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El “club de los colorados”. Una cumbre de pelirrojos en San Carlos de Bariloche
Nucleados alrededor de un club, llegaron desde distintos puntos del país para compartir anécdotas y experiencias
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PARA LA NACIONPaz García Pastormerlo
SAN CARLOS DE BARILOCHE.– En 2006, una periodista de National Geographic afirmó que los pelirrojos se extinguirían. “Casi como los dinosaurios”, bromea Omar Fornataro (58), fundador del Pelirrojos Club Internacional, presente en más de 10 países hispanohablantes: “La noticia causó conmoción, especialmente en Europa, y se empezaron a tejer redes en los distintos países. Traje esa idea a la Argentina y fundamos el club en 2009″, dice Omar.
Mientras los colorados formaban comunidades, los científicos decodificaban el genoma humano. La supuesta extinción no era real, sino que el crecimiento de las personas con esas características representa una meseta. “La población mundial crece de manera exponencial y nosotros parecemos cada vez menos. No llegamos al 2% del total”, explica Fornataro.
Algunos de ellos se reunieron esta semana en la ciudad de Bariloche para compartir anécdotas y experiencias. Llegaron pelirrojos de diversos puntos, como El Bolsón, General Roca, Plaza Huincul, Buenos Aires y Mar del Tuyú y muchos se tomaron fotos grupales junto a sus “parientes”, los arrayanes de corteza anaranjada.
“Al igual que Messi, que tiene la barba roja y el pelo castaño, los científicos dicen que los colorados tenemos 5 tonalidades con una variante, que es la de la barba roja. Esas personas también son portadoras del gen MC1R, que además es hereditario, caprichoso (puede saltar varias generaciones) y recesivo”, detalla el fundador del club.
El gen apareció en los países nórdicos, entre los vikingos, y luego se esparció por el mundo. En tiempos del Imperio Romano y a raíz de múltiples invasiones, se decía que cuando aparecía un colorado pasaban cosas malas. Eso luego se deformó en ciertas culturas y apareció la superstición que los vincula con la mala e incluso (como en China y Egipto) con la buena suerte.
Sin embargo, hoy los pelirrojos se sienten orgullosos y aseguran que, como las ediciones limitadas, no pasan desapercibidos.
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