10 buenos datos para este verano en El Chaltén
Aldea de montaña, que a medida que crece, aumenta su oferta de servicios. Cuáles son las nuevas pizzerías, parrillas, librerías y quiénes se consolidan como clásicos.
PARA LA NACION
Butch
Bar de carnes
Flamante propuesta de Federico Echevarría (al frente de Bonanza y Ahonikenk) para amantes de las buenas carnes en un reducto pequeño, pero con mucha atención a los detalles.
Entradas premium –mollejas, riñones, albóndigas de cordero o zanahoria a la chapa con miel de curry– y un menú de hamburguesas caseras –de vaca y cordero– con salsas originales y distintas, como hongos y espinaca o chutney de manzana y tomates cherries confitados. Todo, en un ambiente cálido y con piel de corderito sobre las sillas. De martes a domingo de 12 a 15 y de 19 a 22:30.
- Butch. Lago del Desierto 410. T: (11) 6635-2805. @butch_elchalten
Chalteños
El alfajor que se volvió un clásico
El creador de los alfajores Chalteños, Leonardo Aguinaga, asegura que no sabe cocinar. “Si me piden una torta, te hago un alfajor grande”.
Llegó al pueblo por su trabajo de camarógrafo, se enamoró de su mujer Ana Miedzir (del alojamiento Anita’s House), volvió, se quedó y se le ocurrió hacer lo que más disfrutaba comer (“Soy un gran comedor de alfajores”).
El gentilicio de los habitantes de este pueblo es chaltense, pero Leonardo quería una palabra con la letra distintiva de nuestro idioma: ñ. Se consultaron varios nombres con amigos y familia, y ganó chalteño. Al nombre sumaron el árbol bandera, doblado por los vientos feroces que soplan en la zona.
Empezaron haciendo 20 o 30 y hoy ya pasaron los 1.000 diarios. La masa es de cacao amargo y el relleno de dulce de leche, grosella, calafate. No se usan conservantes. Se elaboran atrás del local donde se venden, por eso al entrar es típico escuchar: ¡Qué rico olor!
El proyecto que suena fuerte para esta temporada son los conitos de dulce de leche (acá iría perfecto un emoji de ¡por favor!).
- Av. Del Libertador 249. T: (2962) 49-3288.
Pudu Lodge
Al pie de los senderos
Cuando Gabriel Rapaport abrió esta hostería patagónica, en 2008, quedaba en el final del pueblo, pero en los últimos años El Chaltén creció tanto que el hotel se fue acercando al centro. Luego de dos ampliaciones, cuenta con 28 habitaciones cálidas y confortables, perfectas para los que llegan cansados de caminar.
Recepcionistas atentas a las necesidades del viajero y muy buenos desayunos completos. Excelente ubicación, ahí nomás de los principales senderos de trekking.
- Pudu Lodge. Albert Konrad 90. T: (2966) 49-3365. www.pudulodge.com
Domo Blanco
25 años de helados artesanales
Cuando Marcela Cepernic se quedó a vivir en El Chaltén, en 1998, había 75 habitantes y ninguna heladería. “O lo hago yo o no vamos a tener helado”, se dijo y empezó a investigar cómo hacer helados. Sus amigos no podían creerlo, “tas loca, ¿a quién le vas a vender el helado? ¿A los guanacos?, le decían.
Pero ella siguió adelante y en la búsqueda encontró a don Pablo Vuckovic, de origen croata como ella, que hacía varias décadas que era heladero y tenía recetas de más de 50 años. Marcela viajó a verlo a Verónica, en la provincia de Buenos Aires y recibió los “secretitos de la fórmula”. Luego empezó a fabricarlo con una máquina chiquita en el living de la casa con dinero que le prestaron sus padres, una tía y su abuela. Cuando conoció a su compañero y padre de sus hijas, Marcelo Beltrán, se animaron a alquilar un local y desde ahí afinaron la textura del helado, la sensación de frío en la boca y crecieron. Aunque tuvieron competencia en algún momento, 25 años más tarde son la única heladería del pueblo con el nombre de un cerro que solo se ve desde el campo de hielo continental patagónico y siempre tiene nieve en la punta.
En temporada tienen 36 sabores. Los preferidos de los turistas son los de calafate –la fruta se compra a pobladores que los recolectan en El Calafate– y frambuesa y frutilla –viene de El Bolsón o Esquel–, y también el chocolate amargo y nocciolato, uno de los sabores fuertes, elaborado con gianduia –crema de avellanas y chocolate– propia. El sabor Súper Domo –chocolate semi amargo con variegato de guindas y trocitos de chocolate en rama– tiene un club de fanáticos, como el escalador norteamericano que usó ese nombre para la nueva ruta que abrió en el Fitz Roy.
“Es muy complejo conseguir los productos y sostener la calidad en un lugar tan alejado de Buenos Aires, pero a la vez es un trabajo muy grato. Ir a tomar un helado es un planazo; vendemos felicidad, basta ver la cara de la gente”, comenta Marcela.
El 21 de diciembre se cumplen los 25 años y habrá 2x1, sorteos y otras promociones.
- Domo Blanco. San Martín 164. T: (2966) 58-0824. @domoblanco.chalten
The Asadores
Cenar en cinco pasos
Gran lugar para comer carne y vegetales al estilo argentino. Fundado por dos amigos que están hace más de 20 años en El Chaltén: Guillermo Torrado y Juanjo Lazos, uno de los integrantes de la banda local de rock Siete venas.
La parrillada –de carne o vegetariana– sale en cinco pasos que funcionan como paneo de lo que se come en un típico asado. Muy buena carta de vinos. Abren en dos turnos, de jueves a domingo, de 18.30 a 22.30.
- The Asadores. Ricardo Arbilla 101. T: (11) 5827-8806. @theasadores
La Tapera
De 3 mesas a 30
Rodrigo Seron, más conocido como Chipo, llegó de vacaciones en el 2000 y le salió una oportunidad de trabajo y se quedó primero unos meses y después a vivir. Durante varios años hizo la doble temporada: cuando terminaba el verano viajaba a trabajar en la cocina de un refugio de montaña en Asturias. Después de un tiempo se jugó y abrió su propio restaurante en un local chiquito con tapas españolas, muy pocos platos y apenas tres mesas. Este año La Tapera cumplió 19 años y arrancó con tres mesas en otra dirección; luego de cinco temporadas, se consolidó y agrandó. La temporada pasada estuvo todos los días lleno y con fila en la puerta ya que no toman reservas.
La cocina es casera y los platos que más salen son: mollejas de cordero y langostinos envueltos en panceta (entradas), lomo al Malbec, ravioles de cordero, sorrentinos de calabaza, locro, trucha, salmón, cazuela de cordero (principales). De postre, volcán de chocolate, cheese cake de frutos rojos de la Patagonia, flan casero con dulce de leche.
El próximo año estará listo el nuevo local en la calle San Martín 122, y tendrá alrededor de 30 mesas. “Fui creciendo con el pueblo”, resume el propietario.
- La Tapera. José Antonio Rojo 50. T: (2962) 49-3195.
Laborum
Pizza de inspiración napolitana
Una pizzería porteño-napolitana con harinas orgánicas y masa de masamadre.
Tiene apenas once lugares donde sentarse adentro y dos mesas afuera. Quizás por eso, y porque las pizzas son deliciosas, siempre está llena. Salen las clásicas de muzza, pero también hay especialidad de la semana y que puede tocar pizza de mortadela con crema de pistachio. Vale pedir mitad y mitad.
- Laborum. Lago del Desierto 398. T: (2966) 25-1662. @laborum.pizzeria
La Esquina
Cosas ricas en el nuevo café del pueblo
No está en la principal, pero igual la gente llega por calificaciones o preguntando. Es la nueva apuesta de Julieta Helguera, profesora de educación física que recaló en El Chaltén después de un accidente en bici, Griselda Puntín, que había llegado varios años antes y era la jefa de cocina en La Cervecería, y Pablo Retegui, que salió de Buenos Aires en su camioneta y sin rumbo fijo y recaló aquí y en una temporada se unió al proyecto.
La Esquina queda en Comandante Arrúa, una avenida que poco a poco y con nuevas aperturas se va convirtiendo en el nuevo corredor gastronómico. La propuesta es abrir desde la mañana hasta las 20 (en temporada): ofrecen desayuno, café de especialidad, pastelería (imperdibles y enormes las tortas para compartir, “el cheese cake de frutos rojos es el preferido de todos”), y almuerzo (lasagna vegetariana, trucha con puré de cabutia, guiso de lentejas son los platos que más salen).
En el piso de arriba se dan clases de yoga, por mes para locales y sueltas para turistas. El proyecto contempla en el local contiguo un take away con propuestas de viandas para los caminantes y souvenirs. Si todo va según lo planeado inaugura esta temporada.
En la vereda del local, la Casita de los libros es un lugar para intercambiar libros bajo el lema: “Leé un libro, dejá un libro”.
- La Esquina. Comandante Arrúa 99. (11) 4170-5821. www.laesquinachalten.com
Librería Marco Polo
Libros, mapas y souvenirs
Pequeña, cálida y súper bien surtida, una librería independiente y la única del pueblo, comandada por Sofía Bonangelino y Laura Cachero que, desde 2011, apuestan a la literatura de montaña. “De a poco y con mucho amor, cuidado y en un trabajo de hormiga nos fuimos especializando en libros de Patagonia (atravesada por los distintos géneros y en varios idiomas) y los viajes”, señala Laura.
También, claro, en los estantes es posible encontrar clásicos de la literatura universal, novedades, literatura latinoamericana, ficción, ensayo, espiritualidad e historia. “Nosotras vivimos en El Chaltén y hacemos un esfuerzo por abrir todo el año, en invierno en un horario reducido, porque el público local es muy lector y nos acompaña. Los días de lluvia la librería explota de gente”, agrega Sofía.
El orgullo de las libreras, madres ambas, es el rincón infantil, curado hasta el mínimo detalle con joyitas para leer y también, juegos didácticos y objetos. Muy buen lugar para comprar souvenirs originales, cosas que tienen que ver con el mundo de los libros (“nos gusta llamarlos regalos bibliófilos”) y la papelería muchas veces hecha por ellas, que también encuadernan.
- Librería Marco Polo. Güemes 120. T: (2962) 49-3122. ¡Abren todo el año!
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