El homicidio del kiosquero: la adolescente se negó a declarar y continuará “encerrada”

La adolescente de 15 años que habría participado del homicidio del kiosquero Roberto Sabo, crimen ocurrido el domingo pasado en Ramos Mejía, en La Matanza, se negó a declarar en la audiencia donde fue indagada y, a pesar de que por su edad es inimputable, continuará alojada en un instituto de menores.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. La adolescente, cuya identidad no se publica por tratarse de una menor de edad, fue indagada por homicidio criminis causae, robo calificado y hurto de vehículo. “A pesar de que es inimputable, por la gravedad de los hechos de los que habría sido partícipe continuara alojada en un instituto de menores, como medida de seguridad”, explicaron las fuentes consultadas.

Sabo, de 48 años y padre de dos hijos, fue ejecutado a balazos disparados a menos de 30 centímetros de distancia. Según fuentes judiciales, la adolescente no llegó a ingresar en el Drugstore Pato, el comercio de la víctima, situado en Avenida de Mayo y Alvarado, en el centro comercial de Ramos Mejía.

En el kiosco ingresó Leandro Suárez, de 30 años. Estaba armado con un revólver calibre 22. “La adolescente se quedó afuera del negocio. Hacía de campana. Se quedó cerca del remís en el que habían llegado”, dijo una de las fuentes consultadas.

El homicidio de Sabo es investigado por el fiscal Federico Medone, pero la participación de la adolescente quedó bajo la órbita del fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de La Matanza Pablo Insúa.

Tras ejecutar a la víctima, Suárez y su cómplice escaparon en el auto del remisero que los trasladaba, un Ford Focus negro. Durante el intento de escape, los dos delincuentes que iban en el auto chocaron contra un árbol, en Saavedra y Alvear; luego ingresaron en un supermercado para cambiarse la ropa para no ser reconocidos, mientras simulaban realizar compras.

De allí, ambos huyeron en una moto robada a un repartidor, aunque fueron alcanzados por personal de la comisaría 2ª de Ramos Mejía en Avenida de Mayo y Rivadavia.

En poder de los sospechosos se hallaron cinco teléfonos celulares, dinero en efectivo, un revólver calibre 22 con cuatro vainas servidas y una intacta (coincidentemente con la cantidad de disparos que hirieron mortalmente al kiosquero), y una pistola calibre 6.35.

“Cuando fue reducida por la policía, la adolescente dijo estar embarazada, pero se le hizo un test que dio negativo. En las próximas horas será sometida a otros análisis para descartar o confirmar el embarazo”, sostuvo una fuente judicial.