Crimen de Nora Dalmasso. Valentina y Facundo Macarrón acusaron a un “conocido de la familia”, que ahora los demandará por difamación

CÓRDOBA.– Facundo y Valentina, los hijos de Nora Dalmasso y Marcelo Macarrón, son los protagonistas de la tercera audiencia en el juicio contra su padre, acusado de ser el supuesto autor intelectual del crimen de su esposa. Declararán ante los tres camaristas y los ocho jurados populares y, por lo que adelantó el defensor del viudo, volvieron a poner en el centro de la escena al empresario Michel Rohrer, alias “el Francés”. Ellos habían dicho que presentarían “nuevas pruebas” que relacionan a alguien que fue “muy amigo de la familia” con la autoría del femicidio. Mientras la joven dijo que él miraba mucho a su madre, a la que ya conocía, su hermano fue más directo: lo nombró con nombre y apellido como “sospechoso” e incluso dijo que “tendría que estar hoy en el banquillo de los acusados” en lugar de su padre.

Una vez que esta acusación en el juicio tomó estado público, el hombre señalado comenzó a armar su contraataque. Su abogado, Federico Guerrieri, dijo a LA NACION que Rohrer los demandará por difamación. “El que tiene que dar explicaciones no es mi cliente, que está fuera de la causa, sino Macarrón, que está sentado en el banquillo de los acusados”, afirmó.

Guerrieri planteó que entiende que la familia “atraviesa una tormenta, que está mal”, pero insistió con que no hay “ninguna base” para sembrar sospechas sobre Rohrer, a quien definió como “amigo” de ellos hasta tiempo después del crimen. Dijo que cuando fue mencionado en el expediente, en 2016, se presentó espontáneamente e incluso un examen de ADN determinó que no eran suyos los rastros hallados en la escena del crimen y en el cuerpo de la víctima.

La palabra de los hijos

“Éramos muy unidos y esto nos destruyó”, dijo la joven de 30 años cuando empezó a hablar al mediodía. Lloró en varias oportunidades y aseguró “en varias oportunidades quisimos saber la verdad” “Fue una madre muy presente y la extrañamos mucho”, agregó.

A Roher lo consideró “conocido” de la familia y no amigo y aseguró que le extrañó que fuera él, junto con Julio Boehler, quienes la buscaran al regresar de Chicago cuando se produjo la muerte de su mamá. “Mi mamá y Rohrer se conocían de antes. Rohrer miraba mucho a mi mamá”, refirió.

“Nosotros siempre quisimos saber la verdad. Siempre declaramos para que se busque al verdadero culpable”, sostuvo. Agregó: “Siempre se buscó el culpable dentro de la familia, fue durísimo para mi hermano porque lo expusieron un montón”. Habló de la “buena relación familiar” tanto con sus padres como con sus abuelos.

En la instrucción de la causa, Facundo declaró en dos oportunidades, en enero 2007 y otra vez después de ser sobreseído -estuvo imputado como presunto autor del asesinato-, en 2012. Su hermana también declaró dos veces, antes de la imputación contra su hermano y una más, después, “coetáneamente” a la de Facundo, según explicó el defensor de Macarrón, Marcelo Brito.

El momento de la noticia trágica

“Mi papá me dice que mi mamá había tenido un accidente de tránsito y que tenía que regresar. Cuando llegué a la casa se encontraban mis tíos y otros familiares; me dijeron que mi mamá había fallecido. Fue durísimo. Mi papá también estaba quebrado”, continuó Valentina ante el tribunal y cargó sobre los periodistas: “Mi papá es una excelente persona y todo lo que dijeron fue creado por los medios”.

Respecto de la relación del matrimonio, sostuvo que tenían problemas “como toda pareja, problemas menores. Nunca hubo intenciones de separarse, nunca hubo violencia”. En su declaración también repasó la repercusión mediática del crimen: “Se difundieron más fotos del cuerpo. Eso fue terrible. Fue muy duro para nosotros ver sus imágenes en la tele. Dijeron que tenía un montón de amantes. Hicieron remeras diciendo ‘yo no estuve con Nora’”. Añadió que a su hermano “lo discriminaron por ser gay”. Agregó: “Lo supimos por la prensa. Mi hermano tenía 19 años en aquel momento. Cuando mi hermano nos contó, lo apoyamos. No cambia en nada su esencia de ser”.

“Rohrer habría tenido una relación” con Dalmasso, apuntó Facundo a su turno, quien indicó que “el Francés” presentó “pruebas demasiado precisas y muy bien armadas” que lo ubicaron en Buenos Aires al momento del crimen, aunque hay “amigas de la familia” que “lo vieron” en Río Cuarto.

“Con esas pruebas, Rohrer es quien tendría que estar hoy en el banquillo de los acusados y no mi padre”, aseguró el joven. “No consumíamos medios, pero estábamos en todos lados. No podíamos salir a ningún lado, ni al cementerio, nos acosaban todo el tiempo. Dijeron monstruosidades sobre mamá, hubo mucha violencia de género”, describió y planteó que la causa “se politizó, hubo una utilización política”.

A su criterio, lo que se dijo de su madre -“muy feo”, lo calificó- “no fue espontáneo, más allá de que mucha gente lo acogió en su momento porque no había conciencia de género”. También indicó que se arrepintieron de la conferencia de prensa que dieron con el viudo a pocos días del crimen; en ese tramo acusó al entonces abogado y amigo de Macarrón, Daniel Lacase, de buscar un “rédito personal”.

“Es un absurdo jurídico, nosotros presentamos pruebas y terminamos perseguidos. A estos fiscales se les permitió que nos hicieran bolsa como familia, que nos destruyeran”, indicó, con respecto a la investigación.

Quién es “el Francés”

“El Francés” fue el encargado de buscar a Valentina -como lo dijo ella misma- en el aeropuerto cuando adelantó su regreso desde los Estados Unidos por el asesinato de su madre. Declaró como testigo en la causa en enero de 2007 y afirmó que el día del crimen estaba en Buenos Aires, donde había participado de una reunión social. A modo de prueba presentó tickets de compra de gasoil.

La Justicia no lo volvió a convocar, pese a que en los peritajes incorporados en el expediente indicaban que su teléfono estuvo en la zona de Río Cuarto y de Las Acequias en los días del asesinato. El número integra una flota de 17 celulares. También existe el testimonio de una mujer que dice haberlo visto a 150 metros de la casa de Nora esa jornada.

Amigo muy cercano de Macarrón hasta el momento del crimen, hay versiones de que eran tan allegados que tenía, incluso, la llave de la casa del country donde mataron a Dalmasso. La relación, obviamente, se rompió.

Rohrer era presidente, en la Argentina, de la multinacional Del Monte Fresh, dedicada a pooles de siembra. En medio del escándalo por la muerte de Dalmasso, cerró la oficina de la compañía en Río Cuarto, a la vez que vendió su casa en el country San Esteban, a pocos metros de Villa Golf.

De las escuchas telefónicas -que fueron derivadas por la Justicia federal a la provincial, ya que integran otro caso- se desprende que Rohrer y Macarrón compartían negocios. Brito siempre lo negó. En las conversaciones se hace mención al fondo fiduciario San Bartolomé.

En algunos tramos de las desgrabaciones de esas escuchas se señalaba, en referencia a Rohrer: “Es poderosísimo ese guaso”. También se mencionaba que manejaba “mucha, muchísima guita”. En otro párrafo se indicaba que “la chica esa”, en referencia a Nora Dalmasso, le habría estado reclamando dinero a Macarrón, de quien se decía que “estaba, no te digo lavando o algo por el estilo, dinero”.

Otros testimonios

Este miércoles, además, declaró Adrián Radaelli, quien junto con su padre estuvieron entre los primeros en llegar a la casa de Villa Golf, para ver a Dalmasso asesinada y avisar a la familia. “Conté lo que pasó ese día, espero que sirva”, dijo al salir del tribunal. Su padre, por problemas de salud, no se presentó.

Radaelli afirmó que conocían al matrimonio como “vecinos” y se sorprendió de que la mujer no se haya defendido ante “semejante ataque”.

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