
Los huevos de chocolate por fuera y helado por dentro tienen un público fiel que espera, cada año, este producto original que ya es tradición de dos heladerías.
3 minutos de lectura'
No se rompen. No llevan confites. Y tienen helado adentro: así son los huevos de Pascua elaborados artesanalmente, que ya son tradición en dos heladerías de la capital de la provincia de Buenos Aires.

La idea la gestó el maestro heladero, Diego Rossi, en Gonnet. Después, junto a cuatro socios la expandió por La Plata y City Bell. En menos de un lustro logró imponer una tradición entre sus clientes: elegir el sabor del huevo de Pascua helado.
“El dulce surgió para brindar a nuestros seguidores una alternativa diferente, divertida y fácil de llevar a la mesa de reunión familiar: los huevos de pascua rellenos no necesitan nada más que una cuchara para degustar. El chocolate es el molde que sostiene el helado. Están listos para servir ”, expresó el creador del postre innovador.

Todo comenzó en 2021. El maestro heladero, formado en familia dedicada a cremas heladas, llevaba más de medio siglo elaborando helado en grandes empresas. Y decidió crear su propio emprendimiento. Así nacio Artesian. Primero tuvo el aval incondicional de su familia: con su esposa y sus tres hijos comenzó a trabajar en su producto artesanal. Los cinco empezaron en la casa de Gonnet.
Los helados fueron el inicio de la marca, que se expandió con los huevos de Pascua rellenos de chocolate, americana o dulce de leche.
El emprendimiento tomó nuevo envión en 2023 cuando el maestro heladero se asoció con cuatro amigos de toda la vida para establecer dos locales al público: uno en La Plata y uno en City Bell.

Desde allí, junto a Esteban Asla, Sebastián Flores, Fernando Acosta y el aval incondicional de los amigos de siempre del rugby local logró imponer el postre distinto para la Pascua en esta capital.
Los cuatro clubes de rugby locales, San Luis, Los Tilos, La Plata y Albatros, apoyaron la iniciativa dado que el grupo de socios es parte de un equipo de ex jugadores, reconocidos en la ciudad por su calidad humana.

“Salimos a proponer algo que no estaba en el mercado de la región. Y encontramos apoyo de toda la comunidad del rugby, que propone distintos beneficios a sus afiliados”, destaca Esteban, uno de los socios encargados del marketing.
“Los locales son como nuestras casas: ambientes cálidos que invitan a reuniones de amigos: es así que proponemos, junto a los huevos de pascua rellenos, el café affogato, que se sirve frío, para acompañar las horas de sobremesa”, afirma Sebastián, que acompaña en toda la logística de la expansión de la marca.
El maestro heladero este año viajó a la feria de helados de Rimini, en Italia, para traer tecnología que permita expansión: la empresa ya produce unos 15 mil kilos de helados por mes.
Hay 38 sabores: los especiales de temporada, como mandarina, sandía o melón. Los clásicos de siempre son mejorados en función de frutas de selección artesanal, cremas y chocolates de máxima calidad.

Pero las estrellas son los huevos de Pascua, edición limitada una vez al año. Hay de tapas de chocolate negro con leche, rellenos de americana o dulce de leche, y de tapas de chocolate blanco, relleno de chocolate negro.
“Este último es favorito de los clientes: una especialidad que se sólo se consigue una vez al año”, afirma Fernando.
El maestro heladero y su equipo de socios aún hoy toman los pedidos de los ahora ya esperados huevos de Pascua rellenos.
Los clientes, en especial los equipos de rugby que apoyan la iniciativa, eligen con anticipación que van a compartir en la mesa del domingo.