Villa Devoto. De barrio residencial a polo gourmet: 6 buenas propuestas para comer cerca de la plaza
Nace un nuevo corredor gastronómico en los alrededores de la histórica Plaza Arenales.
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Conocida popularmente como “Plaza Devoto”, la Plaza Arenales es un pulmón verde de la ciudad que ocupa un espacio equivalente a cuatro manzanas. Punto de unión de varias calles -Chivilcoy, Bahía Blanca, Lincoln, Nueva York, Salvador María del Carril, Pareja, Fernández de Enciso y Mercedes-, sus árboles añejos y sus áreas parquizadas siempre fueron un imán para los que hacen deportes al aire libre o para los más chicos. Y, desde hace poco, también lo es para los foodies, por la diversidad de nuevas propuestas gourmet que confluyen en la zona.
Katzen Haus
Dos hermanos -Sebastián y Juan Manuel Moix- abrieron su primera cervecería en diciembre de 2021, luego de soñar con la idea durante la pandemia. “Nos criamos en Vicente López, pero solíamos venir a la plaza Devoto para juntarnos con amigos. Cuando pensamos nuestro bar queríamos que fuera una casa antigua y un amigo nos ofreció esta propiedad”, cuenta Sebastián, co-creador del emprendimiento.
Con una estética distinta a las demás propuestas del barrio, Katzen Haus se posiciona como una de las mejores terrazas con capacidad para 80 personas y un spot privilegiado para mirar el atardecer. Además de tener la clásica hamburguesa con papas fritas, cuenta con un menú de tapeo: mollejas con salsa teriyaki sobre un cremoso de papas, fainá, empanadas, croquetas de falafel, pacoras, entre otros.
“En Devoto hay un público exigente que te obliga a tener un servicio muy bueno”, agrega Sebastián.
Av. Salvador María del Carril 4117. Miércoles a viernes desde las 18. Sábados y domingos desde el mediodía.
Alicia
En 2014 la desarrolladora MMCV armó su estudio de arquitectura sobre la calle Asunción 4102. Al ver la posibilidad de poner un negocio en la planta baja, se propusieron crear un restaurante distinto de los que había en la zona. El nombre elegido fue Alicia, en honor a la madre de una de las arquitectas de la constructora.
Comenzaron con 60 cubiertos y, desde su debut, fue el centro de atención para los vecinos. No sólo por su arquitectura, sino también porque su cocina de autor amplió la oferta gastronómica que tenía el barrio. Al año de haber abierto sus puertas, fueron nominados por la revista Wallpaper entre los cinco mejores restaurantes diseñados del mundo. Y el éxito fue tal que abrieron un nuevo restaurante, a tan sólo una cuadra, también en la calle Asunción, al que llamaron Casa Lucca.
Asunción 4102. Todos los días, de 8 a medianoche.
Casa Lucca, cocina de inmigrantes
Aquí la apuesta fue lograr la impronta de un bodegón más moderno, con platos internacionales pero tradicionales, como la milanesa y las pastas, y la infalible parrilla porteña, con variedad de cortes. “Nuestra idea fue aprovechar que estábamos creciendo y en cada restaurante armamos una cocina para cada público”, cuenta Damián Sanchez, uno de los socios del emprendimiento.
En Casa Lucca, el ojo está puesto en un menú con amplia variedad de entradas, platitos y principales, la mayoría pensados para compartir. ¿Los más solicitados? Parrillada para degustar en grupo o el risotto de hongos.
Asunción 4167. Todos los días de 8 a 1.
Rapanui
En la esquina de Av. Lincoln y Pareja, hace 5 años una imponente casona se renovó por dentro para recibir a la reconocida marca de chocolates de Diego Fenoglio, quien se caracteriza por buscar locales que no sean tradicionales. En esta antigua casa encontró su combinación ideal: historia y presencia.
La propiedad es de 1940, fue la primera en tener ascensor de todo el barrio y su imponente construcción de dos pisos permite ver la plaza desde lo alto. A pesar de que se remodeló la mayor parte del interior, se conserva el piso de madera original y el histórico ascensor. Mientras algunos optan por el chocolate traído desde Bariloche, otros eligen el helado artesanal, convirtiendo el espacio en un gran punto de encuentro para todas las edades.
Av. Lincoln 4218.
Mecha, fuego porteño
Desde 2018 funciona en la planta baja de un edificio con un menú gourmet o “una cocina hecha a base de fuegos”, según la definen sus fundadores. Su plato fuerte son las carnes, rojas y blancas, a la parrilla y una cava con amplia oferta de vinos. El gran distintivo de Mecha es la propuesta arquitectónica, dividida en cubos de vidrio, que se pueden calefaccionar y musicalizar de manera autónoma.
“Para los tres proyectos elegimos elementos de decoración que perduran en el tiempo, como el hormigón y la madera, y nos asesoramos para tener una iluminación adecuada para cada ambiente. Para nosotros, salir a comer tiene que ser una experiencia completa: una rica comida, un buen servicio y un lugar para enamorarse. Entre todos los inversores, sentimos, entendemos y ejercemos la gastronomía de la misma manera”, explican desde la desarrolladora MMCV.
Mercedes 3939. Todos los días, de 8 a medianoche.
Let it V
Una de las últimas incorporaciones al barrio fue la comida hecha a base de plantas y libre de gluten, con una ubicación igual de innovadora: todo su local se encuentra en el patio de una casa que comparte terreno con Almacén de Pizzas. “Let it V nació como una marca ciento por ciento inclusiva, porque al no tener gluten cualquiera la puede consumir, y además es amigable con el medio ambiente. Esta locación nos vino espectacular porque se adapta a lo que nosotros pregonamos: naturaleza y aire libre”, sostiene Darío, uno de los cuatro socios fundadores de la marca.
Fieles a sus valores, todos los recipientes que se utilizan en el local son hechos de material reciclable o reutilizable y el agua viene envasada en latas de aluminio. Como todas sus franquicias, tiene un menú especial para cada sucursal, de acuerdo al tamaño de la cocina y para ser rigurosos en evitar la contaminación cruzada. ¿Su última incorporación? Bakery con cafetería de especialidad gluten free. Una propuesta accesible y saludable para vivir una experiencia innovadora.
Mercedes 3987.
LA NACION
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