En el Bajo Flores: un kiosco y un lavadero, pantallas usadas por un clan familiar para la venta de drogas

La Gendarmería Nacional detuvo a siete sospechosos, acusados de integrar un clan que operaba una red de búnkeres de acopio y venta de estupefacientes en el barrio Padre Ricciardelli, la exvilla 1-11-14, del Bajo Flores. Entre las locaciones usadas como pantalla había un kiosco y un lavadero.

Según informaron fuentes de la fuerza de seguridad, al cabo de una serie de de tareas investigativas relacionadas con causas de narcomenudeo con dealers que tienen vínculos familiares, los gendarmes obtuvieron luz verde para allanar los inmuebles. En el procedimiento encontraron dosis de cocaína y pasta base, envoltorios de marihuana, más de un millón de pesos en efectivo, celulares y otros elementos de interés para la causa.

La Unidad Fiscal Especializada en Delitos Vinculados con Estupefacientes (Ufeide), que encaró la pesquisa en dos causas judiciales, encomendó a la Gendarmería que realice investigaciones sobre una organización criminal cuyos miembros tienen vínculos familiares que operaba en el enclave de la zona sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales “Cinturón Sur” ejecutaron distintas tareas de campo y recopilaron suficiente información que culminó en la madrugada con la orden de allanamiento de 14 domicilios en el Barrio Padre Rodolfo Ricciardelli.

Efectivos del Escuadrón de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales “Buenos Aires”, los Destacamentos Móviles 1 y 6, las fuerzas especiales Alacrán y otras unidades de la fuerza, inspeccionaron hoy viviendas, un kiosco, un lavadero, en donde detectaron que oficiaban como puntos de comercialización y acopio de estupefacientes por parte de la banda delictiva.

Como resultado de las requisas detuvieron a siete personas, seis argentinos y una uruguaya, como así también se decomisaron 518 dosis de cocaína (383 gramos), 15 envoltorios de Cannabis sativa (29 gramos), 13 dosis de pasta base (38 gramos), 1.094.550 de pesos argentinos, 23 celulares, elementos para fraccionamiento y corte de estupefacientes, municiones y demás documentos de interés para la causa.