El 31 de diciembre, recibió a Wanda Nara y a sus cinco hijos en Guanahani, donde compartieron una tarde de sol, mar y rondas de mate
Coincidieron en Doha en la previa de la final de la Copa del Mundo: Marcelo Tinelli (62) estaba en Qatar desde que empezó el Mundial con Lolo, su hijo menor, y Wanda Nara (36) llegó con sus cinco hijos –Valentino, Constantino, Benedicto, fruto de su matrimonio con Maxi López, y Francesca e Isabella, las hijas que tuvo con Mauro Icardi– para ver el partido decisivo entre Argentina y Francia. Allí, en medio de la euforia, la emoción y los festejos por el campeonato mundial obtenido por el seleccionado nacional, Lolo y los chicos de Wanda congeniaron, se hicieron amigos y quedaron en volver a verse en Punta del Este. Así que apenas el clan aterrizó en Uruguay, el miércoles 28, Marcelo los invitó a comer en Guanahani –la chacra que tiene en la zona de La Boyita–, donde el sábado 31 los hijos de Wanda pasaron un día genial en compañía del conductor y sus hijos, Candelaria, Micaela, Francisco, Juana y Lolo: comieron asado, disfrutaron de la pileta de Guanahani primero y después bajaron a la playa, donde Marcelo hizo de niñero y de chofer, especialmente de los varones, que pasaron casi toda la tarde jugando entre las olas y surcando los médanos a bordo del four-trax y el cuatriciclo de los Tinelli. Poco antes del atardecer llegó Wanda a buscar a los chicos y se sumó al team playero, tomó mate con el anfitrión y pasó un buen rato distendida en una reposera, de confidencias con Candelaria y Micaela.
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