Los primeros templos se instalaron en Buenos Aires junto con Garay. Los más antiguos en pie son del siglo XVIII. Hubo valiosos aportes a finales del XIX y principios del XX.
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Con la conquista española llegó también la evangelización a este lejano continente. Si bien la presencia de la Iglesia católica fue funcional a los intereses de la Corona española, es innegable el valor de la tarea que las distintas órdenes han hecho en el territorio americano. Luego de la fundación definitiva de la ciudad debida a Juan de Garay, en 1580, y del reparto de tierras que este hiciera, comenzaron a levantarse las primeras capillas, cuya precariedad las hizo desaparecer muy pronto.
Frente a la Plaza Mayor, a la que luego se conocerá como Plaza de Mayo, se destinó un solar para la construcción de la Iglesia Mayor de Buenos Aires. La Catedral pasó por diversas circunstancias hasta que quedó terminada. La primera versión que se conoce es la de 1727, atribuida al arquitecto jesuita Andrés Blanqui, a quien se deben muchas de las obras de ese período de la ciudad. Las torres y la fachada sobrevivieron al derrumbe de 1752. Tiempo después, el arquitecto Antonio Masella proyectó una nueva planta, por lo que en 1778 se demolió la fachada. El nuevo edificio, tal como lo vemos hoy, posee tres naves, capillas laterales y un crucero sobre el que se levanta la cúpula que en 1770 proyectó el arquitecto Álvarez de Rocha.
En 1822, el arquitecto Próspero Catelin concibió el frente actual –constituido por un pórtico neoclásico de 12 columnas– y José Dubourdieu creó, entre 1860 y 1863, la obra que ornamenta el frontispicio que representa el reencuentro del patriarca Jacob con su hijo José. En 1878, en el lugar que ocupaba la capilla de Nuestra Señora de la Paz, el escultor Albert Carrier-Belleuse concibió el mausoleo que albergó los restos del general San Martín. La capilla había sido proyectada por el arquitecto Enrique Åberg.
Durante las últimas intervenciones a la Catedral se le colocó su solado actual, constituido por piezas de gres cerámico de procedencia inglesa, proyectado por el italiano Carlo Morra. Salvo los agrimensores e ingenieros, pocos saben que la estrella que se encuentra en el piso del peristilo de la Catedral marcaba, a 34,479 metros por debajo, el plano de referencia o cota cero para la nivelación de la ciudad.
Iglesias porteñas
De los templos levantados por las órdenes religiosas, el de San Ignacio es el más antiguo, ya que se empezó a construir en 1710 sobre una edificación anterior. La primitiva capilla de los jesuitas se encontraba sobre la actual Plaza de Mayo, frente a la calle Balcarce de hoy, que en aquellos años no existía, pero después la orden se trasladó a su ubicación definitiva, en lo que luego se llamó Manzana de las Luces, sitio donde se inauguró la Universidad de Buenos Aires en 1821. La planta de la iglesia es de cruz latina con una nave central y dos laterales; en el crucero se encuentra la cúpula, que se apoya en un tambor cuadrangular y que, como la de muchas iglesias, fue revestida en la segunda mitad del siglo XIX con los característicos azulejos provenientes de Pas de Calais. A lo largo de los años de construcción trabajaron en la obra los arquitectos Juan Krauss, Juan Wolff, Andrés Blanqui y Pedro Weger. En un principio, sólo tenía una torre; en 1850, el arquitecto Felipe Senillosa construyó la torre derecha, en la que se colocó, años más tarde, el reloj que había estado en la torre del Cabildo.
Desde que Juan de Garay repartió tierras, la Orden de los Frailes Franciscanos se hallaba en la manzana comprendida por las calles Balcarce, Moreno, Defensa y Alsina. En el encuentro de estas dos últimas calles, ellos construyeron la Iglesia de San Francisco en 1731. Como sucedió con otros templos porteños, también este sufrió el derrumbe de la fachada en 1807. Años más tarde fue reconstruida por Tomás Toribio según los cánones del neoclasicismo, pero en 1911 el arquitecto alemán Ernesto Sackmann le dio su imagen actual, que toma aspectos del estilo barroco en una reinterpretación propia de la época.
En 1825 se sancionó la libertad de cultos, lo que permitió el ejercicio y las prácticas de las diversas religiones que se incorporaron con la inmigración.
Otra de las iglesias emblemáticas de Buenos Aires por su antigüedad y por la relación con la historia del país es la Basílica de Nuestra Señora del Rosario y Convento de Santo Domingo. Sobre planos del arquitecto Francisco Masella, en 1751 la Orden de los Dominicos Predicadores comenzó la construcción del templo, que recién se inauguró en 1783, aunque faltaba todavía levantar la torre izquierda, que debió esperar hasta 1856 para ser edificada.
Está conformada por tres naves: la principal, de cañón corrido. Sus retablos son de los siglos XVIII y XIX, y el mayor también fue destruido en 1955. Durante la segunda invasión inglesa se produjeron combates en las inmediaciones del templo que fue bombardeado. Las huellas de esos hechos se mantienen en su torre, señaladas por balas de madera, mientras que en el interior se guardan las banderas conquistadas al enemigo. En el atrio se instaló, en 1897, el mausoleo del general Belgrano, obra del escultor Héctor Ximénez.
Recoleta y otros barrios
La Basílica de Nuestra Señora del Pilar es otro muy buen ejemplo de arquitectura colonial. En 1716, el gobernador español autorizó la construcción de la iglesia y del convento de los Recoletos de la Orden Reformada de San Francisco. El interior mantiene casi inalterado su aspecto original. Se destacan el altar mayor de procedencia altoperuana, los seis estupendos retablos de inspiración barroco-portuguesa realizados por Pedro Carmona y la fachada proyectada por el jesuita Andrés Blanqui. Del mismo período es la iglesia de San Juan Bautista y el convento que las Monjas Capuchinas reedificaron entre 1769 y 1797, y que actualmente muestra la fachada que el arquitecto Rómulo Ayerza modificó a principios del siglo XX. En un recorrido por los principales templos porteños no deberían faltar la iglesia y convento de Santa Catalina de Siena, comenzados a construir en 1738; el templo de San Pedro Telmo, iniciado en 1735; la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, edificada en 1733; la Santa Casa de Ejercicios Espirituales, fundada por la beata María Antonia de la Paz y Figueroa, e inaugurada parcialmente en 1799; las iglesias de San Miguel, La Piedad, la Inmaculada Concepción, y la desaparecida iglesia de San Nicolás de Bari, en cuya torre se izó por primera vez la Bandera Nacional: fue demolida para la apertura de la avenida 9 de Julio y, en su lugar, se construyó el Obelisco en 1936.
Tradiciones olvidadas
Para los porteños, concurrir a misa era algo impostergable y, en el riguroso orden social de la época, a la primera –la del Alba– concurrían las clases más bajas y se reservaba para las privilegiadas la misa de la Una, que se celebraba a esa hora del día. En los templos no había bancos, o muy pocos, y los fieles se sentaban en el suelo, por eso se llevaban pequeñas alfombras que se utilizaban para ese fin.
Las procesiones y celebraciones de las fiestas patronales también congregaban a los fieles. La de San Martín de Tours, patrono de la ciudad, tenía gran relevancia, ya que concurrían las autoridades eclesiásticas y las del gobierno colonial. Muchas de estas actividades se fueron perdiendo: el recorrido de las siete iglesias en Semana Santa, las procesiones, el tomar la Primera Comunión el 8 de diciembre con las niñas y los varones vestidos para la ocasión; tan sólo algunas, como Corpus Christi o las que aún se mantienen en ciertos barrios, nos remiten a esos años en que la demostración de la fe era más evidente. Las iglesias barriales, con sus templos y, en muchos casos, los colegios para educación primaria y secundaria, están integrados a la trama social y conviven con templos de otras confesiones.
Es importante recordar que los barrios de la ciudad tomaron el nombre de las parroquias del lugar: Catedral al Norte o al Sur, la Merced, San Telmo, La Piedad, San Nicolás, etcétera. Estas parroquias oficiaban también como lugares de registro de casamientos, nacimientos y defunciones, y desde la instalación de las órdenes, se ocuparon de la educación a través de los colegios y escuelas que fundaron.
El crecimiento de Buenos Aires y el incremento de la inmigración propiciaron la llegada de congregaciones de distinto origen que también se sumaron a la tarea pastoral. Cada nuevo barrio tuvo su iglesia edificada según el estilo imperante en el momento de su construcción. Según la Arquidiócesis de Buenos Aires, la ciudad alberga 251 iglesias y parroquias.
Otros cultos
En 1825 se sancionó la libertad de cultos, lo que permitió el ejercicio y las prácticas de las diversas religiones que se incorporaron con la inmigración. Un año antes se estableció en la ciudad el reverendo John Armstrong y, poco después, se abrió en la actual calle Alsina el primer templo protestante del país y de Sudamérica. En un predio donado por Juan Manuel de Rosas (sito en 25 de mayo 282) se construyó el templo anglicano San Juan Bautista, proyectado por Richard Adams. En 1833, en la actual calle Piedras 55, se instaló la Iglesia Escocesa de San Andrés, que fue luego demolida y trasladada a la avenida Belgrano 575, modificada un poco más tarde por el ensanche.
En Corrientes 718, el templo de la Iglesia Metodista Episcopal se levantó en 1875, al mudarse de su anterior localización. En su interior se destaca la estructura de madera del techo, que, según la tradición, fue construida por los marinos de un buque danés. El 18 de octubre de 1851, en Esmeralda 162, se puso la piedra fundamental de la Iglesia Evangélica Alemana, proyectada en estilo neogótico por Edward Taylor e inaugurada el 11 de febrero de 1853.
A finales del siglo XIX, los residentes rusos solicitaron al zar Alejandro III la autorización para la construcción de un templo. Concedido en 1888, un año después se instaló la primera Capilla Ortodoxa. Al cabo de una década, se erigió en el solar de la calle Brasil 315 el templo actual proyectado en Rusia por el arquitecto Mihail Timofeievich Preobrazensky. El arquitecto Alejandro Christophersen fue el encargado de la dirección de obra. Sus cúpulas bulbosas y su colorido interior hacen de este templo uno de los más originales de la ciudad.
Muchos barrios de Buenos Aires tomaron el nombre de sus parroquias: San Telmo, San Nicolás, San Cristóbal, Monserrat y Flores, entre otros.
Buenos Aires cuenta hoy con cerca de 80 sinagogas. La primera, creada en 1862, se encontraba cerca del barrio de Recoleta, pero años más tarde, en 1897, Carlos Nordmann proyectó el templo en Libertad 785, frente al llamado palacio de la familia Miró. En 1928, el edificio se remodeló según el proyecto de los ingenieros Alejandro Enquin y Eugenio Gantner. La nueva Sinagoga de la Congregación Israelita de Argentina se inauguró en 1932. En su imponente fachada se destaca la Estrella de David y, en la verja, los medallones que representan a las 12 tribus de Israel. Los inmigrantes judíos de origen sirio llegados de Damasco, afincados en los barrios de La Boca y Barracas, tuvieron su lugar de culto en la calle Brandsen 1444, al inaugurarse, en 1930, la Sinagoga Or Torah. El arquitecto Cayetano Venturini fue el proyectista del singular edificio, uno de los más destacados de la ciudad.
A fines del siglo XIX también arribaron inmigrantes musulmanes que se asimilaron a la vida porteña sin abandonar sus creencias. Las distintas asociaciones de la colectividad se agrupan, desde hace más de 75 años, en el Centro Islámico de la República Argentina. La mezquita At Tauhid del barrio de Floresta se inauguró recién en 1983. La de Al Ahmad, en Alberti 1541, lo hizo dos años después. La más reciente es la mezquita de Palermo, Centro Cultural Islámico rey Fahd, inaugurada en el año 2000. Las distintas iglesias católicas, anglicanas y ortodoxas fueron epicentros de la organización de los barrios y las comunidades.
El Pilar
Junín 1904
Es una de las más antiguas y, cuando Garay entregó las tierras, esta era una de las primeras quintas del trazado. En 1705, el capitán Pedro de Bustinza, a raíz de una promesa había pedido permiso al Rey de España para edificar una iglesia para los monjes franciscanos de la orden de los Recoletos. Ellos debían situarse en las afueras de la ciudad, teniendo en cuenta las advertencias sobre su recogimiento y separación del mundo establecidas por San Pedro de Alcántara en las reglas de la orden. Pero Bustinza murió antes de poder concretar la obra y apareció en escena Juan de Narbona, devoto de la virgen del Pilar, muy venerada en su Zaragoza natal.
Los planos originales se deben a los jesuitas Juan Krauss y Juan Wolff, aunque en los últimos años de su obra, tanto en la fachada como en el acabado interior, intervinieron Juan Bautista Prímoli y Andrés Blanqui. La iglesia se inauguró el 30 de mayo de 1734. En 1822, Rivadavia ordenó el desalojo de los Recoletos y la antigua quinta se destinó a Cementerio Público. También fue prisión, hospital de sangre, alojamiento de indígenas e inmigrantes. Por último, en 1857, el convento se transformó en Asilo de Ancianos y recién en 1936 fue elevada a Basílica por Pío XI.
San Francisco
Alsina 380
Ocupa el mismo solar que le asignó Garay en 1580, pero el templo original se demolió en 1768. Durante la revolución de 1880, fue convertido en hospital de sangre. Como en el incendio de las iglesias de 1955, San Francisco sufrió la destrucción de su altar mayor, en 1972 se colocó en su lugar un enorme tapiz de la glorificación de San Francisco, obra de Horacio Butler.
Inmaculada Concepción
Av. Independencia 910
Por el nombre se la puede confundir con la de Belgrano, pero esta es anterior y una de las más antiguas de la ciudad. Su historia se remonta a 1727. El templo actual, de estilo románico, fue construido en 1862 y consagrado en 1865. Fue luego restaurado por el clérigo José G. García Zúñiga. En 1978, con la ampliación de la avenida Independencia, fue eliminado su atrio.
San Nicolás de Bari
Corrientes y Carlos Pellegrini
El Obelisco ocupa el lugar que tuvo este templo hasta 1936, antes de ser trasladado a su ubicación actual en Av. Santa Fe y Uruguay. Pero su historia se remonta a 1721, cuando Domingo de Acassuso cumplió su promesa de construir dos iglesias para lograr la curación de su esposa. Construyó las de San Isidro y esta, en pleno Barrio Recio.
La Merced
Reconquista 207
En 1807, durante las invasiones inglesas, se atrincheraron en sus azoteas gran cantidad de fuerzas defensoras de la ciudad, y en 1827 sus claustros sirvieron para atender a los heridos de la guerra con el Brasil. Por las reformas de Rivadavia, los mercedarios se vieron obligados a abandonar su convento. Hacia 1900 la fachada fue modificada y se cambió la reja que bordea el atrio.
San Ignacio
Bolívar 225
Es el templo que los jesuitas levantaron en la Manzana de las Luces, así llamada porque allí se construiría más tarde el Colegio San Carlos y la primera sede de la Universidad. En 1767, cuando la Orden fue expulsada de América, los 36 padres que componían la comunidad debieron acatar el destierro. En 1836, Rosas les permitió reintegrarse al convento y colegio.
San Cristóbal
Av. Jujuy 1241
El templo original funcionaba en San Juan entre Matheu y Alberti. Julio A. Roca y su esposa Ana Urquiza fueron los padrinos de la iglesia definitiva, inaugurada el 10 de febrero de 1884. Posee una arquitectura neogótica, con importantes vitrales que fueron colocados con posterioridad, donados por familias o congregaciones. El altar mayor está realizado en madera.
San Telmo
Humberto I 340
Comenzó a construirse en 1734. En 1767, debido a la expulsión de los jesuitas, el conjunto de edificios conocido como “La Residencia” (iglesia, escuela y casa de ejercicios), pasó a manos de la Junta de Temporalidades. El templo quedó sin terminar y en 1795 el solar fue ocupado por la Orden de los Betlemitas, dedicados a asistir a los enfermos y pobres.
Las Victorias
Paraguay 1204
En 1874, monseñor Aneiros facultó a las Damas Francesas de Caridad para que realizaran colectas para la construcción de la capilla. La obra se inauguró el 25 de octubre de 1883. El 26 de julio de 1890 la torre de Las Victorias fue centro del fuego de la artillería de los dos bandos enfrentados: en la plaza Libertad, el Gobierno, y en el Parque los revolucionarios.
Del Socorro
Juncal 880
Su origen se debe a la devoción de la imagen del Señor de los Milagros que los esposos Estanislao Rivero y Ana Basualdo tenían en su casa hacia principios del siglo XVIII. El culto fue creciendo y el cura del Socorro propuso trasladar la imagen al templo, cosa que sucedió en 1803. En 1865 se logró que el culto pasase a ser canónico y desde entonces su feligresía creció sostenidamente.
Iglesia del Carmen
Rodríguez Peña 840
Comenzó hacia 1840 como un modesto rancho. En realidad, se trataba de la Capilla del Desagravio que Juan Antonio Rodríguez mandó construir para expiar la culpa que le dio matar de noche, pensando que era un ladrón, a su vecino de un escopetazo. Es probable que, a mediados de siglo XIX, haya tenido una esfera de bronce o de cobre, que seguramente se divisaba de lejos, porque es numerosa la bibliografía que se refiere a este templo como “La Capilla de la Bola de Oro”. Hacia 1872, la Madre María Benita Arias (que había ingresado en la Santa Casa de Ejercicios a los 18 años), junto con las monjas de la Congregación de las Siervas de Jesús Sacramentado, pasaron a vivir en la capilla. El hijo de Rodríguez, Juan Andrés, les encomendó el lugar, y su hermana Petronila Rodríguez, definió al morir, en 1882, que quería edificar una nueva iglesia “en mucha mayor área y extensión que la que ha estado ocupando”. Los planos definitivos se encargaron a Juan A. Buschiazzo, y el nuevo templo se inauguró oficialmente el 16 de julio de 1888. Tiene tres amplias naves y una torre de 45 metros de altura. Fue realizada en estilo renacimiento italiano.
Alejandro Christophersen dirigió la obra de la iglesia ortodoxa rusa y Carlos Nordmann proyectó la primera versión de la sinagoga de la calle Libertad.
San José de Flores
Av. Rivadavia 6950
El curato y los primeros bautismos datan de 1806, pero la piedra fundamental de la iglesia actual se colocó el 4 de mayo de 1879, y se inauguró recién en 1883. Parte de los fondos provinieron de la venta de terrenos alrededor de la iglesia: eso explica que esté separada del resto de la manzana por dos cortadas que llevan el nombre de Salala y Pescadores.
Monserrat
Av. Belgrano 1151
La veneración por la Virgen de Montserrat la introdujeron los catalanes en la época de la colonia. Ella es la Patrona de Cataluña. Como es una virgen morena, fue muy reverenciada por los esclavos afrodescendientes asentados en sus inmediaciones. El templo actual se construyó entre 1860 y 1864. Se consagró el 10 de septiembre de 1865.
Santa Felicitas
Isabel La Católica 520
Construida para honrar la memoria de Felicitas Guerrero de Álzaga, fue inaugurada en 1876. Es un bello ejemplo de estilo ecléctico alemán, diseñada por el arquitecto Ernesto Bunge. Es la única iglesia que contiene esculturas de seglares, no religiosas, entre ellas, la propia Felicitas y Álzaga, su esposo. Pertenece al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
San Carlos Borromeo
Hipólito Yrigoyen 3999
La Basílica de María Auxiliadora y San Carlos es otra obra del salesiano Ernesto Vespignani, proyectista de la obra. La construcción comenzó en 1900 y la iglesia fue consagrada el 21 de mayo de 1910. Las obras se postergaron por diversos motivos económicos, y las demoras la hicieron muy costosa, lo cual lo hace doblemente loable pues se materializó con aportes populares.
Inmaculada Concepción
Vuelta de Obligado 2042
Más conocida como “La Redonda”, la construcción del monumental templo renacentista, fue encomendada en 1864 al ingeniero Nicolás Canale. Tras su muerte, en 1876, fue continuada por su hijo José, y por J. A. Buschiazzo en su última etapa. Para obtener fondos para la obra, fue preciso rematar los terrenos de la barranca donde se levantaba la capilla anterior.
San Juan Evangelista
Olavarría 486
Su construcción era muy demandada por la comunidad italiana de La Boca. Pero la falta de fondos, y la epidemia de fiebre amarilla de 1871 la fueron postergando. Finalmente, cuando monseñor Federico Aneiros la bendijo el 17 de julio de 1886 se constituyó en la primera iglesia salesiana del mundo. En el predio funciona un museo, que honra la memoria de Don Bosco.
El Salvador
Callao 592
La piedra fundamental se colocó el 3 de diciembre de 1870. El jesuita José Sató fue el hombre providencial que intervino en la construcción de esta iglesia, anexa al Colegio del mismo nombre. Es de líneas netamente jesuíticas. Está dentro de un rectángulo y forma con su crucero el tipo perfecto de iglesia cruciforme. Se hizo con limosnas.
Catedral Anglicana
25 de mayo 276
En pleno microcentro, el de San Juan Bautista es el templo no católico más antiguo del país. Construida entre 1830 y 1831, es uno de los primeros ejemplos de arquitectura neoclásica. La fachada está dominada por un imponente pórtico hexástilo con columnas dórica elevadas sobre una escalinata. El interior ha sufrido modificaciones, pero el frente es original.
Congregación Evangélica Alemana
Esmeralda 162
El primer culto evangélico en alemán se dio el 10 de septiembre de 1843. Al principio, se llevaban a cabo en la iglesia anglicana de 25 de mayo. Para tener su propio templo había que requerir la autorización de Rosas. Manuelita, la hija del brigadier, intercedió por la congregación alemana. El permiso llegó luego de cinco meses; la única condición fue que la iglesia no tuviera campanario.
Iglesia Presbiteriana Escocesa
Piedras 55
Es otra obra de Ricardo Adams, un escocés que había arribado a la Argentina en la goleta Symmetry. La iglesia fue inaugurada en 1835 como St. Andrew’s Scotch Presbyterian Church. Era de diseño neoclásico, con un atrio al que se llegaba ascendiendo tres escalones; tenía al frente seis columnas con capiteles jónicos sobre las que se levantaba un frontón triangular. En 1884, detrás del altar se ubicó el majestuoso órgano, el mismo que aún perdura en el actual templo sobre la avenida Belgrano. Sucumbió a la creación de la Avenida de Mayo. El último servicio religioso en la sede de Piedras se realizó el 8 de octubre de 1893.
Iglesia Metodista
Corrientes 718
Es obra del arquitecto Enrique Hunt. Su fachada es de estilo Tudor. En su interior alberga un famoso órgano de tres teclados y pedalera inaugurado en 1883 y restaurado en 2009. En 1879 el padre Juan F. Thomson comandó aquí las reuniones que dieron origen a la Sociedad Protectora de Animales, y que contaron con el apoyo de Domigo F. Sarmiento e Ignacio Lucas Albarracín.
Catedral Ortodoxa Rusa
Brasil 315
Los fondos para su edificación fueron donados en mayor proporción por el zar Alejandro III, en respuesta a una carta firmada por las comunidades eslavas meridionales, helenas y levantinas ortodoxas locales. A su inauguración asistió el presidente Julio Argentino Roca. En el frontispicio, un mosaico realizado en San Petersburgo representa a la Santísima Trinidad, bajo cuya advocación se encuentra el templo.
Ortodoxa Griega
El Salvador 4625
La vida de este templo fue fugaz. Fue construido en 1909 con un préstamo que el gobierno argentino le concedió a la colectividad, por intercesión del empresario Nicolás Karavías. Poco tiempo después, el estado ejecutó la hipoteca por falta de pago y la propiedad fue vendida en subasta pública. Las obras de la catedral de Julián Álvarez 1030 comenzaron en 1926.
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