Carolina de Mónaco. Anfitriona del Baile de la Rosa: todos los detalles y las mejores fotos de una gala única

La fiesta y el glamour volvieron a Mónaco. El sábado 25, se realizó el Baile de la Rosa, uno de los eventos más tradicionales del principado y de Europa. Desde 1954 –año en el que se celebró por primera vez–, el festejo convoca a la élite y a la alta sociedad internacional. Y, esta edición 2023 no defraudó y tanto la convocatoria como la temática fueron un éxito. Así como en años anteriores la gala se inspiró en Londres, Rusia, Marruecos e, incluso, en la Movida madrileña, esta vez el hilo conductor fue Bollywood, tal como se conoce en el mundo a la industria cinematográfica india. La dirección artística del evento estuvo por segunda vez a cargo el diseñador Christian Louboutin, que siempre se sintió atraído por el país asiático. Tal como viene sucediendo desde que relevó a Karl Lagerfeld, quien murió en 2019, Louboutin volvió a trabajar codo a codo con la princesa Carolina, su amiga y gran anfitriona de esta velada única. A través del Baile de la Rosa se recauda dinero que permite financiar los proyectos humanitarios que lleva a cabo la Fundación Princesa Grace, un organismo que preside e impulsa la primogénita de los príncipes Raniero III y Grace de Mónaco.

BOMBAY EN MÓNACO

La música, los sabores y el color de la India invadieron los 1000 metros cuadrados de la Salle des Étoiles (el Salón de las Estrellas) del Sporting de Montecarlo. Y ahí estuvo Carolina dando una lección de elegancia. Acompañada por su hermano, el príncipe Alberto, y por sus cuatro hijos, Pierre, Charlotte, Andrea y Alexandra, la princesa recibió a las cantantes Isabel Pantoja y Shirley Bassey y a los deportistas Gael Monfils y Elina Svitolina, invitados de honor este año.

Carolina, además, estuvo en cada detalle. En el salón, que fue inaugurado por Joséphine Baker en 1974, se habían dispuesto mesas a puro lujo para quienes lograron tener su lugar en esa noche única (las entradas se agotaron rápidamente y hubo lista de espera). La decoración de las mesas estaba inspirada en los saris, trajes tradicionales del sur de la India. Por supuesto, no faltaron los arreglos florales para los que se usaron unas 12 mil rosas, 6000 claveles y guirnaldas de jazmín, los candelabros, las velas con mandalas y almohadones rojos sobre las sillas.

Después de la comida, llegaron las actuaciones y el baile. El grupo Bassant –junto con los coreógrafos Kamal Kant y Megha Jagawat, el bailarín principal del Ballet de la Ópera de París, Jérémy-Loup Quer, y el actor Punit J. Pathak– fue uno de los grandes atractivos. Luego, vino la artista Narmada Madavane, que representó Bella, un espectáculo sobre una joven india. Cuando subió al escenario el cantante libanés Mika –autor de “Grace Kelly”, uno de los temas que le dio reconocimiento internacional–, todos salieron a bailar, desde los invitados hasta los Grimaldi-Casiraghi. La princesa Charlene, mujer de Alberto de Mónaco, volvió a estar ausente. Su última vez en el Baile de la Rosa fue en 2014.

Fotos: Pierre Villard/SBM y Getty Images

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