dos y cuatro semanas para que el entorno surta verdadero efecto. Cachi está ubicada a 2400 msnm y es la cita obligada para cientos de deportistas de resistencia que buscan beneficiarse con los efectos de la altura en el organismo. La altitud, sumada a un ámbito que ayuda a enfocarse únicamente en entrenar, da como resultado una ecuación perfecta. En Cachi, no hay distracciones y esto empodera todo: facilita mucho ese círculo virtuoso de “entrenar y descansar bien para volver a entrenar”. Tiene una pista de atletismo de tartán abierta para todo público, pileta de natación y circuitos de tierra con todos los tipos de pendientes que uno busque. Elegido por triatletas, ciclistas, y corredores de pista, calle y montaña, es un destino sin igual tanto para profesionales como para amateurs que aman y se toman muy en serio su deporte. www.turismosalta.gov.ar/contenido/13/cachi
Vallecitos & Parque Nacional Aconcagua, Mendoza
Tanto Vallecitos como la zona del Aconcagua en Mendoza son lugares que ofrecen un sinfín de actividades para los enamorados de la montaña.
Muchos escaladores van a Vallecitos como previa a expediciones al Aconcagua u otros grandes desafíos, para aclimatarse y entrenar. Y muchos extranjeros, incluso, acuden a estas latitudes como antesala del Everest y demás gigantes del Himalaya. ¡Pero atención! No hace falta ser un andinista experto para visitar estos lugares. Hay muchos circuitos accesibles para personas de condición física media o poca experiencia, como pueden ser los trekkings a distintos campamentos del coloso de América: Confluencia, Plaza Francia, y para no tan improvisados, Plaza de Mulas, “el campamento base”.
“Las” personas de la zona para contactar si uno busca guías expertos son Heber Orona y Lito Sánchez. Sus nombres son sinónimo de hazaña y conocen los relieves mendocinos como nadie. Los primeros argentinos en hacer cumbre en el Himalaya (Everest sin oxígeno, Dhaulagiri, y récord mundial de más ascensos al Aconcagua) siguen cumpliendo su función con la misma pasión de hace varias décadas. Vale la pena conocerlos. www.heberorona.com / ww.facebook.com/lito.sanchez.16
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