Con ideas claras y gran poder de persuasión, una pareja involucró a un equipo de expertos en arquitectura, interiorismo y paisajismo para lograr impronta rústica en una casa de grandes dimensiones.
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La construcción de una casa no está exenta de momentos de tensión; sin embargo, en este caso la conclusión positiva es unánime: “Fue un placer trabajar con los dueños de casa”, coinciden los responsables del estudio de arquitectura Giovanakis, la diseñadora de interiores Paula Fernández Moin y la paisajista Eugenia Anaya. Sensibles y dispuestos a materializar sus ideas tanto como a ponerse en manos de los expertos, la joven pareja supo cómo involucrar a todos en este proyecto, sumamente ambicioso.
Sobre la base de una envolvente de ladrillos, hormigón visto, doble altura y altísimos ventanales en arco de medio punto, el objetivo en conjunto fue crear recorridos fluidos, equilibrar el peso de materiales contundentes y evitar la sensación de vacío para lograr la ansiada calidez de hogar. Los interiores, que se hilvanaron con tonos neutros, texturas puras y muebles que acompañan la escala, se conectan naturalmente con un jardín generoso en recorridos, volúmenes y sectores que enriquecen la experiencia de estar al aire libre.
"Al pensar la diagramación general del jardín, partí desde las visuales más importantes de la casa para incorporar las copas de los árboles y definir recorridos."
Eugenia Anaya, paisajista
Un recorrido que fluye
“Desde el punto de vista funcional, esta es una casa racionalista: no hay espacios residuales y los recorridos son fluidos, sin cruces ni conflictos de circulación”, dice la arquitecta Graciela Gubitosi, del Estudio Giovanakis. Por ejemplo, el estar en doble altura y la cocina se articulan por medio de un volumen de hormigón que de un lado sostiene una tele y, del otro, una nueva pantalla sobre el hogar a leña de 2,5x8m, a la medida del gusto del dueño por hacer fuegos espectaculares.
La pareja se esforzó en definir y transmitir con precisión qué querían usar en cada sector. A partir de ahí, trabajamos sobre una síntesis de materiales que le diera protagonismo a la arquitectura.
“En la cocina optamos por una paleta distinta del resto de la casa: aparece el blanco por única vez, el negro y la madera. La mesa redonda rompe con tantas rectas y hace más flexible la circulación”, continúa la interiorista, que explica que, acorde a las nuevas formas de habitar, los dueños no quisieron un comedor formal y priorizaron la cocina como lugar de encuentro cotidiano, con una barra generosa.
Transición genial al exterior
Fuelle entre la cocina y el exterior, el jardín de invierno se usa para comer todos los días. “También es el taller de la dueña de casa”, nos cuenta Fernández Moin, que llegó a la obra como parte del equipo de asesoramiento que brinda Compañía Nativa, firma que proveyó la mesa, las sillas y las lámparas colgantes, entre muchas otras piezas.
“Para lograr continuidad con el exterior, el jardín de invierno tiene pisos símil calcáreos que remiten a un patio. Se pintó de negro por dentro y por fuera, porque los colores oscuros realzan el verde”.
Al estanque original, la paisajista Eugenia Anaya le agregó una caída de agua para generar una sensación sonora agradable y pasos flotantes que conectan la galería con el jardín de invierno
Las mil formas del verde
La espacialidad interior tiene su correlato en un jardín que fue minuciosamente diseñado y construido por Neo Park. En el sector de la pileta, el solárium y el jacuzzi, dos olivos se reflejan en el agua, mientras que uno de los tantos ejemplares añosos da sombra a las resposeras.
“Desde el comienzo del proyecto, los dueños de casa decidieron que el jardín debía tener situaciones de sombra, lugares íntimos, frutales, zona de fuegos, huerta y un horno de barro”, dice Eugenia Anaya. “Aproveché dos eucaliptos alineados para colocar la pérgola de quebracho con una cubierta de cañas secas que genera sombra instantánea”.
Cambio de clima en el dormitorio
“En los ambientes privados unificamos la decoración mediante gestos que remitieran a lo natural, en una paleta de tonos neutros con terminaciones mate”, dice la interiorista.
La suite principal, ubicada en la planta baja, está planteada con el confort de un spa. Cuenta con áreas integradas por el color y la materialidad, pero bien definidas: dormitorio, baño, sauna (Jacuzzi) y vestidor.
Revestimiento de piso y pared símil piedra ‘Heritage’ de la firma Ricchetti (Barugel). Mesada de Silestone ‘Yukón’ (Vedek Revestimientos). Lámparas (Las Churras). Escalera de kiri (Andrea Deco Home). Espejos (Za Mobiliario Industrial).
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