Delitos y lujo: un Porsche, metodología narco y otros secretos de una banda de contrabandistas de celulares

Hace un año, en un operativo de rutina sobre la ruta nacional 12, a la altura de Zárate, personal de la Gendarmería Nacional secuestró 90 teléfonos celulares de última generación valuados en 2.700.000 pesos. La carga ilegal estaba oculta en un camión que transportaba maderas. No era un hecho asilado de contrabando: detrás de la maniobra estaba una organización criminal con un grado de sofisticación comparable al que suele observarse en las bandas narco. Tras 12 meses de investigación, la Policía Federal Argentina (PFA) detuvo a 12 sospechosos, secuestró 1175 aparatos móviles, 23 computadoras, 20 tablets y se incautó de camionetas 4x4 y un Porsche.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. La investigación está a cargo del juez federal de Campana, Adrián González Charvay. En las últimas horas, el magistrado ordenó 41 allanamientos en Puerto Iguazú, Misiones; en la ciudad de Buenos Aires y en los partidos bonaerenses de Almirante Brown, La Matanza, San Vicente y Escobar.

“Fueron detenidos 12 integrantes de la organización criminal. Otros tres sospechosos están prófugos”, explicó una fuente del caso.

Como se dijo, la investigación comenzó con un control de rutina. El 24 de agosto del año pasado, gendarmes apostados en el kilómetro 85,500 de la ruta nacional 12 secuestraron los 90 teléfonos celulares de última generación.

A partir de ese procedimiento, el magistrado le encomendó las tareas investigativas al Departamento Delitos Federales de la PFA para determinar el origen y destino de la mercadería.

“Hubo numerosas intervenciones telefónicas y tareas de campo que determinaron la existencia de una organización criminal dedicada al contrabando de mercadería electrónica, operación que se hacía en sus diferentes etapas”, explicó el Ministerio de Seguridad de la Nación en un comunicado de prensa.

Según pudieron reconstruir los investigadores policiales y judiciales, los artículos de electrónicas eran adquiridos en Paraguay e ingresados a la Argentina por “pasos fronterizos ilegales” de la provincia de Misiones.

“Desde Misiones, la mercadería era trasladada a la ciudad de Buenos Aires por medio de choferes que trabajaban para la banda criminal. Después, los artículos de electrónica eran distribuidos en infinidad de comercios del Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA)”, sostuvieron los voceros consultados.

Pero a diferencia de otras causas de contrabando de mercadería, donde los delincuentes suelen contar con la colaboración de choferes de ómnibus de larga distancia, en esta investigación quedó al descubierto una organización criminal que tenía un modus operandi similar al que suelen utilizar las bandas narco.

“Esta banda de contrabandistas tenía un nivel de sofisticación y planificación comparable al que tienen las organizaciones narco. Para traer desde Misiones la mercadería comprada en Paraguay utilizaban métodos de ocultamientos en los automóviles que tenían a su disposición. Por ejemplo, secuestramos mercadería escondida en los habitáculos de los airbag. Una vez en Buenos Aires, hacían una limpieza a fondo del vehículo para no dejar rastros”, afirmó un detective judicial.

En los 41 allanamientos ordenados por González Charvay, el personal de la PFA secuestró 1150 teléfonos celulares de gama media, 25 iPhone, 23 computadoras, 20 tablets, ocho máquinas para contar dinero y siete máquinas para desbloquear aparatos móviles, además de 120 parlantes de diferentes tamaños, entre otros artículos.

También, los investigadores se incautaron de baterías, micrófonos, teclados cargadores, mouses, cables USB, pendrives, protectores de pantalla y auriculares de diversas gamas. La mercadería secuestrada tiene un valor de 50.000.000 de pesos.

Por orden del magistrado se decomisaron una camioneta VW Amarok, una camioneta Jeep Grand Cherokee y un auto Porsche Boxster.

En poder de los sospechosos detenidos se secuestraron 12.000 dólares, 1.200.000 pesos argentinos, 660 euros, 800.000 guaraníes y 1000 pesos chilenos.